As cabras são capazes de perceber diferentes expressões humanas e preferem pessoas sorridentes, segundo um estudo publicado nesta quarta-feira.
"Sabíamos que as cabras prestavam atenção na linguagem corporal humana, mas não sabíamos como reagiam a certas expressões como raiva e felicidade", explicou à AFP Christian Nawroth, um dos autores do estudo, publicado na Royal Society Open Science.
"Mostramos pela primeira vez que as cabras não apenas são capazes de distinguir estas expressões, mas que também preferem interagir com rostos felizes", acrescentou o biólogo, funcionário da Universidade Queen Mary de Londres, que realizou a pesquisa no verão de 2016.
A cabra não é o único mamífero que reconhece emoções humanas.
Os cães, domesticados desde a pré-história, sabem reconhecer muito bem as expressões dos rostos humanos. Recentemente, estudos mostraram que os cavalos também são capazes de perceber tais expressões faciais e recordá-las.
Estas duas espécies "foram domesticadas para cooperar com os homens em vários contextos como a caça, a proteção e o deslocamento", e a percepção das expressões faciais humanas é, provavelmente, fruto de uma adaptação das duas espécies a "estes contextos cooperativos".
Por outro lado, "as cabras foram domesticadas unicamente para fornecer diferentes produtos destinados ao homem", e os esforços de seleção se concentraram em tamanho, reprodução, produção de leite e etc.
A equipe de pesquisa observou o comportamento de 20 cabras diante de rostos humanos em um abrigo em Buttercups, em Kent (Reino Unido), onde os animais podiam se deslocar livremente.
A cada vez eram apresentadas a duas imagens em preto e branco da mesma pessoa, uma sorrindo e outra contrariada, e as cabras preferiam interagir com a sorridente.
A reação das cabras não foi influenciada pelo sexo da pessoa.
Em média, as cabras passaram 50% mais tempo olhando e interagindo com a imagem do rosto feliz (1,4 segundo) do que com o rosto contrariado (0,9 segundos), precisou Christian Nawroth.
Las fichas que mueve Facebook para revertir el escándalo de Cambridge Analytica.
La conferencia anual de Facebook para desarrolladores (F8) recibió una previsible atención especial este año, en medio de la peor crisis de la compañía. Pero con excepción de la apertura de Mark Zuckerberg, el evento siguió su propia agenda. Un dato indicativo de que los cambios recientes en las políticas de privacidad -incluida la adopción del protocolo europeo GPDR- tienen un alcance superficial, aunque nada de esto permitió revertir la cuesta arriba de la compañía tras el escándalo de Cambridge Analytica. Un análisis de los nuevos anuncios a la luz de los debates más actuales sobre los usos de las tecnologías, que involucran a otros gigantes como Google y Apple.
Time well spent -de traducibilidad múltiple: tiempo bien gastado, bien usado o bien invertido- es un concepto promovido por Tristan Harris, quien paradójicamente ostentó el título de diseñador ético en Google y abandonó la compañía en 2016, en aras de combatir la “crisis de atención digital” provocada deliberadamente por los gigantes de Internet y las nuevas tecnologías. A estos efectos creó una fundación llamada Centro por una Tecnología Humana, escribe artículos, imparte charlas TED, organiza actos y otros eventos, mientras sus seguidores se multiplican en todo el mundo -lo que se dice todo un militante (no sólo) 2.0. Entre sus laderos se cuentan otros renegados como el ex asesor de Facebook Roger McNamee, en sintonía con las impactantes declaraciones que en su momento hizo Chamath Palihapitiya, otrora importantísimo ejecutivo, cuando confesó su arrepentimiento por contribuir a desarrollar una herramienta que está “desgarrando el tejido social”.
En enero de este año, casi una eternidad antes del affaire Cambridge Analytica, Zuckerberg utilizó el eslogan pergeñado por sus detractores para fundamentar un cambio de orientación en su plataforma -que ya venía siendo sacudida por su responsabilidad en la difusión de las famosas fake news. ¿Se trató de un gesto genuino o de una apropiación cínica con fines espurios? Ante una creciente sensación de aburrimiento, hastío y hasta culpa que se apodera de nuestra experiencia digital, los nuevos algoritmos pretenden favorecer las “interacciones significativas”, reemplazando criterios puramente cuantitativos. El objetivo no es otro que retener a los usuarios. Las medidas dirigidas a aplacar la desconfianza hacia las políticas de privacidad también deben ser entendidas en esta clave. La diferencia con la propuesta de Harris es sutil pero gigantesca. Según la publicación especializada The Verge, este promete ser el próximo gran debate en el ámbito de la tecnología.
