Mostrando postagens com marcador Sionismo. Mostrar todas as postagens
Mostrando postagens com marcador Sionismo. Mostrar todas as postagens

terça-feira, 27 de novembro de 2012

Gaza: de la última catástrofe a un esperanzado alto el fuego


Richard Falk · · · · · 

Los dobles raseros mediáticos en Occidente sobre la nueva y trágica escalada de violencia israelí dirigida contra Gaza fueron resumidos en un titular de una parcialidad absurda en la primera plana del New York Times: "Cohetes atacan Jerusalén; Israel se prepara para invasión de Gaza". (NYT, 15 de noviembre de 2012). Algo descodificado, el mensaje es el siguiente: Hamás es el agresor, e Israel cuando y si lanza un ataque por tierra contra Gaza tiene que contar con más ataques de cohetes. Es una paráfrasis sorprendentemente orwelliana de la realidad.
La verdadera situación es, por supuesto, todo lo contrario: Es decir que se puede asumir que la población indefensa de Gaza esté terriblemente temerosa de un inminente ataque general israelí, aunque también es verdad, sin minimizar la realidad de una amenaza, que algunos cohetes lanzados desde Gaza cayeron sin causar daños (aunque hay que admitir con implicaciones amenazantes) en los alrededores de Jerusalén y Tel Aviv. Hay una desproporción tan brutal en la capacidad de los dos lados de infligir daños y sufrimiento debido a la total dominación militar israelí como para hacer que sea perversa esa inversión de las preocupaciones por lo que podría ocurrir a la sociedad israelí si el ataque contra Gaza se intensifica.
La confianza de Hamás y de las diversas milicias en Gaza en cohetes indiscriminados, aunque sean totalmente inexactos y generalmente innocuos, es una violación criminal del derecho humanitario internacional, pero la baja cantidad de víctimas causadas y el ínfimo daño causado, tienen que ser evaluados en el contexto general de la masiva violencia infligida a los palestinos. La generalizada percepción no occidental del nuevo ciclo de violencia que involucra a Gaza es que parece ser una repetición de la agresión israelí contra Gaza a fines de 2008, principios de 2009, que ocurrió de la misma manera entre el fin de elecciones presidenciales estadounidenses y elecciones parlamentarias programadas en Israel.
Buscando culpables
Existe la discusión usual sobre dónde colocar la responsabilidad por el acto inicial de este nuevo despliegue de violencia. ¿Son algunos disparos desde Gaza a través de la frontera contra un jeep blindado israelí o fue el asesinato selectivo por un misil israelí de Ahmed Yabari, líder del ala militar de Hamás, unos días después? ¿O algún otro acto por un lado o el otro? ¿O es la continua violencia contra el pueblo de Gaza originada por el bloqueo que ha sido impuesto desde mediados de 2007?
El asesinato de Yabari tuvo lugar unos pocos días después de la negociación gracias a los buenos oficios de Egipto de una tregua informal, y acordada de modo bastante irónico por ningún otro que Yabari actuando por cuenta de Hamás. Matarlo tenía el evidente propósito de realizar una importante provocación, trastornando un esfuerzo cuidadosamente negociado de evitar otra secuencia de ojo por ojo - diente por diente de violencia del tipo que ha tenido lugar periódicamente durante los últimos años.
El asesinato de un personaje político palestino de tan alto perfil como Yabari no es un acto espontáneo. Se basa en vigilancia detallada durante un largo período, y es obviamente planificado con la suficiente antelación en la esperanza de evitar daño colateral, y por lo tanto limitar la publicidad desfavorable. Un asesinato extrajudicial semejante, aunque forma parte integral de la nueva cultura estadounidense de la guerra de drones, sigue siendo una táctica de conflicto ilegal, que niega a dirigentes políticos del adversario, separados del combate, toda oportunidad de defenderse contra acusaciones, e implica el rechazo de toda disposición de buscar una solución pacífica de un conflicto político. Equivale a la imposición de la pena capital sin debido proceso, una negación de los derechos elementales de enfrentar a un acusador.
Dejando de lado las sutilezas legales, la dirigencia israelí sabía exactamente lo que estaba haciendo cuando rompió la tregua y asesinó a un dirigente tan destacado de Hamás, alguien del que se pensaba generalmente que era superado solo por el primer ministro de Gaza, Ismail Haniya. Ha habido rumores, y amenazas disimuladas durante meses de que el gobierno de Netanyahu planifica un importante ataque contra Gaza, y la oportunidad de los actuales ataques parece coincidir con la dinámica de la política interna israelí, especialmente la práctica tradicional israelí de reforzar la imagen dura de la dirigencia existente en Tel Aviv como medio para inducir a los ciudadanos israelíes a sentirse temerosos, pero protegidos, antes de depositar sus votos.
Sitiados
