quinta-feira, 15 de janeiro de 2009
SEGUNDO A REVISTA "TIME", ISRAEL NÃO TEM COMO TRIUNFAR EM GAZA
Crónica de una guerra con final anunciado
El semanario más importante de EE.UU. asegura que Tel Aviv debe negociar con Hamás y aceptar la creación de un Estado palestino.
Además de señalar la “reacción desproporcionada” de Israel a los ataques lanzados por Hamás y denunciar que la mayoría de las mil víctimas palestinas son civiles, las críticas internacionales a la ofensiva en Gaza apuntan también a las pocas probabilidades de triunfo que ofrece la estrategia militar del Estado hebreo. “¿Por qué Israel no puede ganar?”, disparó el popular semanario norteamericano Time en el título de tapa de su último número. La nota ofrece una respuesta inequívoca y un panorama sombrío para la paz en la región. “Los políticos y los generales israelíes saben que la eliminación total del entramado militar de Hamás llevaría semanas, e incluso que podría ser imposible -afirma el autor del artículo-. El desenlace más realista es una tregua negociada e insatisfactoria que dejaría a Hamás herido pero vivo y capaz de recuperarse, y a Israel sólo temporalmente a salvo de los ataques”.
“Cada día que pasa, la guerra contra Hamás se vuelve más riesgosa a medida que los costos superan a los beneficios. Idealmente, en un conflicto moldeado por las imágenes de televisión, Israel desearía una rendición en la que los comandantes de Hamás salgan arrastrándose desde sus refugios subterráneos con sus manos en alto. Sin embargo, es más probable que la muerte de civiles se convierta en la imagen predominante de esta guerra”. A pesar de la derrota que supondría la supervivencia de la agrupación islámica en Gaza, el artículo de Time asegura que Hamás es sólo uno de los desafíos que enfrenta Israel, “muchos de los cuales ensombrecen la viabilidad del estado demócratico judío en el largo plazo”.
Uno de ellos es la incapacidad de extinguir por la fuerza “el fervor ideológico de los militantes de Hamás” y la dificultad para conservar el apoyo de los gobiernos árabes moderados al enfrentamiento que Israel mantiene con Irán, cuyo gobierno financia y provee armas a las milicias de Hamás y Hizbulá. Según Time, “al asesinar a cientos de palestinos, Israel impide que haya un frente común con los estados sunnitas para contener las ambiciones nucleares iraníes”.
El otro factor que impediría una victoria de Israel en el largo plazo es “la bomba de tiempo demográfica”. Los 7,1 millones de israelíes se dividen en 5,4 millones de judíos y 1,6 millones de árabes, pero con la población de Gaza y Cisjordania los musulmanes son mayoría en esa región. “Es una perspectiva catastrófica para una nación que se define por la fe. Llegado cierto punto, los israelíes deberán elegir entre vivir junto a un Estado palestino independiente y observar cómo los judíos se convierten en una minoría en su propio país -advierte el semanario-. No sólo dejaría de ser un Estado judío, sino que tampoco sería democrático a menos que otorgue a los árabes una cuota de poder”.
Para Time, el cambio demográfico significa que “el status quo no será positivo para Israel durante mucho más tiempo”, y que deberá replegarse a las fronteras previas a la Guerra de los Seis Días en 1967 porque “sólo así los palestinos y otros países árabes acordarán una paz duradera. La cruda realidad es que Israel deberá negociar con Hamás”.
Un arma poco convencional
Después de trabajar once días como voluntarios en Gaza, los médicos noruegos Erik Fosse y Mads Gilbert denunciaron que el Ejército israelí utiliza un explosivo experimental conocido como DIME (siglas en inglés de Explosivos de Metal Inerte de Alta Densidad), capaz de amputar los miembros de una persona sin destruir el resto del cuerpo. Las DIME combinan material convencional con compuestos químicos a base de tungsteno, y fueron diseñadas para concentrar la energía de una explosión en un radio de ocho metros.
Crítica Digital
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