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domingo, 4 de outubro de 2009

A los 74 años, falleció en Buenos Aires la cantora Mercedes Sosa


La gran cantante argentina Mercedes Sosa -quizás, para muchos, la mejor de la historia del país- falleció en el Sanatorio Trinidad de la Ciudad de Buenos Aires. La tucumana tenía 74 años, sufría un problema hepático pulmonar y se encontraba en coma farmacológico, con asistencia respiratoria mecánica, desde el jueves.

Haydée Mercedes Sosa -ese era su nombre completo- había comenzado el 2009 con reiterados problemas de salud. El 30 de marzo debió suspender la presentación ante la prensa de su último disco, Cantora. Al principio se habló de una gripe, pero luego se confirmó una neumonía. "Mi madre tiene 73 años, es una persona mayor y necesita ciertos cuidados especiales", declaró entonces Fabián Mathus, su hijo.

En julio último, pocos días después de cumplir 74, "La Negra" volvió a ser internada en el Sanatorio Trinidad, y luego de que le dieran el alta, la recuperación no fue tan buena como se esperaba.

Fabián, otra vez y como lo hizo hasta el último día, intentó explicar lo que sucedía: "Cuando salió de la clínica los médicos dijeron que necesitaba mucho descanso, nada de actividad laboral y seguir tomando antibióticos. Pero la verdad es que esto se está haciendo muy largo y los resultados no son los que los médicos anunciaban en un primer momento". Este viernes el Padre Farinello le dio la extramaunción.

El último 18 de septiembre, Mercedes entró por última vez al Sanatorio Trinidad. Su estado fue reservado desde la primera noche y, con el correr de los días, la partida de "La Negra" ya parecía inevitable. El jueves, con algo de resignación y anticipando el final, Fabián Mathus solamente pudo decir: "Es momento de oración".

TRAJO A UN PUEBLO SU VOZ. Mercedes Sosa nació en San Miguel de Tucumán el 9 de julio de 1935 y, desde 1962 hasta 2009, editó 47 discos, siendo el primero de ellos La voz de la zafra. Su carrera comenzó bajo el nombre de Gladys Osorio, cuando junto a su marido, Manuel Oscar Matus, y a Armando Tejada, se convirtieron en símbolos del "Movimiento del nuevo cancionero".

Ya en 1965 su verdadero nombre era muy conocido. Fue ese año en el que por primera vez subió al escenario en el Festival de Cosquín, invitada por Jorge Cafrune. Apenas dos años más tarde realizó su primera gira por Estados Unidos y Europa. La cálida voz de "La Negra" comenzaba a seducir a todo el mundo y el camino a la fama era irreversible.

En 1970, además de editar dos discos con Ariel Ramírez y letras de Félix Luna, realizó el homenaje a Violeta Parra que inmortalizó en el inconsciente colectivo argentino Gracias a la vida. Pero durante esa década, que parecía rendida a sus pies, Mercedes sufrió dos grandes golpes: , la muerte de su marido y el exilio durante la dictadura militar; todo en un año, 1978.

"La Negra" regresó al país en 1984. Había hecho una breve escala en 1982 para cantar, pero según ella misma contó, "el general Lacoste dijo: '¿Quién dio permiso a Mercedes Sosa para estar en mi país?'" y ella se fue todo lo rápido que pudo.

Esos años de exilio la marcaron tanto que fueron el motivo por el cual lloró por única vez en un escenario. En una entrevista realizada por Víctor Amela, confesó: "¡Cometí el peor de los errores que pueda cometer un artista! Porque cuando subes al escenario debes ser poderoso, dominar, y no ser juguete de tus sentimientos. Cantaba Volver a los 17 y pensé en mi nieta, que la había dejado con 3 años al exiliarme. Ese día ella cumplía 17 años".

La fama, a Mercedes, nunca acabó de agradarle. Sí por el cariño de su público, pero nada por mantenerla tanto tiempo alejada de Tucumán. "Recuerdo a una amiga que me decía: 'Me muero por ir a Buenos Aires' y sigue en Tucumán. Y yo, ¡le juro que no me apetece nada ir a India, a Pekín! Son cosas que no he buscado. Yo no he buscado nada en la vida", declaró en la misma entrevista.

Tras una fuerte depresión de cinco meses en 2001, "La Negra" dejó una de sus mejores autodefiniciones: "Nací en Tucumán y vivo en Buenos Aires. Soy cantante. Soy viuda. Tengo un hijo, Fabián Ernesto y dos nietas, de 23 y 14 años. Soy cáncer. Conduzco un Audi chiquito. He estado muy enferma y me he reencontrado con Dios. Soy progresista. Soy embajadora de Unicef".

Así, sin grandilocuencias, porque eso de "la voz de América" para ella era "rimbombante": "Quien dice eso no conoce América Latina. Es un continente enorme, diverso, variado. Hay mil voces, no una".

Creyente fiel, Mercedes Sosa confiaba en que su madre la estaba esperando "allá". Ahora ya lo sabe. Si pueden estar otra vez juntas, seguro elijan estar en Tucumán.

Crítica Digital

quarta-feira, 10 de junho de 2009

Una cifra que duele: en el mundo hay 218 millones de niños que trabajan


Alrededor de 218 millones de niños trabajan en todo el mundo, de los cuales unos 126 millones, es decir, uno de cada doce, están expuestos a las peores formas de trabajo infantil, ya sea servidumbre, trabajos forzosos o explotación sexual.

El trabajo infantil afecta a unos 5,7 millones de niños en Latinoamérica, en sectores tan dispares como la agricultura (1,32 millones de menores de entre 5 a 14 años), el servicio doméstico (175.000), la pesca, el sector manufacturero, la explotación sexual o como niños soldado (30.000).

Así lo afirmó el director de la Oficina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en España, Juan Hunt, en una conferencia de prensa en Madrid con motivo de la celebración del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, que se conmemorará el viernes.

La mayoría de los niños que trabajan en América Latina lo hace para sus familias y no percibe ningún sueldo, y las niñas son las más afectadas, ya que, en general, las oportunidades que se les ofrecen en el mercado laboral remunerado son peores que las de los varones.

Hunt indicó que se trata de "un problema gravísimo en todo el mundo" y aseguró que los países más propensos al trabajo infantil "hipotecan su presente y su futuro" y vaticinó que la actual crisis económica global aumentará estas cifras de trabajo infantil. "Estamos claramente en una crisis de empleo. Sin duda alguna, la crisis afecta al trabajo infantil y va a suponer que los números van a incrementarse porque afecta a todo el entorno de la sociedad", añadió.

La OIT celebra el Día Internacional contra el Trabajo Infantil coincidiendo con el 90º aniversario de su nacimiento y el décimo de la puesta en marcha del Convenio 182, referente a las Peores Formas de Trabajo Infantil, ratificado por 169 de los 181 países miembro de esta agencia de la ONU.

Crítica Digital

quarta-feira, 22 de abril de 2009

Cristina y Lula defienden el trabajo


La presidente Cristina Fernández de Kirchner afirmó este martes en la Cancillería, al clausurar un seminario organizado por la Organización Internacional de Trabajadores (OIT), que presentará "un proyecto para que esta organización ingrese al G-20 para poder participar de los debates": "Esto de que le envíen una carta contándole las cosas que se han resuelto no me parece apropiado. Los trabajadores son parte de la solución, no del problema", enfatizó.

Esta moción se la presentará primero al presidente brasileño, Lula Da Silva, quien llega este miércoles al país y se reunirá con Cristina el próximo jueves. "Voy a tener un modelo de propuesta, que le pienso entregar, que sirva para mandar a la próxima reunión, que es en septiembre. Queremos que escuchen la voz de los trabajadores y los empresarios para sobrepasar la crisis", anticipó.

"Los más afectados son los que pierden el trabajo. Esto no significa que los empresarios o los banqueros no desean que se supere la crisis, pero ambos tienen resto. Los trabajadores no. Su presencia es parte de la solución. Por eso deben estar en el G 20 a través de la OIT", explicó la Presidente.

Nuevamente hizo foco en la crisis y agregó que "sería necio decir que vivimos en una zona de invurnerabilidad, pero estamos en mejores condiciones para abordar la crisis más formidable de la que se tenga memoria. "Imaginen una crisis como esta entre el '99 y el 2001, no quedarían ni rastros de nuestro país".

Sobre su participación en la última reunión del G20, dijo que en muchos casos "no se está acertando en el diagnóstico ni en la terapia": "Debo confesar que, junto al presidente Lula, debimos dar una dura batalla para que el termino 'flexibilización laboral' fuera borrado del documento".

"Costó todo un día de deliberaciones y algunos tonos elevados de voz, pero creo que valió la pena porque cuando explicamos lo que significó en la región, que en realidad ninguno podía volver a nuestros países si eso se firmaba, luego de insistir, fue entendido", agregó.

Crítica Digital

segunda-feira, 16 de fevereiro de 2009

Un israelí tiene 32 mujeres y 89 hijos

MULHERES DE ISRAEL:

Crítica Digital

Conviven en Tel Aviv hace más de 50 años. Ellas le otorgan poderes sobrenaturales y amenazan con suicidarse si las deja. Él no recuerda el nombre de todas.

“Cada familia es un mundo”, suele oírse cada dos por tres en boca de quienes buscan evitar reflexiones complejas sobre familas complejas, como la del israelí Goel Ratzon. Pero en este caso, el adjetivo podría ser débil, insuficiente, hasta poco ilustrativo. Nadie imaginaría que, detrás de la frase “cada familia es un mundo”, podría esconderse un hombre que convive bajo el mismo techo con 32 mujeres, 89 hijos y una obsesión generalizada en torno a la figura de él, como tatuarse su nombre y su rostro en un brazo.

Goel Ratzon vive en Tel Aviv, y hace 50 años que convive junto a 32 mujeres, todas ellas registradas como “madre soltera”. Es que, según informó un canal de televisión israelí, las mujeres están sujetas a una estricta disciplina pero viven con él por “propia voluntad”, informa la agencia de noticias judía AJN.

Ellas, deslumbradas por los encantos de este hombre mayor, de barba blanca, anteojos, y pelo largo, siguen en forma metódica una suerte de mandamientos impuestos por Ratzon para asegurarse para siempre su deseada compañía. Entre ellos, figura la prohibición de comer carne, visitar a la familia biológica, fumar, vestirse de manera inapropiada y, por supuesto, comunicarse con otros hombres.