Por debajo de la horrible violencia, que pone al descubierto la extrema vulnerabilidad de todos los que viven como cautivos en Gaza, una de las comunidades más abarrotadas y empobrecidas del planeta, está una horrenda estructura de abuso humano a la que la comunidad internacional sigue volviendo la espalda, mientras predica en otros sitios la adherencia a la norma de "responsabilidad de proteger" cada vez que le conviene a la OTAN. Más de la mitad de los 1,6 millones de habitantes de Gaza son refugiados que viven en un área total de solo el doble del tamaño de la ciudad de Washington, DC. La población ha sufrido un bloqueo punitivo desde mediados de 2007, que hace intolerable la vida diaria, y Gaza ha sido duramente ocupada desde 1967.
Israel ha tratado de engañar al mundo presentando su narrativa de retirada de buena fe de Gaza en 2005, que fue explotada por militantes palestinos en aquel entonces como una oportunidad de lanzar mortíferos ataques con cohetes. La contra-narrativa, aceptada por la mayoría de los observadores independientes, es que la retirada israelí de tropas y colonias fue poco más que un simple redespliegue a las fronteras de Gaza, con absoluto control sobre lo que entra y lo que sale, manteniendo una temporada de caza para matar a su gusto, sin tener que rendir cuentas y sin consecuencias adversas, respaldada sin cuestionamiento por el gobierno de EE.UU.
Desde el punto de vista del derecho internacional, la supuesta "desconexión" de Gaza de Israel no puso fin a su responsabilidad como Potencia Ocupante según las Convenciones de Ginebra, y por lo tanto su plan maestro de someter a toda la población de Gaza a severas formas de castigo colectivo corresponde a un continuo crimen contra la humanidad, así como a una flagrante violación del Artículo 33 de Ginebra IV. No es sorprendente que tantos que han observado de cerca el sufrimiento de Gaza la hayan descrito como "la mayor prisión al aire libre del mundo".
El gobierno de Netanyahu mantiene una política que se comprende mejor desde la perspectiva del colonialismo mediante asentamientos. Lo que distingue el colonialismo de asentamientos de otras formas de colonialismo es la decisión de los colonialistas de no solo explotar y dominar, sino de apropiarse de las tierras y superponer su propia cultura sobre la de la población indígena. Al respecto, Israel se aprovecha de la división entre Hamás y Fatah, y trata de inducir a los palestinos oprimidos a renunciar a su identidad junto con su lucha de resistencia llegando incluso a exigir a los palestinos en Israel que juren lealtad a Israel como "Estado judío".
En realidad, a diferencia de Cisjordania y Jerusalén Este, Israel no tiene ambiciones territoriales a largo de plazo en Gaza. La solución israelí a corto plazo para su así llamado "problema demográfico" (es decir, sus preocupaciones por el aumento de la población de palestinos en relación con los judíos) podría ser considerablemente facilitada si Egipto absorbiera Gaza, o si Gaza se convirtiera en una entidad permanentemente separada, siempre que pudiera ser desmilitarizada de un modo fiable. Lo que hace que Gaza sea actualmente útil para los israelíes es su capacidad de manejar el nivel de violencia, tanto como distracción de otras preocupaciones (por ejemplo ceder en relación con Irán; la expansión acelerada de las colonias) y como un medio de convencer a su propio pueblo de que siguen existiendo enemigos peligrosos y que deben ser encarados con el puño de hierro del militarismo israelí.
Ninguna paz
En el trasfondo, pero no muy lejos del entendimiento de los observadores, existen dos eventos estrechamente relacionados. El primero es el grado en el cual la continua expansión de las colonias israelíes ha hecho poco realista suponer que un Estado palestino viable llegue a emerger de negociaciones directas. El segundo, subrayado por la reciente fusión de las Fuerzas de Netanyahu y Lieberman, es la medida en la cual el proceso de gobierno israelí ha adoptado indirecta e irreversiblemente la visión de un Gran Israel que incluya todo Jerusalén y la mayor parte de Cisjordania.
El hecho de que los dirigentes mundiales en Occidente sigan repitiendo el mantra de la paz mediante negociaciones directas es una expresión de la más burda incompetencia o de total mala fe. Por lo menos, Washington y los otros que piden la reanudación de negociaciones directas nos deben a todos una explicación de cómo será posible establecer un Estado palestino dentro de las fronteras de 1967, cuando significa el desplazamiento de la mayoría de los 600.000 colonos armados que actualmente son defendidos por el ejército israelíes y presentes en toda Palestina ocupada. Una explicación semejante también tendría qué mostrar por qué se permite que Israel legalice silenciosamente las cerca de 100 colonias "avanzadas" esparcidas por Cisjordania que previamente habían sido ilegales, incluso según la ley israelí. Semejantes acciones hacia la legalización merecen la urgente atención de todos los que siguen proclamando su fe en una solución de dos Estados, pero son ignorados.