Lo que se viene
Las crecientes reservas de los usuarios sobre Facebook se vieron traducidas ya en importantes consecuencias económicas. Es que en el segundo trimestre de 2018 la cantidad de usuarios mensuales activos subió en ese período un 11% hasta alcanzar los 2.230 millones, menos de los 2.250 millones esperados. Con esos malos resultados sus acciones de la compañía cayeron casi un 19%: fue la peor jornada desde que juega en la Bolsa.
Bajo esta luz podemos considerar la lista de novedades difundida a partir de F8, la conferencia anual dedicada a exponer los proyectos de innovación más audaces y las nuevas perspectivas de negocios, que tuvo lugar en abril. En algunos casos, se trata de recortar distancia a la competencia en rubros donde Facebook corre con desventaja. ¿Se viene otro caso Snapchat? Sus creadores se negaron a ser absorbidos por Zuckerberg, tras lo cual su aplicación se vio aplastada mediante la imitación de sus originales stories primero en Instagram (que pertenece a Facebook), luego en Facebook, y finalmente en WhatsApp (que también pertenece a Facebook).
WhatsApp permitirá conferencias, buscando ganar terreno en un ambiente corporativo donde corre de atrás contra Skype y Google Hangouts, además de “unir” familias y amigos dispersos por el globo. También en este sentido, pero más impresionante, es la incursión en el mundo de las citas.
Allí el liderazgo pertenece a Tinder, que también es dueño de la pujante OkCupid, entre otros jugadores relevantes como Bumble, Happn o Badoo. La apuesta de Facebook Datings se valdrá significativamente de la cuantiosa información que posee de los usuarios, pero el objetivo no es derrotar a Tinder, en ese caso podría haberla comprada o imitado: la apuesta de Zuckerberg será por la generación de “relaciones de largo plazo”. Muchos dicen que se inspira en una app menos conocida, llamada Hinge. En Facebook Datings, como en Hinge, parece que los solteros podrán iniciar conversaciones no simplemente diciendo “hola”, sino comentando un elemento de perfil específico.
En cuanto a la privacidad, dicho sea de paso, el principal anuncio había sido anticipado en ocasión del control de daños efectuado semanas atrás, sobre la posibilidad de eliminar el propio historial. La función es accesible con un simple botón, aunque existen serias dudas respecto del grado de realidad de esa eliminación: ha adquirido estado público la existencia de shadow profiles hasta para personas que nunca abrieron una cuenta.
En otro orden, un rediseño de Messenger para hacerla más simple y ágil apunta a facilitar la interacción entre usuarios y empresas, las cuales de hecho podrán empotrar una pestaña de la aplicación directamente en sus propios sitios web. Instagram incorpora más interacción con otras aplicaciones como Spotify y nuevos efectos de realidad aumentada. El lanzamiento del dispositivo Oculus Go apunta a masificar el mercado de la realidad virtual, digamos, buscando imitar la asociación del producto a la marca como logró en su momento Apple con iPod y iPhone. Oculus abre nuevas vetas de recolección de datos: permitirá ver Netflix y otros eventos, además de explotar el universo gamer, marcadamente consumista.
Otras aplicaciones se acercan aún más al nuevo objetivo de interacción significativa que, siguiendo al padre del marxismo ruso Georgi Plejánov (“El propagandista comunica muchas ideas a una sola o a varias personas, mientras que el agitador comunica una sola idea o un pequeño número de ideas, pero, en cambio, a toda una multitud”), intenta ser más propagandística que agitativa en lo que respecta a la experiencia del usuario. La función Watch Party permitirá observar videos, incluyendo transmisiones en vivo de eventos deportivos y culturales, en forma simultánea por parte de grupos cerrados. Como juntarse a ver la tele. En el mismo sentido, los grupos de amigos tendrán más prioridad en el newsfeed que hasta ahora.