Respecto de la intervención del Estado por el modo de vida que deben seguir los menores, el director del Consejo Nacional para el Niño, Dr. Yitzhak Kadman, dijo que las autoridades tienen muy poco margen de maniobra en el estilo de vida que la familia Ratzon decidió seguir.

"El hombre está pisando una línea muy fina", explica Kadman. "En la medida en que estos niños vayan a la escuela regularmente y no sufran de negligencia o abuso flagrante, no hay mucho que las autoridades puedan hacer. La ley no permite impedir estilos de vida determinados simplemente porque le parece inapropiado para algunos”, puntualiza.

Esos niños, a los que se refiere Kadman, conviven en la misma casa, aunque en cuartos separados y cada vez que el padre los visita, están obligados a besar sus zapatos y el tatuaje que cada madre lleva en el brazo.

El sorprendente magnetismo de Ratzon llevó a sus mujeres a señalarlo como un “salvador” en sus vidas además de amenazar con un suicidio en masa en caso de que el hombre, a quien le atribuyen poderes sobrenaturales, decidiera abandonarlas.

El pasado viernes, una de sus mujeres fue hospitalizada por un intento de suicidio. Según contaron en la entrevista televisiva, ella, medicada, no recordaba si tenía seguro médico. Su “salvador” Ratzon, tampoco, como tampoco recordaba su nombre.

quinta-feira, 15 de janeiro de 2009

SEGUNDO A REVISTA "TIME", ISRAEL NÃO TEM COMO TRIUNFAR EM GAZA


Crónica de una guerra con final anunciado

El semanario más importante de EE.UU. asegura que Tel Aviv debe negociar con Hamás y aceptar la creación de un Estado palestino.

Además de señalar la “reacción desproporcionada” de Israel a los ataques lanzados por Hamás y denunciar que la mayoría de las mil víctimas palestinas son civiles, las críticas internacionales a la ofensiva en Gaza apuntan también a las pocas probabilidades de triunfo que ofrece la estrategia militar del Estado hebreo. “¿Por qué Israel no puede ganar?”, disparó el popular semanario norteamericano Time en el título de tapa de su último número. La nota ofrece una respuesta inequívoca y un panorama sombrío para la paz en la región. “Los políticos y los generales israelíes saben que la eliminación total del entramado militar de Hamás llevaría semanas, e incluso que podría ser imposible -afirma el autor del artículo-. El desenlace más realista es una tregua negociada e insatisfactoria que dejaría a Hamás herido pero vivo y capaz de recuperarse, y a Israel sólo temporalmente a salvo de los ataques”.

“Cada día que pasa, la guerra contra Hamás se vuelve más riesgosa a medida que los costos superan a los beneficios. Idealmente, en un conflicto moldeado por las imágenes de televisión, Israel desearía una rendición en la que los comandantes de Hamás salgan arrastrándose desde sus refugios subterráneos con sus manos en alto. Sin embargo, es más probable que la muerte de civiles se convierta en la imagen predominante de esta guerra”. A pesar de la derrota que supondría la supervivencia de la agrupación islámica en Gaza, el artículo de Time asegura que Hamás es sólo uno de los desafíos que enfrenta Israel, “muchos de los cuales ensombrecen la viabilidad del estado demócratico judío en el largo plazo”.

Uno de ellos es la incapacidad de extinguir por la fuerza “el fervor ideológico de los militantes de Hamás” y la dificultad para conservar el apoyo de los gobiernos árabes moderados al enfrentamiento que Israel mantiene con Irán, cuyo gobierno financia y provee armas a las milicias de Hamás y Hizbulá. Según Time, “al asesinar a cientos de palestinos, Israel impide que haya un frente común con los estados sunnitas para contener las ambiciones nucleares iraníes”.

El otro factor que impediría una victoria de Israel en el largo plazo es “la bomba de tiempo demográfica”. Los 7,1 millones de israelíes se dividen en 5,4 millones de judíos y 1,6 millones de árabes, pero con la población de Gaza y Cisjordania los musulmanes son mayoría en esa región. “Es una perspectiva catastrófica para una nación que se define por la fe. Llegado cierto punto, los israelíes deberán elegir entre vivir junto a un Estado palestino independiente y observar cómo los judíos se convierten en una minoría en su propio país -advierte el semanario-. No sólo dejaría de ser un Estado judío, sino que tampoco sería democrático a menos que otorgue a los árabes una cuota de poder”.

Para Time, el cambio demográfico significa que “el status quo no será positivo para Israel durante mucho más tiempo”, y que deberá replegarse a las fronteras previas a la Guerra de los Seis Días en 1967 porque “sólo así los palestinos y otros países árabes acordarán una paz duradera. La cruda realidad es que Israel deberá negociar con Hamás”.

Un arma poco convencional

Después de trabajar once días como voluntarios en Gaza, los médicos noruegos Erik Fosse y Mads Gilbert denunciaron que el Ejército israelí utiliza un explosivo experimental conocido como DIME (siglas en inglés de Explosivos de Metal Inerte de Alta Densidad), capaz de amputar los miembros de una persona sin destruir el resto del cuerpo. Las DIME combinan material convencional con compuestos químicos a base de tungsteno, y fueron diseñadas para concentrar la energía de una explosión en un radio de ocho metros.

Crítica Digital

sexta-feira, 12 de dezembro de 2008

Acusan a Rumsfeld por las torturas en Irak y Guantánamo

Botero:

Una comisión parlamentaria señaló que el ex secretario de Defensa tiene responsabilidad en los abusos cometidos en la cárcel cubana y en Abu Ghraib.

Crítica Digital

Un informe divulgado por la comisión de Servicios Armados del Senado estadounidense denuncia que varios altos cargos de la Administración Bush, entre ellos Donald Rumsfeld, ex secretario de Defensa, comparten buena parte de la responsabilidad por los abusos cometidos por las tropas estadounidenses durante los interrogatorios en la prisión iraquí de Abu Ghraib y el penal de Guantánamo, en Cuba, así como en otros centros militares donde se interrogó a detenidos acusados de terrorismo.

El informe fue presentado por los líderes de dicha comisión, el senador demócrata Carl Levin, de Michigan, y el senador republicano y ex candidato republicano a la Casa Blanca, John McCain. E

l dossier es el intento más ambicioso por parte del Congreso estadounidense de documentar los abusos a prisioneros bajo custodia militar y rechaza expresamente el argumento empleado por el Gobierno de George Bush para justificar dichas prácticas: que los métodos agresivos en los interrogatorios ayudan a mejorar la seguridad de las tropas estadounienses y de Estados Unidos en su conjunto.

Los abusos a los prisioneros en Abu Ghraib, asegura el informe, "no fueron simplemente el resultado de la actuación de unos cuantos soldados aislados" sino la ratificación de una política de interrogatorios aprobada por Rumsfeld y otros altos oficiales para lanzar el mensaje de que "las presiones psíquicas y la degradación son tratamientos adecuados para los detenidos".

El escándalo en la prisión iraquí y las posteriores revelaciones acerca de las técnicas utilizadas en los interrogatorios generaron una oleada de críticas hacia Washington por parte de la comunidad internacional y de organismos de defensa de los Derechos Humanos.

La negativa del Gobierno de Bush a reconocer cualquier abuso contrasta con la promesa y el propósito del presidente electo, Barack Obama, de cerrar Guantánamo porque EE UU "no es un país que tortura".

El informe concluye que estas técnicas, inspiradas en un programa militar que entrena a los soldados estadounidenses para resistir a los interrogatorios del bando enemigo, son "equivocadas y nunca deben repetirse". La comisión del Senado también revela que miembros del gabinete de Bush participaron en encuentros en La Casa Blanca durante 2002 y 2003 donde fueron debatidas técnicas de interrogatorio.

El informe es el resultado de más de 18 meses de investigaciones y entrevistas a más de 70 personas por parte del personal que integra dicho panel del Senado. Fue aprobado el pasado 20 de noviembre con los 17 votos de los 25 miembros que componen la comisión, aunque permanece clasificado y tan sólo se ha revelado una parte.

quinta-feira, 30 de outubro de 2008

MEMORIAS DE LA GRAN DEPRESIÓN

(clique nas fotos para ampliar)


Habitantes del abismo

Durante setenta años fueron imágenes icónicas que figuran entre las más vendidas de la historia. Las fotografías que tomó Charles Ebbets sobre la construcción del Rockefeller Center se hicieron célebres también como representación de la gran crisis de los años 30, de la que tanto se habla en estos días. Lo curioso es cómo se interpretan hoy esas fotos y adónde fueron a parar.

Eduardo Blaustein

Son malentendidos de internet, o derivados de la relación que tiene la red –con la consigna “Anulamos el pasado”– con la historia. Alguien en el ciberespacio afirma que estas fotografías célebres de Charles Ebbets sobre la construcción del Rockefeller Center fueron hechas para “denunciar” las condiciones de trabajo de los obreros que levantaron el rascacielos. Cierto: las vidas de esos tipos que almuerzan en el vacío no parecen valer un pomo, como las de los miles de tipos que murieron cavando el canal de Panamá, las de los viejos mineros, largo etcétera.

Almuerzo en la cima del rascacielos, una de las fotos más vendidas en la historia, fue tomada el 29 de septiembre de 1932, en el piso 69 del Rockefeller Center. Es parte del imaginario de la Gran Depresión y la publicó el New York Herald Tribune en su suplemento dominical, el 2 de octubre siguiente. Ebbets había sido contratado no para denunciar sino para documentar el proyecto como director de fotografía. El hombre había nacido en 1905 en un pueblo de Alabama y tuvo su primera cámara a los ocho: se la llevó de un drugstore cargándola en la cuenta de su madre. Comenzó a hacer carrera en los años 20, en Florida, al mismo tiempo que se las rebuscaba en la industria del cine –delante y detrás de las cámaras–, para la que llegó a hacer pequeños papeles. Fue piloto, acróbata aéreo, corredor de carreras, cazador. Y fue fotógrafo oficial de Jack Dempsey.

Para los años 30 Charles Ebbets ya había publicado en los diarios más importantes de EE.UU., incluyendo el New York Times. Tipo amante de la acción y del contacto con la naturaleza, se fue a vivir a la Florida de entonces, donde se interesó para siempre por asuntos que hoy llamaríamos ambientales (la transformación del paisaje, el impacto del turismo, espacios intocados como los Everglades). También estableció una relación estrecha con los sobrevivientes de los indios seminolas; lo suficientemente confianzuda como para que le permitieran retratar ciertos ritos sagrados, vedados a los carapálidas.