Lo que nos hace volver a Gaza y Hamás. Los máximos dirigentes de Hamás han dejado muy claro una y otra vez que están abiertos a una paz permanente con Israel si se realiza una retirada total a las fronteras de 1967 (22% de Palestina histórica) y este acuerdo es apoyado por un referendo de todos los palestinos que viven bajo la ocupación.
Israel, con el respaldo de Washington, adopta la posición de que Hamás es "una organización terrorista" que debe ser permanentemente excluida de los procedimientos diplomáticos, excepto, por supuesto, cuando la negociación sirve los propósitos de Israel. Lo hizo en 2011 cuando negoció el intercambio de prisioneros en el cual varios cientos de palestinos fueron liberados de las prisiones israelíes a cambio del soldado israelí cautivo, Gilad Shalit, o cuando parece conveniente aprovechar la mediación egipcia para obtener altos del fuego temporarios.
Como nos recuerda el celebrado activista israelí por la paz, y ex miembro de la Knéset, Uri Avnery, un alto el fuego en la cultura árabe, hudna en árabe, es considerado como santificado por Alá, ha tendido a ser utilizado y fielmente observado desde el tiempo de las Cruzadas. Avnery también informa que hasta que fue asesinado, Yabari estuvo en contacto con Gershon Baskin de Israel, tratando de explorar posibilidades de un alto el fuego a largo plazo, lo que fue informado a los dirigentes israelíes que, como era de esperar no mostraron ningún interés.
Esperando justicia
Hay otro hecho en esta renovación del conflicto que involucra ataques contra Gaza. Israel insiste a veces en que ya que no es, según sus afirmaciones, un poder ocupante, se encuentra en un estado de guerra con Gaza gobernada por Hamás. Pero si esto fuera considerado como la descripción legal adecuada de la relación entre los dos países, Gaza tendría los derechos de un combatiente, incluida la opción de utilizar la fuerza proporcionada contra objetivos militares israelíes. Como argumentara anteriormente, una descripción legal semejante de la relación entre Israel y Gaza es inaceptable. Gaza sigue siendo ocupada y esencialmente indefensa, e Israel como ocupante no tiene derecho legal o ético de ir a la guerra contra el pueblo y el gobierno de Gaza, que incidentalmente fue elegido en elecciones libres, bajo control internacional, a principios de 2006.
Al contrario, su obligación decisiva como Ocupante es proteger a la población civil de Gaza. Incluso si la cantidad de víctimas en la actual violencia es hasta ahora baja en comparación con la Operación Plomo Fundido, la intensidad de los ataques aéreos y marítimos contra el indefenso pueblo de Gaza, provoca terror en los corazones y las mentes de cada persona que vive en la Franja, una forma de violencia indiscriminada contra el espíritu y la salud mental de todo un pueblo que no puede ser medida en sangre y carne, sino refiriéndose al miedo traumatizante que ha sido generado.
Escuchamos muchas afirmaciones en Occidente en cuanto a una supuesta disminución en la guerra internacional desde el colapso de la Unión Soviética hace veinte años. Semejantes afirmaciones son en cierta medida bienvenidas, pero la gente en Medio Oriente aún no se ha beneficiado de esta tendencia, menos que nada el pueblo de Palestina Ocupada, y especialmente el pueblo de Gaza que sufre del modo más agudo. Este espectáculo de una guerra unilateral en la cual Israel decide cuánta violencia desencadenar, y Gaza espera a ser atacada, disparando salvas de cohetes insignificantes desde el punto de vista militar como gesto de resistencia, representa una violación vergonzosa de los valores de la civilización. Esos cohetes propagan el miedo y causan trauma entre civiles israelíes incluso cuando no alcanzan objetivos, y representan una táctica inaceptable. Pero esa inaceptabilidad tiene que ser vista en el contexto de las tácticas inaceptables de un Israel que tiene todo en su mano en el conflicto.
Es verdaderamente alarmante que ahora incluso la más sagrada de las ciudades, sea amenazada por ataques, pero la continuación de las condiciones opresivas para el pueblo de Gaza, lleva inevitablemente a crecientes niveles de frustración, en efecto, gritos pidiendo ayuda que el mundo ha ignorado por su cuenta y riesgo durante décadas. ¡Son gritos pidiendo ayuda! ¡Darse cuenta no es exagerar! Para obtener una perspectiva basta con leer un reciente Informe de la ONU que concluye que el deterioro de los servicios y las condiciones hará que Gaza sea inhabitable en el año 2020.
Totalmente aparte de los méritos de los motivos de queja de los dos lados, un lado es omnipotente en lo militar y el otro se agazapa atemorizado sin posibilidad de defensa. Una realidad tan grotesca pasa desapercibida por la conciencia del mundo debido al escudo geopolítico detrás del cual Israel recibe luz verde para hacer lo que le dé la gana. Una circunstancia semejante es moralmente insoportable, y debiera ser políticamente inaceptable. Toda persona, gobierno, e institución de buena voluntad tiene que oponerse activamente en todo el globo.
Traducido para www.rebelión.org: Germán Leyen