Tomadas estas medidas en conjunto, el objetivo claro es seguir absorbiendo espacios cada vez más amplios y relevantes de la sociabilidad, ya sea ganándolos a la competencia o a situaciones “analógicas”. Reuniones de trabajo, la seducción, ¡juntarse a ver un partido de fútbol o un recital!, todo transita de la realidad física a la realidad virtual. Y todo es monetizable. En este punto no está de más recordar que Facebook está en el ojo de la tormenta por un fenómeno que involucra a otros pesos pesados como Google y Apple.
El impacto del diseño
La pregunta que importa, desde el punto de vista de la filosofía time well spent, es si todo esto fomenta o previene los comportamientos adictivos. La respuesta es obvia. La competencia por nuestra atención está en el núcleo del problema de las plataformas digitales.
Actuar de acuerdo a nuestros valores, dice Edelman, puede verse favorecido o no por los ambientes en los que nos movemos, de acuerdo a las normas que ordenan el comportamiento. Pero esta normatividad, de facto o de iure, no sólo es variable en el tiempo y el espacio, y flexible en su interpretación, sino que las reglas siempre pueden ser incumplidas -y su transgresión puede hasta ser un medio para una subjetivación exitosa-. Esto no pasa en todos los medios sociales virtuales. Allí las normas fijadas en el diseño tienen la fuerza de una ley natural: no pueden ser quebradas ni dobladas. Otro aspecto del constreñimiento social a nuestras prácticas es la estructuración del espacio, pero este también puede ser transgredido. Lo que no se puede es grafitear el muro de Facebook. La instancia decisiva, entonces, es la del diseño mismo del software.
Desde este punto de vista, es difícil relacionarse de manera original con las plataformas de sociabilidad virtual. Aún así, crecen las comunidades que alientan patrones de conducta menos patológicos. Un fenómeno que recibe mucha atención es el de los llamados nativos digitales. Los abordajes más banales dan por sentado un manejo pleno de las TIC por los más jóvenes y al mismo tiempo se sorprenden por el bajo rendimiento educativo, asociado a dificultades en la atención como producto de la abundancia de estímulos. El complemento perverso del argumento es el dopaje en masa de niños y adolescentes para beneficio de los pulpos farmacéuticos. Algunos trabajos más serios, como el recientemente publicado libro de Mariana Maggio, Enriquecer la enseñanza, avanzan sobre el fino sendero que hay entre la tecnofobia y el fetichismo TIC: los entornos digitales actuales tienen un gigantesco potencial educativo, pero las competencias para acceder, seleccionar y procesar la información están mediadas y deben ser estimuladas por la práctica de la enseñanza, no asumirlas como algo dado. En otras palabras, favorecer ciertos usos que no vienen por default, y de hecho, son relativamente disruptivos de aquellos más intuitivos que el diseño del software nos induce a naturalizar. Dicho esto, el impacto cognitivo es indudable -lo cual, insistimos, no se soluciona dopando menores de forma indiscriminada- y se extiende a los “inmigrantes” digitales.
Saber cuando parar
Una conclusión que no siendo hegemónica tiene gran popularidad redunda en el rechazo a las nuevas tecnologías porque reducirían ciertas atribuciones intelectuales. Esto recuerda la crítica que Platón hacía en el Fedro a la escritura -que es, después de todo, la más antigua tecnología de la información y la comunicación. La vigencia de este argumento va a contracorriente de desarrollos recientes en la historia del conocimiento. Bruno Latour ha puesto de manifiesto, reuniendo aportes diversos, la importancia de las técnicas de representación en la determinación de los grandes saltos cognoscitivos.
La invectiva platónica fue invertida por el filósofo francés Bernard Stiegler, que establece la mediación de dispositivos para la fijación de ideas como una condición para el ejercicio de la razón, pero extiende su alcance a la constitución misma de la subjetividad humana valiéndose de un concepto de cuño derrideano: la farmacología. En rigor, su densidad teórica da para mucho más que lo que podemos esbozar aquí, pero vale guiarse por un ejercicio de asociación simple. La tecnología, como los fármacos (y las drogas), no es mala en sí, pero hay que saber cuando parar.
La mención que hacemos no es casual: Stiegler encabeza el colectivo Ars Industrialis, que promueve “una política industrial de las tecnologías del espíritu”. Una traducción tentativa al criollo: la convergencia de las industrias asociadas a lo audiovisual, las telecomunicaciones y la informática en el espacio digital, en la medida en que se encuentran sujetas a criterios de mercado producen sociedades de control y una crisis de los deseos que debe ser superada mediante nuevas formas de relacionamiento con estas tecnologías, que emergerían de una producción “ecológica”. Sin ahondar más en las profundidades de la tradición filosófica francesa, vamos a valernos de la crueldad de las comparaciones: se trata de un Center for Humane Technology menos mainstream (y europeo).