En la Segunda Guerra, por su experiencia como fotógrafo y piloto, Ebbets sirvió en los campos de entrenamiento de los servicios especiales de la aviación estadounidense. Sus trabajos siguieron apareciendo en muchos de los diarios y revistas más prestigiosos de su país. Ebbets murió un 14 de julio de 1978, a los 72, de cáncer.

Algunas de sus fotos más célebres pasaron a formar parte de los aún más célebres archivos Bettman. Otto Bettmann fue un fotógrafo, curador y coleccionista alemán que huyó del nazismo en 1935 cargando unos baúles repletos con negativos. Su colección terminó reuniendo 11 millones de fotografías, incluyendo un registro extraordinario de la historia estadounidense y parte de los mejores retratos de gente tan ilustre como la de la dinastía Rockefeller, los Roosevelt, los Kennedy.

Durante décadas la foto del almuerzo en el rascacielos se vendió de a millones en formato póster o postal. Sin embargo, no se sabía quién era el autor. Hasta que un día, no hace mucho, los descendientes de Ebbets se pusieron a revolver cajas en la vieja casa de South Florida. “Trece y catorce horas por día, –relató una hija de Ebbets– con guantes de algodón en las manos, levantando frágiles negativos de 4x5.” Gritando de pronto: “Oh my god, here’s Eisenhower”. Hasta que saltaron los negativos de las fotos celebérrimas.

La historia después se encarga de hacer alguno que otro chiste. Las imágenes de los obreros colgando del cielo no fueron hechas como denuncia, o al menos el amigo John D. Rockefeller –es archisabido que convocó al muy rojísimo Diego Rivera para que pintara un mural en el edificio– dejó hacer. Habrá quien en internet interprete que la cosa iba de homenaje a la sufrida clase trabajadora. Es conjeturable que Ebbets sintiera algo semejante al fotografiar a los hombres en las vigas. Lo curioso es lo que sucedió con buena parte de los trabajos de Ebbets, algunos fueron directamente a engrosar los tesoros de Rockefeller, luego a parar al archivo Bettman. Hoy 17 de sus cuadernos con negativos están en manos del Rockfeller contemporáneo, Bill Gates, monarca de parte del ciberespacio, que hace un puñado de años se compró enterito el archivo Bettmann y sus millones de imágenes, para una compañía de la que también es propietario desde 1989: Corbis.

segunda-feira, 29 de setembro de 2008

Guía para explicarle la crisis financiera a los chicos


¿Terminó el capitalismo? ¿El dolar importa menos? ¿Afecta a mi familia? El economista Martín Krause, se refiere a la caída de los bancos.

“Papá, ¿se acaba el capitalismo? ¿Qué son los salvatajes? ¿Esta crisis es como la del 29?” Martín Krause es doctor en Administración y un día, en el colegio de su hijo, explicó cómo era una jornada laboral en la vida de un economista. Los chicos dedujeron que su profesión consistía en leer los diarios y tomar café y ahí fue cuando decidió escribir el libro La economía explicada a mis hijos. Como si fuéramos niños de escuela, entonces, ahora responde una serie de preguntas básicas acerca de la debacle financiera de la que todos hablan y muy pocos comprenden. Respuestas claras para entender el colapso bancario norteamericano que sacude al mundo.

–¿Cómo empezó la crisis?

–Podríamos explicarlo así: hay un chico de quince años que es más popular en el colegio si les presta a sus amigos los juegos de la Playstation. Entonces cuantos más jueguitos preste, mejor queda. Así que primero les presta a los amigos que son confiables. Pero en la medida que sigue extendiendo la cantidad de juegos prestados, termina prestándoles a otros que no lo son tanto. Y además, no sólo presta jueguitos propios sino del hermano y de otros amigos. Entonces viene el hermano y dice: “Che, devolveme los jueguitos”. Pero él no los tiene y sabe que no se los van a devolver. Así que está en problemas, como le pasó a Lehman Brothers, por ejemplo, y los demás bancos que cayeron.

–¿Y quiénes son estos amigos poco confiables?

–Son las llamadas “hipotecas subprime”. Mientras está bajísima la tasa de interés, los bancos se preguntan ¿y ahora a quiénes les prestamos, si ya les prestamos a todos? Entonces les empiezan a prestar a las clases medias o bajas. Pero cuando la tasa de interés sube, y por lo tanto los pagos que hay que hacer de esas hipotecas se vuelven más caros, esta gente ya no puede pagar.

–¿Y qué pasa cuando la gente deja de pagar?

–Se complica porque esas hipotecas, y otras, fueron metidas adentro de un gran paquete y vendidas en forma de bonos. Es decir: un banco presta plata y mientras la presta se dice: “Yo tengo todos estos créditos que en realidad son dinero que voy a cobrar en el futuro, por qué mejor no me lo saco de encima, se lo vendo a alguien que quiera tener este paquete y no necesite cobrar la plata ya y yo me hago de efectivo para seguir prestando más plata”. ¿Cómo lo hago? Meto muchas hipotecas adentro de un paquete y se lo vendo a otras instituciones. El problema es que después se hace difícil saber cuál de esos bonos tiene las hipotecas que no van a ser pagadas. Entonces se empieza a armar una gran desconfianza.

–¿La desconfianza genera la crisis?

–Sucede que uno se empieza a preguntar: ¿En qué paquete están las hipotecas subprime? Como no sé, empiezo a desconfiar de todos los paquetitos, entonces empiezan a venirse abajo los bonos y explota la crisis. A un adolescente grandecito podríamos explicarle que la crisis es la resaca del sábado a la noche: lo que estás sintiendo hoy es lo que te chupaste anoche en el boliche. Tomaste de más y entonces tenés este efecto.

–¿Y el chico es el que tiene la culpa por haber tomado de más? Es decir, ¿el banco que prestó de más es culpable?

–No necesariamente, porque el chico no sólo presta jueguitos que no son de él, sino que además el padre le está copiando los jueguitos en la computadora y lo alienta a que siga prestando. “¿Ah, trajiste un jueguito original?”, pregunta el padre. “Vení que yo te hago cinco copias así sos el mejor compañero”.

–¿Y el padre quién vendría a ser?

–El gobierno de los Estados Unidos y la Reserva Federal: lo que se está viendo ahora es el efecto de una política monetaria expansiva que tuvo lugar hace cuatro o cinco años. Esto quiere decir que durante este tiempo era muy barato para las personas pedir un crédito, ¿por qué? Porque la Reserva Federal bajaba la tasa de interés y había muchos billetes dando vuelta. Ahí es cuando lo bancos se preguntan qué hacemos con toda esta plata y empiezan a prestarla a lo loco.

–¿En la crisis del 29 pasó lo mismo?

–La crisis es la misma y es algo que en la Economía nosotros llamamos el ciclo económico: la Reserva Federal baja la tasa de interés para salir de la recesión anterior. Ahí la economía se recupera y se empieza a prestar plata otra vez –es decir, el chico vuelve a prestarles los jueguitos a todos– y así se arma la base de la próxima crisis porque empieza a haber inflación, empieza a haber presiones, la Reserva Federal se asusta y dice muchachos, tenemos que subir la tasa. Cuando sube la tasa, crac, los que deben plata no pueden pagar. Es como una montaña rusa que sube y baja.

–¿Podría tener las mismas consecuencias?

–La crisis del 29 pasó después de una década de fiesta y jolgorio en la que se emitían dólares de manera descontrolada porque se había empezado a abandonar el patrón oro. Antes sólo se podían hacer billetes que tuvieran su mismo valor guardado en oro en una bóveda. Eso se dejó a un lado después de la Primera Guerra Mundial porque los gobiernos querían tener flexibilidad para emitir dinero. Entonces cuando sucedió el crac se contrajo la moneda rápidamente, se hizo un aterrizaje forzoso y se estrelló la economía. Esta vez no va a suceder eso: los bancos dicen: “Bueno, se me fue la mano, pero no voy a contraer, voy a tirar más dinero”. Y ahí aparecen los salvatajes.

–¿Qué es un salvataje?

–Los gobiernos pueden salvar de dos formas. Una es: en vez de gastar en armas, en educación o en salud, ahora les da plata a estas empresas y bancos para que no quiebren. Pero están los que dicen: el problema es la gente que no puede pagar la cuota de su hipoteca. Entonces la otra propuesta es que el gobierno se quede con esas hipotecas y vea después cómo hace para cobrarles. Para eso serían los 700 mil millones que se discuten en el Congreso.

–¿Por qué los bancos no pueden quebrar como cualquier otro negocio sin causar tanto lío?

–Porque están montados en un sistema que tiene dos tipos de riesgos: el almacenero sólo tiene un riesgo comercial, que es dejar quebrar porque vende poco. Pero si cierra, no se van a venir abajo todos los almacenes. En cambio el sistema bancario sí arrastra todo porque la plata que figura en las cuentas corrientes o en los plazos fijos no coincide con la que realmente tienen los bancos, porque los bancos la prestan y todos forman parte de mismo sistema. En términos más estrictos: se está invirtiendo mucho más de lo que se ahorra.

–¿Y por qué la crisis se globaliza?

–Tiene que ver con esos paquetes en los que se meten las hipotecas y que se venden como bonos. Por ejemplo el Northern Rock, de Inglaterra, cayó porque tenía bonos de hipotecas norteamericanas.

–¿Cómo afecta a la Argentina?

–Dentro de todo la Argentina lamentablemente ha estado muy aislada del mundo, y por eso ahora tal vez eso nos ahorra un poco de problemas. Nos podría pegar si la crisis esta desata una recesión global y eso hace caer los precios de los commodities, que son esos productos que tienen un precio internacional y que se manejan en grandes volúmenes y sin marcas, como la soja, el petróleo y los cereales.

–¿Podría bajar la demanda de soja?

–Sucede lo siguiente: China hace unos 20 años decidió olvidarse del socialismo y se volvió más capitalista que Estados Unidos y empezó a crecer y crecer. Entonces los chinos ahora comen más. Y con que cada uno de los mil millones coma un kilito más de soja, por ejemplo, la demanda se vuelve fenomenal. Lo mismo pasa con India. Pero esos países crecen mucho porque exportan a los Estados Unidos y a Europa, y si Estados Unidos y Europa caen en una recesión por la crisis y empiezan a comprarles menos, China e India van a producir menos y, por lo tanto, van a tener menos plata para comprarnos soja. Ahí los precios de los commodities bajarían y nos veríamos afectados.

–¿Es el fin del capitalismo como dicen algunos?

–Imposible, porque desde que cayó el muro de Berlín no hay sistema alternativo. Por ahora es una crisis que se mantiene dentro de las políticas monetarias y del sistema bancario, y no es algo que haya llegado a la economía productiva: las fábricas siguen produciendo y eso es lo central de la economía. Pero hay un gran problema de este sistema monetario internacional que hay que conversar y resolver: el hecho de que todo el mundo esté sujeto al ir y venir de la moneda norteamericana, del dólar.

CRÍTICA DIGITAL.

domingo, 21 de setembro de 2008

Ante un nuevo orden económico mundial

DE SÍMBOLO DE FORÇA A SÍMBOLO DE DECADÊNCIA:

La debacle financiera en Estados Unidos dejó debilitada a la principal potencia. El futuro del dólar y de los bancos. El análisis de economistas e historiadores.

Agustín Álvarez

El colapso financiero y bancario de Wall Street no sólo dejó a millones de personas sin casa y un aumento superior al 25% de la deuda pública de Estados Unidos por culpa del enorme salvataje al sistema financiero. Quienes escriben los libros de historia anticipan que marcó el inicio de un nuevo orden económico mundial, signado por la decadencia de la principal potencia actual. Aunque lo resistan los liberales de la administración Bush, el consenso se inclina hacia un sistema financiero con una mayor intervención estatal. En Wall Street componen los réquiems para la banca de inversión, responsables de lanzar instrumentos financieros inviables.

Los economistas que miran la película de la crisis coinciden en que la debacle financiera pone en jaque y marca el principio del final de la supremacía económica estadounidense. Por ahora, sólo el principio del final.

La crisis, no obstante, tiene sus paradojas. Claudio Katz, profesor de la UBA, lo explica así: “Estados Unidos es el centro del colapso, y los inversores se refugian igual en el dólar, en vez de lanzarse en una corrida en contra de la moneda, como en cualquier otro país”. Durante las horas más desesperadas del derrumbe de Wall Street, el flujo de compras de deuda estadounidense fue tan grande que la tasa de interés del título a tres meses, uno de los más operados, quedó negativa. Es decir que los inversores adquirían un bono que en vez de darles una ganancia, los comprometía a pagarle una suma al Estado. Y, aun así, compraban.

El banco Merrill Lynch calculó que durante las últimas dos semanas salieron 30 mil millones de dólares de acciones desde los mercados emergentes hasta ahora más mimados por los financistas, como Brasil, Rusia y China, y fueron a parar a bonos del Tesoro estadounidense. Pero no sólo salieron de los países en desarrollo. También abandonaron los países ricos. El dólar se apreció contra todo el resto de las monedas. Como observó el ex economista jefe del FMI, Kenneth Rogoff, lo más sorprendente de la inédita crisis es que el dólar se haya mantenido a flote.

“¿Hasta cuándo será así? La moneda está frágil, respaldada en una economía con grandes déficits”, se preguntó el director del Instituto de Historia Económica de la UBA, Mario Rapoport. La deuda estadounidense en manos de inversores privados se estima en 4,4 billones de dólares, algo inferior al 32% del PBI. La total sube a unos 10 billones. Sólo en las últimas dos semanas sumó 300 mil millones de un tirón, y en las próximas deberá asumir de un saque casi un billón más.

Rapoport apunta: “El imperio británico estaba terminado al finalizar la Primera Guerra, pero se mantuvo 20 años más. Estados Unidos no es Gran Bretaña, pero esto es un indicio de que comienza a declinar”.

Algo del proceso ya se vislumbró. Durante el peor día de pánico, los inversores buscaron al oro más que al dólar. La onza del metal precioso aumentó 11% en un día, su mayor suba en casi 30 años. Y Moody’s, una de las agencias que califican la deuda de países y empresas, reveló que Estados Unidos corre el riesgo de perder la nota “AAA”, la mejor de todas, que indica que un acreedor es solvente al ciento por ciento.

“Los grandes capitalistas del mundo demostraron que todavía consideran al dólar como refugio. Pero quedó claro que se acabaron los últimos 20 años de bonanza”, agregó Katz. En los términos de Wall Street, significa que hubo un punto final tácito a la fiesta de nuevos instrumentos de deuda y ganancias altas.

El secretario del Tesoro estadounidense, Henry Paulson, equivalente al ministro de Economía argentino, que habrá una puesta al día de la regulación. “Pero es un debate para otro día”, se excusó.

En Wall Street ya lo largaron. Los economistas liberales cerraron filas detrás de la interpretación de que la crisis no fue por falta de regulación, sino por exceso o superposición de normas. En el otro bando, un grupo de economistas críticos moderados como Joseph Stiglitz y Paul Krugman se lanzaron a reclamar un mayor control de los bancos, y terminar con el tratamiento diferencial a los bancos de inversión como los quebrados Lehman Brothers y Bear Stearns.

El economista Carlos Zarazaga, el único argentino que se sienta en uno de las doce reservas federales que deciden los destinos del dólar, de quien no se puede decir que sea heterodoxo, dio por descontado que el debate lo ganará la regulación. En diálogo con Crítica de la Argentina aseguró que se pondrán límites a las innovaciones de los últimos años como la “securitización” de activos, al apalancamiento y los fondos de riesgo. Quedó dicho: Wall Street ya no es ni será lo mismo.

sexta-feira, 19 de setembro de 2008

Elogio de la diferencia


La derecha contemporánea consiste en decir que hay un solo camino y que, por lo tanto, todos dicen lo mismo. Es insostenible.

Martín Caparrós, para Crítica Digital.

El viernes pasado escribí una columna –“Cero a la izquierda”– sobre el peligro de que el gobierno dizque progresista de los Kirchner abra el camino a un gobierno más brutalmente de derecha. Me sorprendió la cantidad de comentarios de lectores que insistían en que ya no hay derecha ni izquierda: que es un concepto antiguo. Como decía uno de ellos: “¿Izquierda/derecha, qué es eso? No busquemos tan lejos, la solución está en respetar la Constitución: instituciones fuertes, división de poderes, federalismo, reglas de juego para invertir, aseguramiento estatal de igualdad de oportunidades de alimentación, educación y salud, democracia representativa, alta participación ciudadana. Es decir, la solución es una república, siempre perfeccionable, lejos de los déspotas. En Canadá y Australia no saben de derechas e izquierdas”. Me impresionó que un joven educado pudiera decir eso: una prueba más de cómo la derecha se apoderó del discurso general. En su definición de una “República como Canadá y Australia” –que, de paso, no son repúblicas sino monarquías constitucionales– hay pautas que parecen tan amplias y son tan limitadas: “Reglas de juego para invertir” es algo que sólo una sociedad capitalista de mercado puede necesitar. Y la izquierda –o lo que muchos entendemos por izquierda– define al capitalismo de mercado como el modo en que unos pocos se apropian de las riquezas de todos.

Pero el discurso de la derecha contemporánea consiste en decir que hay un solo camino y que, por lo tanto, todos dicen lo mismo. Es insostenible: la izquierda y la derecha existen y son completamente diferentes. Me parece increíble escribir esto –y sin embargo tantos lectores escribieron lo contrario. Es cierto que el concepto de izquierda es confuso: años de derrotas, versiones, fracciones, vueltas y revueltas lo han complicado mucho. El viernes pasado traté de explicar qué decía cuando decía izquierda con una pequeña lista obvia, y varios me dijeron que sus puntos eran tan de izquierda como de derecha.

Por eso van aquí algunos ejemplos a propósito de aquella lista: ciertos puntos muy básicos para establecer diferencias. Allí decía que cuando digo izquierda hablo de los que eligen creer que no tiene que haber ricos y pobres –que la diferencia entre los que tienen más y los que menos, si la hay, debe ser muy escasa. (La derecha nunca tuvo problemas con que haya ricos y pobres. Suele presentar la riqueza capitalista como recompensa del esfuerzo; Marx la describió como una forma de apropiación de la fuerza de trabajo ajena, y la izquierda cree que debería desaparecer. Muchos creemos que no debería existir la propiedad privada: todo es de todos y cada cual lo usa como necesita. Es difícil imaginarlo; también era difícil imaginar un mundo sin esclavos o sin reyes).

Que todas las personas deben tener las mismas posibilidades de alojarse, curarse, aprender, trabajar, desarrollarse, y que el Estado sirve para garantizarlo. (La derecha propone, en todas partes, que el Estado debe inmiscuirse lo menos posible en esas cuestiones. En el país más rico del mundo, Estados Unidos, la derecha en el poder ha conseguido que haya más de 30 millones sin cobertura médica, y lo defiende. En Buenos Aires, la semana pasada, el gobierno municipal retiró las becas de 30 mil chicos pobres).

Que debe haber formas reales de participación de los ciudadanos en las decisiones políticas y en el control del gobierno. (La derecha trata de limitar esa participación a la pura delegación –cuando no se erige en dictadura– y habla siempre de esas “instituciones fuertes” que usa para controlar a la población o para desinteresarla de la política. La izquierda cree en la política como participación –aunque muchos gobiernos que se dijeron de izquierda llevaron la tiranía a límites inmejorables.)

Que la Justicia debe hacer justicia. (La derecha querría que este mismo sistema judicial funcionara con más premura y transparencia. En este sistema judicial un rico con un abogado caro tiene una ventaja absoluta sobre un pobre. Y lo que se llama justicia es una construcción ideológica que defiende la propiedad privada, la autoridad, la familia, esas cosas.)

Que ninguna institución religiosa o militar o económica puede imponer sus normas a los ciudadanos. (En la Argentina actual, por ejemplo, el Gobierno permite que la Iglesia le fije la agenda en muchos temas: la cuestión del aborto, entre otras, desapareció del discurso oficial porque Roma lo impuso, y no sólo en Mendoza. Un gobierno de izquierda convocaría a referendos sobre los temas en debate y dejaría que la población decidiera.)

Que el nacimiento, el género, las preferencias sexuales no deben definir el tratamiento que cada cual recibe de los otros. (En los últimos años, la derecha ha oído estos planteos; el resultado es la fantochada de la corrección política, por la cual un negro pasa a ser un afrodescendiente –aunque siga igual de pobre. En la Argentina, por ejemplo, es delito llamar bolita a un boliviano –pero no es delito hacerlo trabajar diez horas diarias por un salario ínfimo.)