Los activismos de Harris y Stiegler se mueven en un frente de batalla distinto, aunque complementario, al de los críticos del “extractivismo de datos” como Evgeny Morozov o el más afamado Edward Snowden. Los aportes de estos últimos han puesto de manifiesto, mucho antes de que Cambridge Analytica estuviera en el radar de nadie, los alcances lesivos para la democracia y las libertades individuales del modelo de negocios de los gigantes de Internet.
La relación entre uno y otro aspecto es evidente. Continuando con la metáfora farmacológica, la interpretación tecnofóbica de estos asuntos es asimilable al prohibicionismo. Como siempre, la analogía tiene su límite: sin el poder de fuego de la Administración para el Control de Drogas estadounidense, antes que contraproducente se trata de un planteamiento condenado a la marginalidad. En vez de propugnar políticas condenadas al fracaso, los críticos del actual estado de cosas haríamos bien en promover usos y, por qué no, también diseños que sean alternativos.
Entretanto, el 1º de agosto, Ameet Ranadive, director de Gestión de Producto en Instagram, y David Ginsberg, director de Investigación en Facebook, volvieron a dejar en claro que el intento de apropiarse del lema de time well spent va en serio, al anunciar nuevas herramientas que servirán para controlar la cantidad de tiempo que los usuarios gastan en las plataformas. Sin embargo, Larry Rosen, un psicólogo investigador de la Universidad Estatal de California que estudia las consecuencias adictivas de este tipo de tecnología, ya alertó sobre el posible fiasco. Rosen usa una aplicación llamada Moment en su investigación, que sirve para calcular la cantidad de horas invertidas de manera similar al tablero de actividad que Ranadive y Ginsberg anunciaron para Facebook e Instagram. Rosen advirtió que las personas no usan sus teléfonos significativamente menos después de rastrear el número (a menudo impactante) de horas que pasan desplazándose. A la luz de ello, el time well spent de Facebook se parece mucho a la hipocresía.
O consolo para muitos europeus desesperados com o calor
é que 2018 seria um fenômeno isolado. Com um novo método, cientistas
abalam essa esperança: talvez seja hora de comprar um condicionador de
ar.
Deutsche Welle
Os habitantes do Hemisfério Norte que vêm reclamando do verão inclemente deveriam ir se acostumando. Pois, segundo uma pesquisa recente, o planeta deve enfrentar pelo menos mais quatro anos de calor, um período quente, com "probabilidade elevada de temperaturas altas a extremamente altas".
Florian Sévellec, da Universidade de Brest, na França, e Sybren Drijfhout, do Instituto Meteorológico Real Neerlandês, em De Bilt, desenvolveram um modelo estatístico para prever as temperaturas globais médias no futuro próximo. Seus cálculos apontam 58% de probabilidade de os anos 2018 a 2022 serem mais quentes do que as tendências atuais. O estudo foi publicado nesta terça-feira (14/08) na revista especializada Nature Communications.
Mas "um ano quente não significa automaticamente uma onda de calor", esclareceu Sévellec à DW, portanto não é isso o que ele e seu colega estão prevendo. A previsão simplesmente fornece temperaturas globais médias, não valores regionais específicos. "Mas, no total, é mais alta a probabilidade de ficar mais quente do que mais frio."
A partir de 2022, as previsões se tornam menos confiáveis, pois o modelo não funciona bem para o futuro mais distante. Além disso, "o aquecimento terrestre não é um processo regular", lembram os pesquisadores. Apesar de os diagramas térmicos mostrarem que no longo prazo Terra se aquece, podem se intercalar anos frios, em que a temperatura média caia abaixo da tendência prevista.
O motivo para tal é o caráter caótico do clima terrestre, onde oscilações naturais estão sempre surpreendendo os climatologistas. Essa variabilidade é também responsável pela pausa no aquecimento global após 1998. Nesse período, as temperaturas globais se alteraram relativamente pouco, dando a impressão que o aquecimento estagnara – o que os céticos da mudança climática adotaram como emblema. Só em 2012 a tendência ascendente foi retomada.