Que las personas son más importantes que las patrias. (La patria siempre ha sido el refugio de los canallas de la derecha. En la Alemania de Hitler, la España de Franco, la URSS de Stalin, millones murieron “por la patria”. Aquí, un partido bastante popular definió que primero estaba la patria, después el movimiento, al final los hombres.)

Y esta idea de que no hay izquierda ni derecha tiene un corolario habitual, que un lector retomó con una frase muy en boga. Dijo que “la honestidad no es de derecha ni de izquierda”, y le agregó “como un globo no es ni rojo ni azul, es un globo”. De acuerdo: un globo es un globo, una bolsa de plástico con su boca chiquita que, soplado, guarda aire; el aire lo redondea y le da esa forma que solemos identificar con la palabra “globo”. Todos los globos son eso, pero un globo rojo dice lo contrario que un globo azul en la cancha de Boca, por ejemplo, o en cualquier otro lado. El ser rojo o el ser azul hacen que el globo –que sigue siendo un globo– tenga significados completamente diferentes: realice acciones diferentes.

La honestidad es esa cualidad de quien no quiere apoderarse de lo que no le corresponde por ley o por moral o por costumbre. Y, por extensión, la cualidad del que administra la cosa pública sin aprovecharla para mejorar su cuenta corriente. Pero quien administre muy honestamente en favor de los que tienen menos –dedicando honestamente el dinero público a mejorar hospitales y escuelas– será más de izquierda; quien administre muy honestamente en favor de los que tienen más –dedicando honestamente el dinero público a mejorar autopistas, trenes bala, teatros de ópera– será más de derecha. Quien recaude muy honestamente, sin quedarse con nada, impuestos al consumo de leche y fideos será más de derecha; quien recaude muy honestamente, sin quedarse con nada, impuestos a la renta financiera será más de izquierda. Y sus gobiernos, tan honesto el uno como el otro, serán radicalmente distintos. La honestidad –y la voluntad y la capacidad y la eficacia– son sólo una base. Si existen, deben ponerse al servicio de alguna concepción del mundo: serán, forzosamente, de derecha o de izquierda.

Como todo el resto.

domingo, 14 de setembro de 2008

Todos somos Evo


Lo que está ocurriendo en Bolivia puede sucederle a cualquier presidente que pretenda hacer valer la soberanía nacional.

Miguel Bonasso

Los gobiernos sudamericanos, que se reunirán mañana en Santiago de Chile, deben dar una contundente respuesta al gobierno agonizante de George W. Bush, por su apoyo solapado, pero probado, a favor de los separatistas de Bolivia, que buscan derrocar al régimen constitucional y democrático de Evo Morales.

Aunque las cancillerías de la Argentina, Brasil, Venezuela y otros países de la región ya expresaron su apoyo a la democracia, la paz y la integridad de este país tan castigado y de tanto valor estratégico, es preciso que el conjunto de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) le haga sentir a Washington que la realidad hemisférica es muy distinta de la que imperaba cuando la CIA, la ITT y Henry Kissinger propiciaron el pinochetazo contra Salvador Allende, en aquel otro septiembre negro de 1973.

La dureza de la respuesta diplomática es imprescindible para que los candidatos presidenciales Barack Obama y John McCain sepan que, por encima de diferencias políticas e ideológicas, la diplomacia norteamericana está más que desacreditada en nuestra región, porque el modelo económico que propician ha convertido a América Latina en la zona más inequitativa del planeta.

Tanto el duro McCain, como esa incógnita que es Obama, deben saber que por este camino van mal y sólo conseguirán alentar el profundo sentimiento antinorteamericano que impera en la mayoría de nuestras sociedades.

El ejemplo de la Cumbre de Mar del Plata, en noviembre de 2005, debería resultar aleccionador. Allí la movilización popular del “Stop Bush”, aquel famoso Tren del ALBA, donde viajaron codo a codo el entonces candidato Evo Morales y Diego Armando Maradona, generaron el contexto adecuado para que los presidentes del Mercosur rechazaran de plano la intención de sumergirnos en el ALCA.

Todos somos Evo. Lo que está ocurriendo en Bolivia puede sucederle a cualquier presidente latinoamericano que pretenda hacer valer la soberanía nacional. Especialmente si intenta defender sus recursos naturales.

La estabilidad democrática en Bolivia es esencial para toda América del Sur, pero de manera muy especial para la Argentina y Brasil, que dependen en grado sumo del gas boliviano.

A los presidentes sudamericanos les sobran argumentos para defender a Evo Morales. Sus credenciales son absolutamente impecables. Acaba de ganar el referéndum con el 68 por ciento de los votos y a nadie le caben dudas de que las masas populares de Bolivia, incluidas las que padecen racismo y exclusión en los departamentos separatistas, lo apoyan decididamente.

Está procediendo, además, con una clara vocación pacifista, que excluye la represión violenta de los opositores, a pesar de que uno de los prefectos separatistas, el feudal Leopoldo Fernández, que fue funcionario de los dictadores militares García Meza y Banzer, organizó la reciente masacre de Porvenir, donde hubo al menos quince campesinos asesinados y numerosos desaparecidos.

Sólo apeló a la última ratio, que es el Ejército, cuando los separatistas de la “media luna” se lanzaron a ocupar aeropuertos, estaciones de ómnibus, aduanas y rutas aledañas a los campos petroleros y gasíferos. Lo cual está más que justificado por la índole criminal y racista de las minorías oligárquicas que amenazan balcanizar a Bolivia.

Ha sido tan prudente que algunos sectores populares, indefensos ante los grupos paramilitares del separatismo, se lo reprochan. Su respuesta ha sido eminentemente política:les envió una carta a los cinco prefectos separatistas de Beni, Pando, Santa Cruz, Tarija y Chuquisaca, llamándolos al diálogo. Y ha demostrado en los hechos esa vocación dialoguista al encontrarse con Mario Cossio, el prefecto de Tarija, un ex diputado del derechista MNR que fue colaborador del único presidente de Bolivia que hablaba con acento norteamericano, e l ine f abl e Sánchez de Losada.

Los clásicos “observadores”, supuestamente imparciales, no toman en c u ent a , e n sus llamados abstractos y reiterados a un diálogo de supuestos iguales, la índole fascista de los opositores que ahora ha quedado rubricada con sangre. Pretenden igualar la fortaleza institucional de Morales con la de estos conspiradores atrincherados en sus feudos.

Bolivianos recientes, en muchos casos naturalizados y emigrados de los Balcanes, no ocultan ni su ideología ni sus propósitos. Como Branko Marinkovik, el croata nazi que preside el autodenominado Comité Cívico de Santa Cruz. Hace algunos meses prenunció la masacre con esta frase: “Mi familia conoce la dureza del comunismo, huimos de un país que fue tomado por los comunistas y allí también hubo hambruna. […] Se acerca la guerra, que sepan las madres cruceñas que si vamos a ir a la guerra, vamos a derramar la sangre de sus hijos de manera responsable”.

Tampoco hubo imprudencia alguna en la decisión de expulsar al embajador norteamericano Philip S. Goldberg, diga lo que diga el Departamento de Estado. Goldberg, a quien calificamos en estas mismas páginas como “un experto en secesiones”, había sido un protagonista en la rebalcanización de los Balcanes: entre 1994 y 1996 estuvo en Bosnia y antes de su destino en La Paz fue jefe de misión en Pristina, la capital de Kosovo.

Muchos meses antes de que Evo Morales lo expulsara, tuvo que disculparse ante el presidente boliviano, cuando el asistente de seguridad de la embajada, Vicent Cooper, fue acusado judicialmente de contratar agentes locales para espiar a cubanos y venezolanos en territorio boliviano.

Antes y después de ese escándalo financió a los grupos opositores a través de dos agencias habitualmente utilizadas por Washington para estos menesteres. La NED (National Endowment for Democracy), que cumplió la misma tarea en el golpe de 2002 contra Hugo Chávez, y la USAID, que en los setenta entrenaba a policías sudamericanos, como los que organizaron la Triple A. En enero de 2007 promovió un interesante seminario sobre seguridad y defensa en el que participaron militares norteamericanos, con la clásica excusa de la “ayuda humanitaria al pueblo boliviano”.

Ya vieron los campesinos de Porvenir cómo se canaliza esa “ayuda humanitaria”.

Con estas y otras cartas en la mano, los presidentes sudamericanos que se reunirán mañana en Santiago de Chile deberían señalarle a Washington que ya no hay espacio en la región para tolerar injerencias golpistas.

quinta-feira, 4 de setembro de 2008

Caníbales en el menú


Cuando se habla de los procesos contra los represores, la cuestión sigue siendo: ¿Qué hacer con los caníbales?

Por Reynaldo Sietecase.

-¿Sabe por qué en la Argentina no hay caníbales?
–La verdad, no tengo ni idea.
–No quedó ninguno porque los comimos a todos.

Como tantas otros, este diálogo es atribuido al inagotable legado oral de Jorge Luis Borges. Hace unos días me recordó esta idea el doctor Andrés D’Alessio cuando lo consulté sobre la eventual prisión domiciliaria que se le podría conceder al represor Antonio Domingo Bussi. D’Alessio integró el tribunal que en 1985 condenó a los comandantes de la última dictadura militar en un fallo histórico y fue hasta 2002 decano de la Facultad de Derecho de la UBA. Mientras conversábamos, cientos de militantes de izquierda y de algunas organizaciones de derechos humanos se enfrentaban con la Gendarmería en los alrededores de los tribunales tucumanos. Estaban furiosos porque los jueces que condenaron a prisión perpetua a Bussi y a su colega Luciano Benjamín Menéndez, no se expidieron sobre el pedido que hizo el fiscal para que Bussi cumpliera la pena en una cárcel común. Por un momento, los incidentes empañaron un día histórico para la Justicia argentina. Fue allí cuando D’Alessio citó al escritor.

Cuando se habla de los procesos judiciales que se siguen contra los represores, la cuestión sigue siendo la misma: ¿Qué hacer con los caníbales? La única respuesta posible, desde el estado de derecho, es no comérselos. Lograr que la conclusión borgeana funcione como el límite que no hay que cruzar. El desafío es otorgar a los represores las garantías y derechos que ellos cercenaron durante la dictadura.

El Tribunal Oral en lo Criminal Federal consideró que tanto Bussi como Menéndez, por los cargos que ejercieron, fueron autores mediatos de conformar una asociación ilícita, violar el domicilio de Vargas Aignasse, secuestrarlo, torturarlo, asesinarlo y favorecer su desaparición. También consideró que estos delitos fueron considerados de lesa humanidad.

El diputado Gerónimo Vargas Aignasse, hijo del legislador desaparecido, explicó que no era importante en qué lugar el ex general Bussi cumpliera la condena. “Si los jueces opinan que, por su salud, debe hacerlo en su casa, así debe ser” y agregó: “Sólo espero que viva mucho tiempo para que pueda reflexionar sobre sus actos”. La sensatez del diputado peronista –a tono con la histórica lucha pacífica de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo– contrastó con la postura de los sectores que intercambiaron palazos con la policía y trataban de impedir el traslado de Bussi.

Los reparos sólo pueden entenderse a la luz de la flexibilidad en las condiciones de detención que tuvieron ciertos detenidos en las reparticiones militares, pero el Ministerio de Defensa acaba de prohibir esos alojamientos.

Cualquier otra opción estaría más cerca de la ley del talión. ¿La recuerdan? Esa norma, que puede rastrearse en el Antiguo Testamento, demandaba un castigo que tuviera relación directa con el crimen cometido. De allí la frase que aparece en el Éxodo: “Ojo por ojo y diente por diente”. El famoso Código de Hammurabi (del 1792 a.C.) explica en la ley 229 la reciprocidad de los castigos: “Si un arquitecto hizo una casa para otro, y no la hizo sólida, y si la casa que hizo se derrumbó y ha hecho morir al propietario de la casa, el arquitecto será muerto”. Y luego, va más allá, “si ella hizo morir el hijo del propietario de la casa, se matará al hijo del arquitecto”. Los delitos menores, tenían también reparaciones menores. Quien robaba una cabra tenía la obligación de devolver una cabra. Un robo podía llevar a la mutilación de la mano del ladrón. Es decir que existían compensaciones físicas para los delitos cometidos, algo que todavía ocurre en algunos países musulmanes. Con ese criterio, a Bussi y Menéndez no les alcanzarían centenares de clones para satisfacer a los damnificados por los crímenes aberrantes que ordenaron.

El “ojo por ojo” fue desapareciendo con la evolución de los ordenamientos jurídicos. Al mismo tiempo que la venganza –que conlleva una idea alejada de la reparación justa– era cuestionada por el cristianismo y el judaísmo.

En este momento, en los distintos tribunales del país, se tramitan unas 1.200 causas vinculadas a la violación de los derechos humanos durante la dictadura. Se estima en poco más de mil las personas involucradas. Hay 403 detenidos, 336 en carácter preventivo y 67 procesados en libertad. Fueron condenados 28 represores y hay 55 prófugos. Sólo en el penal de Marcos Paz hay medio centenar de detenidos (Luis Abelardo Patti, Miguel Etchecolatz, Julio Simón, Jorge “Tigre” Acosta, Christian von Wernich, Jorge Radice, entre otros). El proceso –que cuenta desde hace cinco años con el decidido apoyo del poder político– es imparable y debe tener como único horizonte la reconciliación con justicia y memoria.

Mientras sectores vinculados a la derecha más reaccionaria insisten con su idea de equiparar los crímenes cometidos por la guerrilla con los realizados por el aparato estatal, es fundamental no caer en la tentación de incluir caníbales en el menú de la democracia.

sábado, 30 de agosto de 2008

El conflicto que salió de las aulas y ganó la calle


Los alumnos tomaron 14 colegios y se movilizaron con los docentes al Ministerio de Educación. Narodowski fue interpelado en la Legislatura, donde afirmó que no se darán apoyos escolares “si los padres son propietarios”.

“Ni siquiera saben escribir bien.” Esta frase no la dijo el ministro de Educación porteño, Mariano Narodowski, sino Fátima S.: una de las 30 mil alumnas que en lo que va de este año –y mediante un comunicado de sintaxis extraña– se enteró de que dejaba de percibir la beca que el gobierno de la Ciudad otorga a los sectores estudiantiles con menos recursos. Fátima es abanderada del colegio Nicolás Avellaneda y es la punta paradójica, casi pintoresca, de un iceberg que toma dimensiones cada día más brutales: ayer, los alumnos de 14 colegios dependientes del gobierno porteño marcharon hacia el Ministerio de Educación pidiendo el reintegro de las ayudas económicas, y aseguraron que hoy decidirán cómo continuar el plan de lucha.

Ayer la calle estuvo caliente, pero en la Legislatura la temperatura subió todavía más: mientras padres y alumnos de la Escuela Superior Mariano Acosta le gritaban “mentiroso”, el ministro Mariano Narodowski ratificó la quita de los beneficios estudiantiles en favor de una “mejor redistribución del presupuesto”, y agregó que el gobierno de Mauricio Macri había decidido negar las becas a aquellos chicos cuyos “padres sean propietarios de sus casas”.

Con esta última declaración –que Narodowski negó en diálogo con Crítica de la Argentina–, el oficialismo terminó de sellar el que probablemente es el mayor desencuentro en tiempos democráticos entre el gobierno de la Ciudad y las escuelas que de él dependen. La polémica de las becas enfrentó al ministro ya no sólo con los alumnos porteños, sino con buena parte de la comunidad educativa. “No celebro la toma de un colegio, pero sí estoy convencida de que hay que revisar urgentemente el tema de las becas –opina Silvina Gvirtz, investigadora del Conicet y directora de la maestría de la Universidad de San Andrés–. Si tomás semejante medida, estás obligado a hacer un estudio caso por caso y explicar por qué quitás cada beneficio. Hay que presumir la inocencia de las personas. Pero al retirar 30 mil becas, estás presumiendo la culpabilidad de todas”.

Según datos de la Defensoría del Pueblo, el 31% de las solicitudes rechazadas por el Gobierno de la Ciudad corresponde a alumnos que declararon ingresos en sus hogares menores a 750 pesos. Estos números –tal como denunció este diario el pasado 15 de agosto– incluyen a la mayor parte de los estudiantes de las ocho Escuelas de Reingreso de la ciudad, donde cursan jóvenes embarazadas y en situación de vulnerabilidad. A esto se suma una segunda polémica: una resolución del Boletín Oficial publicada en julio notifica que hay cerca de 10 mil becas que aún no fueron otorgadas. Por todo esto, los integrantes de la Comisión de Educación de la Legislatura interpelaron ayer al ministro Narodowski, y repitieron un pedido para un nuevo encuentro el próximo lunes.

Entre tanto, la Coordinadora de Estudiantes Secundarios está decidiendo si seguirá con las tomas. “Creo que este recurso que usan los estudiantes es una manifestación más de un proceso de desinstitucionalización que hay en la Argentina –opina Guillermina Tiramonti, directora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales–. No justifico las tomas, pero las ubico en contexto: a nivel social también se aplican los recursos de protesta extremos. En este país los temas que deben discutirse en el seno de las instituciones, empiezan a discutirse mediante manifestaciones de fuerza. Y en las manifestaciones de fuerza hay medición de fuerza, no argumentos”.

EN LA CALLE. Con dientes metálicos, mochilas pintadas, pancartas –“La ciudad trabaja y Macri se rasca el culo”, decía una– y hasta bolsas de dormir colgando del morral, una multitud de estudiantes caminó por Avenida de Mayo en la tarde de ayer. Si bien la inmensa mayoría eran alumnos, también había padres y docentes. “Los chicos están orgullosos de la escuela, están acá defendiendo sus derechos –aseguró Enrique Vázquez, 50 años, profesor de Historia del Colegio Nicolás Avellaneda: la única institución que hizo una maratón de 24 horas de clases (ver recuadro)–. Los chicos tienen una actitud madura, responsable y reflexiva. Lástima que las autoridades no lo ven”.

Gracias a las becas por las que reclaman los alumnos, Mariela, 16 años, cinco hermanos, alumna del colegio Mariano Moreno, hasta el 2007 podía comprarse los libros de estudio. “Con el dinero compré útiles, viajé en colectivo, saqué fotocopias y pude tener libros –explicó a Crítica de la Argentina–. No me alcanzó para mucho, pero este año no me la dieron y fue difícil conseguir los libros. Tuve que usar carpetas y útiles del año pasado, pero hubo gastos que dejé de lado. No voy a dejar de estudiar, porque quiero terminar el secundario, pero sin la beca es difícil ir a la escuela”.

Las becas, en rigor, no fueron el único reclamo de los alumnos durante la marcha del viernes. También pidieron salarios dignos para los docentes (Mauricio Macri aseguró ayer que son los mejores pagos del país, pero los números lo contradicen; boleto estudiantil a 5 centavos hasta 5º año, reparaciones edilicias y la anulación de una medida reciente que es, probablemente, la segunda decisión más antipopular del Gobierno: pedir una lista con los alumnos que toman las escuelas. “Este pedido de listas me parece definitivamente mal –opina Inés Dussel, investigadora en Educación de FLACSO–. Habría que preguntar qué pasa con los mecanismos de expresión de estos estudiantes y por qué la toma, en vez de ser una de las últimas medidas, es la primera”. Para Dussel, una respuesta probable es que en la Argentina se radicalizaron las protestas sociales. Y la escuela pública, más por suerte que por desgracia, sigue siendo parte del país.

En el Avellaneda, toma con clases

“La educación se defiende con educación”, fue el slogan de los alumnos del colegio Nicolás Avellaneda de Palermo, el único de los catorce en conflicto que resolvió, en una multitudinaria asamblea de alumnos, hacer una toma con clases. “Es para que no digan que somos unos pendejos que usamos lo de las becas para no tener clases”, sostuvieron. El resultado fue una maratón de 24 horas de clases: una especie de paro a la japonesa desde las 7.45 del miércoles a las 7.45 del jueves. Un profesor contó que se organizaron para dar clases de acuerdo con las posibilidades de cada uno. “No le queríamos hacer el juego al Gobierno de dejar a los chicos sin clases, entonces decidimos que no tenían que quedarse solos”.

TEXTOS Y PRODUCCIÓN: JOSEFINA LICITRA, TAMARA SMERLING Y CANDELARIA SCHAMUN

quarta-feira, 27 de agosto de 2008

Un niño de 3 años sabe muchas cosas


Que el sol es de fuego, que la Luna queda lejos. Todavía no distingue a quién quiere embaucarlo. Pero denle tiempo, porque el niño sabe.