O sistema de previsão agora apresentado visa registrar tais oscilações naturais e calcular quão provável é que os próximos anos sejam mais quentes ou mais frios do que se espera. É semelhante às previsões de chuva, que nunca são precisas, mas apenas um cálculo de probabilidade.
Mas, como se sabe, previsões de chuva podem se enganar estrondosamente. E quanto aos cálculos dos climatologistas? É realmente necessário investir num novo sistema de ar condicionado? Ou será melhor esperar? Isso, só se saberá no fim de 2018, ao se comparar os dados climáticos efetivos com os previstos por Sévellec e Drijfhout.
No entanto, estimativas de outros cientistas também confirmam que o planeta tem anos quentes pela frente. "Não é nenhum resultado novo", afirma Wolfgang Müller, do Instituto Max Planck de Meteorologia, em Hamburgo. E Gerhard Lux, assessor de imprensa do Serviço Alemão de Meteorologia reforça: "Faz 10 a 15 anos estamos repetindo que os períodos secos e quentes aumentarão."
Uma iniciativa de pesquisa de âmbito nacional para prognósticos climáticos de médio prazo, denominada Miklip, obteve resultados semelhantes: seu modelo climático indica uma elevação contínua da temperatura, de 2019 a, pelo menos, 2026.
A novidade do estudo recém-publicado, contudo, não são os resultados em si, mas sim o método como foram calculados, usando modelos estatísticos, uma abordagem que vem se tornando cada vem mais importante no estudo do clima.
Para fazer uma previsão, os modelos climáticos globais levam em consideração todas as características do clima terrestre pesquisadas até então. No novo método analisam-se principalmente dados passados para medir a probabilidade de que um determinado fenômeno – por exemplo, períodos de tempo quente – vá ocorrer no futuro.
"Modelos estatísticos se compõem de algoritmos simples, os quais investigam correlações simples", explica Wolfgang Müller. E o que torna essa forma de previsão especialmente atrativa é o fato de ela exigir capacidades de computação modestas.
"Uma previsão para dez anos só precisa de 22 milissegundos, podendo ser feita de modo praticamente imediato num laptop", anunciam Sévellec e Drijfhout em seu estudo. Em comparação, no sistema empregado pelo MetOffice (o serviço nacional de meteorologia do Reino Unido), a mesma previsão exige uma semana num supercomputador.
Também o Serviço Alemão de Meteorologia já opera em parte com um modelo estatístico, revela o assessor Lux, "e isso promete se tornar interessante".
Entretanto o novo modelo da dupla franco-holandesa não leva em consideração eventos regionais nem locais, sendo assim incapaz de produzir previsões para determinadas áreas. "Digamos que fique de fato mais quente, como previmos", explica Sévellec, "nós não sabemos se vai ocorrer na Europa, na África ou em outra parte. O modelo não inclui padrões regionais."
Para Müller, essa é uma grande desvantagem. "Temperaturas médias globais talvez tenham alguma utilidade para as companhias de resseguro", mas as previsões regionais é que são realmente importantes, por exemplo para tomar medidas preventivas na agricultura.
Nesse ponto, a iniciativa Miklip tem respostas bem mais diferenciadas: seus cálculos apontam que a Europa e partes da Ásia e da América do Norte são especialmente atingidas pelas temperaturas altas.
Portanto, quem está pensando em adquirir um condicionador de ar deve primeiro conferir as previsões regionais. Pois, como lembra o cientista Florian Sévellec, "pode ficar muito quente numa parte do mundo, mas ainda relativamente frio numa outra".
A Monsanto sofreu um duro golpe na última sexta-feira: foi condenada nos EUA por não advertir que seu agrotóxico podia ser cancerígeno. Deverá pagar quase US$ 290 milhões a Dewayne Johnson, vítima de um linfoma incurável causado pelo produto. Johnson, de 46 anos, atribui o câncer ao fato de ter aplicado herbicidas baseados em glifosato nos terrenos da escola onde trabalhou entre 2012 e 2014. A Monsanto, que enfrenta milhares de processos semelhantes, afirmou que vai recorrer e que décadas de estudos comprovam que o pesticida é seguro.
Enquanto isso... O Brasil é o campeão mundial de uso de agrotóxicos. Dados preliminares do Censo Agropecuário mostram que a quantidade de propriedades rurais que usam essas substâncias aumentou: comparada com a edição anterior da pesquisa, de 2006, a cifra cresceu em 20,4% no levantamento realizado ao longo de 2017.
Quem deixa os supermercados de lado e opta pelas feiras ecológicas tem economia de 58% nos mesmos produtos
Catiana de Medeiros
Brasil de Fato | Porto Alegre (RS)
Comprar direto do produtor é umas das vantagens das Feiras Ecológicas / Leandro Molina
A resposta para a pergunta acima depende de um único fator: o local em que esses alimentos são adquiridos. No dia 23 de julho, o Jornal Brasil de Fato RS visitou uma unidade de uma das maiores redes de supermercado do país, que trataremos nesta reportagem como Supermercado X. Também esteve nos últimos dias em feiras ecológicas de Porto Alegre. O objetivo foi comparar o preço dos orgânicos e quanto o consumidor desembolsa ao comprá-los.
Na seção de produtos orgânicos do Supermercado X, 1kg de pimentão verde custa R$ 15,97 e 1kg de cenoura R$ 15,58. O consumidor pode adquirir 1kg de tomate italiano por R$ 26,62 e 1kg de beterraba por R$ 12,98. Já nas feiras, os preços são menores: 1kg de pimentão custa em média R$ 10,00; 1kg de cenoura R$ 4,00; 1kg de tomate italiano R$ 8,00; e 1kg de beterraba R$ 4,00. Ao comprar esses produtos no Supermercado X o gasto foi de R$ 71,15. Já nas feiras, o consumidor desembolsa R$ 26,00. Uma economia de R$ 45,15 (63,4%).
Escolha do preço
Uma das organizações sociais que mais aposta na produção orgânica é o Movimento dos Trabalhadores Rurais Sem Terra (MST), que participa de mais de 40 feiras somente na região Metropolitana de Porto Alegre. O assentado Joice da Silva, que vem de Nova Santa Rita para vender orgânicos na capital, explica como é calculado o preço dos alimentos. “As feiras de Porto Alegre não se baseiam nos mercados como padrão de preços, elas têm autonomia e propõem seus preços pela tabela de custo. Nós consideramos os gastos com mudas, sementes, hora/máquina para fazer um canteiro, adubo e produtos”, conta.
Arnaldo Soares, também assentado em Nova Santa Rita, reforça que nas feiras os preços são decididos coletivamente, são mais baixos que os orgânicos dos supermercados, têm uma média geral e não sofrem alterações com frequência. “Avaliamos o tamanho dos alimentos e a quantidade dos molhos. Dentro do combinado e das características do produto, determinamos o preço”, afirma. No entanto, em casos de superprodução, são feitas promoções com preços menores que os tabelados. Conforme Soares, pechinchar também pode gerar economia no bolso.
Contato com o produtor
Quem opta pelas Feiras Ecológicas tem ainda outras vantagens, como comprar direto do produtor e tirar suas dúvidas sobre a origem dos alimentos. Essa possibilidade, que não há em supermercados, fez com que Sandra Fonseca, há 18 anos, passasse a frequentar a Feira Ecológica do Bom Fim. Agora, ela vai a várias feiras pelo menos uma vez por semana e integra, como consumidora, o Conselho de Feiras Ecológicas de Porto Alegre. “O consumidor precisa saber de onde vem o seu alimento, como ele é produzido e conhecer de perto quem o produz, precisa entender que a agroecologia pode sim alimentar o mundo”, defende.
Mais qualidade de vida
Enquanto o Brasil lidera o ranking dos países que mais consomem veneno no mundo, as feiras ecológicas são alternativas para quem procura mais saúde e qualidade de vida. De acordo com o médico Jonas Pretto, estudos comprovam que várias doenças, principalmente o câncer de mama, de próstata e de intestino grosso, têm ligação direta com o uso abusivo de venenos nas lavouras. “Eles alteram principalmente a questão hormonal, causando esses tipos de câncer. Há grande índice de depressão e suicídios em agricultores que aplicam venenos e de aborto em mulheres gestantes, além de crianças que nascem com má formação congênita e alterações no sistema neurológico, principalmente com autismo”, explica.