Por Josefina Licitra.

Sabe que hay animales que comen plantas y otros que comen carne, y que los elefantes –aunque no comen carne– son peligrosos porque pueden pisotearte sin querer: una forma de enterarte de que los buenos también son capaces de hacer daño.

Sabe que su color preferido es el rojo, que preferido es igual que favorito, y que favorito es lo que más les gusta a las personas sobre la faz de la tierra. Le enseñaron que vive en el planeta Tierra, en el país Argentina, en la calle Ramón Falcón.

Que las calles se cruzan cuando enciende el color verde y que adentro de los autos hay que usar el cinturón. Cuando pasa por su esquina, un niño de tres años es capaz de distinguir a un policía de una puta: la puta tiene tetas grandes y sonríe cuando el niño la saluda. El policía, bueno, el policía sólo hace caritas en las propagandas sobre el tránsito: sabe entonces un niño, a los tres años, que lo que dice la tele puede no ser cierto y que mirar la tele es, en última instancia, un ejercicio de fe. Uno elige en qué creer y entonces él confía en la existencia de Pucca, Kung Fu Panda, los Backyardigans y Marcelo Tinelli.

Después de confiar, pide productos. Y entiende, o al menos va entendiendo, que el precio de tener algún juguete suele ser perversamente alto: los juguetes se compran con dinero, el dinero se compra con trabajo de sus padres y el trabajo significa que ese niño, durante varias horas, a lo largo de muchos días, está sin sus papás. Así aprende el niño que la felicidad se paga. Pero aprende, antes que nada, que a veces es buen negocio pagarla.

Un niño de tres años percibe que las personas y los animales mueren. No queda claro cómo es que lo advierte porque los padres se empeñan en mentirle, pero él un día se tira al piso y grita “me morí”, y con sólo gritarlo está diciendo que él sabe, o presiente, que hay cosas que los padres le ocultan.

Sabe que el sol es de fuego, que la Luna queda lejos y que hay lugares a los que nunca se llega.

A los tres años, un niño tiene claro que no quiere ser viejito. Quiere ser grande pero no viejito, porque los viejitos se ven –el niño se encorva– así. Y nadie, ni siquiera un niño –sobre todo un niño– quiere verse así.

También sabe que hay otros niños que mueren. Una vez, por descuido, vio la imagen de una criatura ensangrentada por las bombas y sus padres apagaron la pantalla, pero ya era tarde: la imagen para siempre, en la pupila del niño.

–El nene estaba dormido –mintió la madre.
–No. Estaba muerto –dijo el niño.

Un niño a los tres años sabe decir “está muerto” aunque no sepa qué es la muerte. Como los adultos, como todos los que estamos vivos.

Hay, por otro lado, cosas que un niño, a los tres años, no sabe. No sabe decir “creo en Dios” porque ni siquiera sabe decir “Dios”.

No le contaron que en las reuniones sociales hay que deslizar que se leyó a Houellebecq. No tiene idea de cómo se hacen los bebés –y menos de por qué–, y tampoco sospecha que su mamá lloró en la ducha el día de su tercer cumpleaños: un llanto de felicidad, que no es otra cosa que la cara más amable de la desesperación.

No sabe fingir, un niño de tres años. No le sale la impostura y las mentiras se le vuelven carteles en los ojos.

Tampoco intuye que la mayor parte de las propagandas, las revistas, los programas infantiles y los espectáculos de las vacaciones de invierno lo trataron y lo tratan como si él fuera eso: un exhibidor de carteles, alguien que no sabe. Una criatura que sólo tiene cabeza para elegir –como muestra Territorio Kids: el primer blog creado por el marketing para saber qué colocarle a qué niño– si son mejores las Barbies o las Bratz, o si es preferible el batido Chocolek con gusto a vainilla o con gusto a galleta.

El niño todavía no sabe distinguir quiénes quieren embaucarlo y quiénes no.

Pero denle tiempo, porque el niño sabe mucho.

Sabe, por ejemplo, que se llama Joaquín. Y saber su nombre, a esta altura, es más importante que saberlo todo.

NOTA DO OMAR: Enbaucar: Trapacear, tapear, enganar, iludir.

sexta-feira, 22 de agosto de 2008

En Rosario votaron por el aborto

Rosário, Argentina:

El Consejo Deliberante de la ciudad santafesina de Rosario vivó anoche una jornada histórica, ya que aprobó por amplia mayoría un proyecto de declaración que apoya la despenalización y la legalización del aborto, e insta al Congreso nacional a que esta iniciativa tome estado parlamentario.

El proyecto inicial había sido presentado por la concejal Marisa Pugliani, del partido socialista, y tras moderarse en las comisiones de Salud, Derechos Humanos y Gobierno, ingresó al recinto y fue aprobada con diecisiete votos a favor y tres en contra.

A pesar de la amplia diferencia con la que ganó la posición oficialista, el debate que duró cuatro horas tuvo polémicas alocuciones que provocaron fulgor en las hinchadas de ambos bandos que se asentaron en las tribunas. Se escucharon cantos como“¡Asesina – Asesina!” y “¡Viva la Vida!”

En la sesión, hubo una clara división en el bloque del Frente para la Victoria, ya que su titular Arturo Gandolla votó a favor y sus otros dos miembros votaron en contra.

"No es cierto que la despenalización genere más abortos. En España, durante el exilio, viví de cerca la polémica y he visto morir a una compañera por una práctica clandestina", argumentó.

quinta-feira, 14 de agosto de 2008

La primera FM del país a energía solar


Es la tercera emisora comunitaria creada por el Movimiento Campesino de la provincia para defender el derecho a la posesión de la tierra.

Es de noche y el Tucumano está allá arriba, colgado en la punta de una antena de 42 metros clavada en el monte santiagueño. No hay Luna, así que todo depende de su linterna y de su equilibrio. Abajo, varias personas se apretujan en un estudio y esperan con ansiedad contenida que la maquinaria de cables y botones funcione.“¿Y? ¿Anda?” “No, todavía no.” El Tucumano, que ahora está en tierra firme sugiere que cambien unos cables. “¿Y ahora?” “¡Anda!” Al micrófono, Margarita, de 17 años, transmite: “Muy buenas noches, aquí estamos en el paraje Las Lomitas, en una de las radios del Mocase Vía Campesina. Es la primera vez que salimos al aire, nos llamamos Paj Sachama, que significa vuelo del monte, y estamos funcionando con energía solar”. Aplausos, abrazos y Charly García de fondo que canta: “Alguien en el mundo piensa en mí”.

Una escena similar se repitió en abril de 2003 cuando se inauguró en Quimilí la primera radio comunitaria del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (Mocase), instalada con la ayuda de los fundadores de la FM porteña La Tribu. Ernesto Lamas –uno de ellos– lo va a recordar rumbo a Las Lomitas: “Hace ocho años llegó a La Tribu un documento del Mocase en el que hacían una feroz autocrítica por no saber cómo comunicar lo que hacían, y una alternativa era armar una radio”. A principios de 2000 miembros del Mocase se reunieron con directivos de La Tribu, y después de superar algunas desconfianzas (llegaron a preguntarnos: “¿Pero ustedes no nos quieren usar, no?”, dice Lamas), el proyecto –que consiguió financiación de municipalidades andaluzas– derivó en la instalación de cinco radios. Tres ya están funcionando y son operadas, en algunos casos, por campesinos que aprendieron a leer y escribir empujados por las ganas de salir al aire. Entre ellas está la flamante Paj Sachama, allí donde la electricidad no llega pero el sol sí: es la primera radio comunitaria a energía solar en la Argentina.

TIERRA MODELO. El Mocase –hoy dividido en tres ramas– nació en 1990 ante una necesidad de los campesinos santiagueños de organizarse para defender sus tierras frente a poseedores de títulos fraguados. La rama del Mocase más numerosa es la alineada con la Vía Campesina, agrupa a unas nueve mil familias, no se organiza de manera jerárquica y promueve, además de la defensa de la tierra amparados en la posesión veinteñal, la independencia económica basada en el concepto de soberanía alimentaria: autoabastecerse.

La central de Quimilí, a 200 km al noreste de la capital provincial, es una muestra modelo de la dinámica del movimiento. Tan modelo que del Primer Mundo se vienen al culo del mundo para verla. Como este grupo de 30 españoles de Ingenieros sin Fronteras que se asombran por la fábrica de queso que se alimenta con energía solar, por la escuela de agroecología, por el proyecto de biogás con suero y bosta de chancho. Y no es moda ecológica para los campesinos no usar pesticidas ni semillas modificadas: siempre fue así. De ahí que para ellos el triunfo de la soja en el “conflicto del campo”, signifique más contaminación con glifosato (el herbicida usado para la soja prohibido en casi todo el mundo) y la pérdida de variedad de cultivos.

MONTE ADENTRO. Para llegar a Las Lomitas desde Buenos Aires hay que hacer 950 kilómetros al Norte, hasta Quimilí. Mientras se atraviesa Santiago del Estero, uno imagina que esos campos de sospechoso verde antes eran puro monte: la soja borró el desierto, pero también sus árboles achaparrados. Hace tiempo que el paisaje es otro. Desde Quimilí, el itinerario indica otros 400 kilómetros hacia el límite con Tucumán, hasta llegar a la boca del monte que todavía resiste: en San José del Boquerón se abre una huella arenosa que lleva a Las Lomitas y que con cada vuelta de neumático, se eriza en remolinos de polvo blanco.

La central del Mocase de Las Lomitas reúne a 110 familias que viven desperdigadas en unos 70 kilómetros cuadrados. Allí elaboran zapallo y zanahoria en almíbar y envasan miel. Cada quince días, se reúnen para decidir temas del movimiento, muchas veces ligados a amenazas de desalojo o a los ataques que, según consta en denuncias hechas ante Naciones Unidas, reciben de grupos paramilitares.