Segundo a nutricionista Iara Martins, essas substâncias tóxicas podem causar muitos prejuízos à saúde, entre eles inflamações no estômago e alergias. É por isso que ela também defende o consumo de alimentos orgânicos, por considerá-los extremamente saudáveis. “Além de mais nutritivos, pois preservam todos os nutrientes presentes no alimento, como fibras, vitaminas e minerais, são sustentáveis e contribuem com o meio ambiente”, acrescenta.
A nutricionista dá uma dica para ajudar o consumidor a identificar os alimentos que realmente são livres de venenos. “No supermercado, as embalagens devem conter o selo federal SisORG, que garante que o produto é orgânico; e nas feiras, as bancas devem ter a Declaração de Conformidade Orgânica, que comprova que o agricultor produz orgânico”, ressalta.
Confira locais e horários de Feiras Ecológicas em Porto Alegre: AUXILIADORA
Terças-feiras, 7h
Travessa Lanceiros Negros (passagem de pedestres entre as ruas Mata Bacelar e a Coronel Bordini)
BOM FIM
Sábados, 7h às 12h30
Av. José Bonifácio, 675
MENINO DEUS
Quartas-feiras, 13h30 às 18h30
Sábados, 7h às 12h30
Av. Getúlio Vargas, 1384
PETRÓPOLIS
Quartas-feiras, 13h às 18h
Rua General Tibúrcio (Praça Ruy Teixeira)
TRÊS FIGUEIRAS
Sábados, 8h30 às 13h
Rua Cel. Armando Assis (ao lado da Praça Desembargador La Hire Guerra)
RÔMULO TELLES
Sábados, 7h às 13h
Rua Rômulo Telles Pessoa (ao lado da Praça André Forster)
TRISTEZA
Sábados, 7h às 12h30
Av. Otto Niemeyer (esquina com a Av. Wenceslau)
ASSEMBLEIA LEGISLATIVA
Quartas-feiras, 13h às 19h
Praça Mal. Deodoro, 101
MINISTÉRIO DA AGRICULTURA
Quartas-feiras, 10h30 às 13h30
Av. Loureiro da Silva, 515
UFRGS Campus Central
Terças-feiras, 9h às 16h
Av. Paulo Gama, 110
UFRGS Campus do Vale
Quintas-feiras, 14h às 19h
Av. Bento Gonçalves, 9500
UFRGS Campus Saúde
Quartas-feiras, 9h às 16h
Rua Ramiro Barcelos, 2705
UFRGS Fabico
Quintas-feiras, 12h às 18h
Rua Ramiro Barcelos, 2705
IPANEMA
Sábados, 8h as 12h
Av. Guaíba, 10410 (Esquina com a Dea Coufal)
INCRA
Quartas-feiras, 10h às 14h
Av. Loureiro da Silva, 515
SHOPPING IGUATEMI
Terças-feiras, 10h às 16h
Av. João Wallig, 1800
SHOPPING PRAIA DE BELAS
Quintas-feiras, 15h às 20h
Av. Praia de Belas, 1181
SHOPPING TOTAL
Quintas-feiras, 8h às 13h30
Av. Cristóvão Colombo, 545
COLÉGIO MARISTA ROSÁRIO
Na 1ª terça-feira do mês, 11h às 19h
R. Praça D. Sebastião, 2
COLÉGIO SANTA INÊS
Na 2ª e 3ª terças-feiras do mês, 11h às 19h
Av. Protásio Alves, 2493
IPA
Quintas-feiras, 13h às 19h
Cel. Joaquim Pedro Salgado, 80
COLÉGIO JOÃO XXIII
Na 2ª e 4ª semana do mês,10h às 19h
Rua Sepé Tiarajú, 1013
COLÉGIO ISRAELITA BRASILEIRO
Na última quinta-feira do mês, 13h às 17h
Av. Protásio Alves, 943
CLÍNICA ONCOTRATA
Quartas-feiras, 14h às 18h30
Av. Plínio Brasil Milano, 80
SINTRAJUFE
Quartas-feiras (quinzenal), 9h às 13h
R. Marcílio Dias, 660
SOGIPA
Quintas-feiras, 8h às 14h
Praça dos Laureados (sob a sede social)
FEIRA ECOLÓGICA DA JOÃO MANOEL
Sextas-feiras, 15h às 20h no verão; e das 15h às 19h30 no inverno
Rua João Manoel, 627 (perto da escadaria, fundos do estacionamento)