Pero hoy todo es distinto. Los esfuerzos están puestos en la primera transmisión de Paj Sachama. Cacho se apura a lavar los paneles solares y explica: “Una vez que la batería cargó, alcanza para cinco días. Es un sistema caro de instalar, pero después no tiene casi costo”. Cacho hizo un curso en energías alternativas y también tuvo su programa en la radio Del Monte, en Quimilí. “Lo interesante de esta radio en Las Lomitas es que le vamos a llevar información a la gente que de otro modo no se entera. Y sabemos que si estamos informados podemos defendernos.” A pocos metros, en su rancho, está Ramón. Troza un cabrito –uno de los 200 que nacieron hace poco– para el festejo de la noche y con cada hachazo del cuchillo, desafía sus setenta años: “Mi padre vivió hasta los 110. Nosotros nos curamos con las hierbas del monte, somos indígenas lule-vilela”. Ramón, que participó de varios congresos del MST en Brasil, habla con conciencia de posesión mutua: él pertenece a este lugar, por eso este lugar le pertenece.

“Pero hay muchos que no lo entienden todavía.” El que lo dice es Juan, uno de los locutores que estará a cargo de un programa de la FM de Las Lomitas. “La idea es juntar compañeros a través de la radio, si estamos solos no hacemos nada. Hace dos semanas aparecieron unos tipos en Corral Quemado que reclamaban 600 hectáreas. Nosotros los corrimos porque tenemos en claro que poseemos la tierra, y que si estos tipos vienen y plantan soja, nos matan todo y nos dejan en la miseria.”

Juan va a repetir esto cuando tenga su programa al aire. Pero ahora, frente al micrófono de la Paj Sachama, ya se formó cola: todos quieren hablar, mandar saludos, dedicar un chamamé. “Para ellos la radio es una herramienta política y para nosotros es esa magia que se genera entre personas que unas horas antes sólo tenían la idea rebelde de ocupar un espacio y que ahora pueden gestionar un medio propio sin depender de nadie”, dice Lamas antes de subirse al móvil de La Tribu, ese que a fin de año va a volver al polvo santiagueño para concretar la cuarta FM del Mocase, en el pueblo de Pinto.

sábado, 26 de julho de 2008

Estafas del modelo privatizador


Por Pino Solanas, Crítica Digital

La iniciativa del Gobierno de estatizar Aerolíneas Argentinas plantea serios interrogantes a la vez que confirma el rotundo fracaso del modelo privatizador de los transportes públicos. Siguiendo los anuncios gubernamentales y con una negociación en manos del secretario de Transporte, hay que preocuparse: Ricardo Jaime estuvo ligado al escándalo de Southern Winds y al de LAFSA.

El Estado paga los salarios del personal sin haberla dotado de un solo avión. Ahora el Gobierno debe explicar a la ciudadanía cómo fue posible que aceptara los balances fraudulentos presentados por Marsans en estos años y que fueron antes cuestionados porque ocultaban el quebranto. Se pretende retomar Aerolíneas con su flota y oficinas internacionales vendidas, los talleres vaciados y un pasivo de u$s900 millones.

Lo más probable es que sea otro capítulo del viejo culebrón "El Estado Rebobo", que cuenta cómo se lo roba y vuelve a hacerse cargo de las deudas que deja el agradecido concesionario privado. ¿Qué enseñanzas deja el vaciamiento y privatización de nuestra línea aérea de bandera? ¿Qué medidas deberían tomarse para evitar otra defraudación? ¿Debemos retomar Aerolíneas o crear una nueva empresa –esta vez pública– retomando sus rutas y excelente personal?

LA PRIVATIZACIÓN. Aerolíneas Argentinas fue creada en 1950 por el gobierno de Perón y llegó a ser líder de las compañías del hemisferio sur. Daba beneficios y era considerada de las más seguras del mundo. Al comienzo de los años 90 fue valuada en algo más de u$s600 millones, muy por debajo de su valor real. La tasación del Boeing 707 –que estaba volando– fue de un dólar, lo que motivó el pedido de la Fuerza Aérea para que se lo cedieran, y aún sigue operando. Contaba con una flota de 28 aviones propios y uno alquilado, con rutas internacionales y el monopolio de las de cabotaje.

Al momento de la licitación, el único interesado fue Iberia, que ofertó u$s260 millones en efectivo por el 85% de las acciones, más otros u$s560 millones en títulos de la deuda argentina, que cotizaban en el mercado al 20% de su valor nominal, pero se los tomaba al 100% para comprar empresas del Estado. Eran los tiempos alegres del Plan Brady-Cavallo.

La privatización de Aerolíneas se consumó con abusos jurídicos y económicos inaceptables. Para comprarla, Iberia hipotecó la flota de aviones de nuestra compañía y la Corte Suprema inventó la oscura teoría del per saltum para sacarle la causa al juez natural Garzón Funes.

Allí no terminó la cosa: los talleres de Aerolíneas, que contaban con 3 simuladores de navegación e innumerables repuestos, fueron vaciados y transferidos a Madrid; se levantaron rutas internacionales y nacionales mientras los aviones y las oficinas en París, Nueva York y otras capitales se vendieron.

Para evitar la quiebra, en 2001 el gobierno español extendió un crédito de €800 millones al grupo Marsans destinado a pagar las deudas de Aerolíneas y comprarla. El nuevo operador las pagó en parte y el resto del dinero fue desviado hacia otros fines. Como su hermana venezolana Viasa –también comprada por Iberia– Aerolíneas terminó vaciada y quebrada.

CRISIS Y COLAPSO DEL TRANSPORTE. Las concesiones ferroviarias que se arrastran desde Menem constituyen una estafa a la sociedad. El modelo kirchnerista de patria subsidiada alcanza en ellas su máxima expresión: el Estado paga los salarios de los trabajadores y todas las roturas y reposiciones de material. Los concesionarios realizan las reparaciones de rodados y estaciones, facturando varias veces por encima del valor real. Las denuncias de sobreprecios efectuadas en estos años fueron desoídas por el Gobierno y la Justicia. En los 37 talleres fábrica se robaron miles de repuestos nuevos, máquinas y herramientas dejados en custodia. El saqueo fue total y no se conocen acciones penales.

En cuanto a la calidad del servicio, se suprimieron los trenes a las provincias y las cargas pasaron a las carreteras, que terminaron colapsadas, multiplicando los muertos y heridos; nunca los pasajeros fueron tan maltratados ni los aviones tuvieron tan poco mantenimiento técnico.

En síntesis, los ferrocarriles se privatizaron porque perdían u$s1 millón por día. Hoy cuestan u$s3 millones diarios y sólo queda el 20% de los ferrocarriles que teníamos. Los transportes y las comunicaciones son asuntos estratégicos que exigen un gran debate y la convocatoria a universidades y organizaciones sociales y políticas para estudiar un nuevo modelo de gestión de los servicios públicos.

¿OTRA FALSA "ARGENTINIZACIÓN"? Ahora el Gobierno sale en salvataje del concesionario español que deja la empresa con una deuda que ronda u$s900 millones, un solo avión propio y 43 alquilados, pero la mitad no vuela por averías.

¿Por qué el Estado argentino, siendo acreedor de Aerolíneas, tiene que hacerse cargo del quebranto? ¿No pasó lo mismo con la vieja privatización de Austral, quebrada por el grupo Pescarmona? ¿Otra vez pagaremos deudas para volver a entregar la empresa al capital privado o a López Mena, dueño de Buquebús o será otra falsa "argentinización" como la de YPF-Repsol con el banquero Ezquenazi? ¿Se exigirá una auditoría de inventario de los bienes entregados? ¿Cómo y quiénes tasarán la fundida compañía cuyo activo son las rutas y el personal?

Frente a las alternativas que abre el traspaso de Aerolíneas al Estado, recordemos que los servicios públicos como las escuelas y los hospitales no tienen como objetivo dar ganancia sino un servicio social a la comunidad. Los transportes y las comunicaciones son asuntos estratégicos que exigen un gran debate y convocar a las universidades y organizaciones sociales y políticas para estudiar un nuevo modelo de gestión pública.

ALTERNATIVAS AL MODELO. ¿Cuál es la alternativa a la vieja empresa estatal bajo control del partido gobernante o a la compañía privada que busca beneficios rápidos a cualquier precio? ¿Con lo que se piensa gastar: no es hora de partir hacia un nuevo modelo de empresa pública donde los usuarios y trabajadores participen en su control?

El debate postergado entre lo público y privado sigue ocultando falsos mitos como que el Estado es mal administrador. Las instituciones no son responsables de sus conducciones como no lo es el automóvil ante su víctima. Las privatizaciones demostraron lo contrario de lo que anunciaban: fueron y siguen siendo un pésimo negocio y un robo a la Nación.

El Gobierno nacional no tiene el proyecto de reconstruir la aeronavegación. Las rutas de cabotaje comenzaron a cederse a compañías extranjeras cuando el Estado –además de Austral– cuenta con dos empresas que esperan se las dote de equipos: LAFSA, con personal y sin aviones, y LADE, con una vieja flota donde vuelan pocos aviones.

¿No sería más sensato que en base a ellas y al personal y rutas de Aerolíneas se invierta en una nueva compañía lo que se piensa pagar por las deudas de Marsans? La Comisión Bicameral de Seguimiento de las Privatizaciones, hasta hoy fue cómplice del despojo. Es de esperar que esta vez el Congreso impulse un gran debate sobre el futuro de la aerolínea de bandera y la reconstrucción del sistema integral de transporte.

* Referente de Proyecto Sur.

quarta-feira, 11 de junho de 2008

Muere, maldito diario papel


CRÍTICA DIGITAL:

Eduardo Blaustein
11.06.2008

Profetizar en este mundo en apariencia racional es una actividad libre y gratuita. Si todavía se emiten documentales seudoinquietantes sobre las grandes pegadas de Nostradamus, es natural que cada tanto la comunicación global trompetee profecías improbables.

En los últimos tiempos una de las más socorridas es la que le pone fecha de defunción a la prensa gráfica y su reemplazo por la reluciente prensa digital, a la que se pone en el lugar de digna y merecedora ganadora de la contienda. Esta vez la predicción proviene de alguien con una trayectoria respetable: el periodista especializado Philip Meyer, también catedrático de la Universidad de Carolina del Norte. Meyer es minucioso: dice que el año fatídico será 2043. A partir de entonces ya no habrá diarios de papel para los humanos.

Medio mundo, desde el primer estallido de la era informática, alguna vez ha dicho algo parecido. Bill Gates hace años plantó la lápida en el 2020. Y en los últimos días adhirieron con sus matices altos escribas de The New York Times y The Economist. Consultado por los augurios, José Luis Cebrián, mítico fundador de El País de España, fue escueto. Sugirió preguntar “quién es nuestro asesino, porque muertos, lo que se dice muertos, ya lo estamos”.