Primeras impresiones, esperanzadas, tras el alto el fuego

Richard Falk

Si el alto el fuego se mantiene, podría significar el fin del bloqueo israelí de la Franja de Gaza, que ha durado ya cinco años, tras la toma del poder por Hamas, después de ganar unas elecciones democráticas (AFP).

El alto el fuego de Gaza, a diferencia del alto el fuego alcanzado después de la Operación Plomo Fundido, hace cuatro años, es un evento que tiene probablemente un significado que va mucho más allá de poner fin a la violencia después de ocho días de ataques asesinos. Es muy posible que se pueda interpretar en el futuro como un punto de inflexión en la larga lucha entre Israel y Palestina.

Muchos han hablado sobre "la niebla de la guerra", pero es mucho menos densa que la "niebla de la negociación de treguas", y en nuestro enrarecido ambiente mediático, los resultados son interpretados de todas las maneras posibles. Los partidarios de cada bando dan su toque personal, permitiendo a todo el mundo proclamar la "victoria". Pero como en las fases violentas del conflicto, conviene distinguir las interpretaciones más persuasivas de las que son menos convincentes. Lo que sigue es un intento de este tipo de aclaración.

Sigue siendo demasiado pronto para decir si el alto el fuego se mantendrá durante mucho tiempo, y si lo hace, si sus disposiciones esenciales se llevarán a cabo de buena fe. En este momento, al principio, las perspectivas no son alentadoras. Israel ya ha recurrido a una violencia excesiva para dispersar a los palestinos que se congregaron en su lado de la frontera de Gaza para celebrar lo que creían que era su nueva libertad para aventurarse cerca de la frontera. Las fuerzas de seguridad israelíes, después de efectuar disparos de advertencia, mataron a un civil palestino e hirieron a otras 20 personas con munición real. La explicación israelí fue que se habían hecho advertencias, y que como no había habido ningún acuerdo de aplicación del alto el fuego, el viejo protocolo de control seguía vigente. Es de destacar que Hamas protestó, pero no hizo ningún movimiento para denunciar el alto el fuego o tomar represalias violentas. Pero la situación sigue siendo tensa y frágil.

Factores del alto el fuego

Dejando a un lado la precariedad de la situación actual y las incertidumbres que la acompañan, todavía puede ser útil analizar el proceso por el que se ha llegado al alto el fuego, ver que luz arroja sobre la cambiante dinámica del conflicto, incluidos los cambios subyacentes en los equilibrios miliares regionales y globales.

En primer lugar, el papel y la actitud de los gobiernos árabes fue mucho más pro activa que en los últimos interludios de la intensificación de la violencia entre Israel / Palestina. Durante los ataques que acaban de concluir, varios importantes ministros de asuntos exteriores de la región visitaron Gaza y fueron recibidos por las autoridades de la Administración de Hamas, socavando así el viejo esfuerzo israelí de aislar a Hamas y excluirlo de los ámbitos diplomáticos. Egipto desempeñó el papel decisivo en la negociación del acuerdo, a pesar de la pertenencia a los Hermanos Musulmanes de sus líderes. Mohamed Morsi, el presidente egipcio, emerge como la figura diplomática clave , ampliamente elogiado por Occidente por su "pragmatismo", lo que puede entenderse como su capacidad para abordar las preocupaciones de ambas partes sin verde influido por su propia posición pro-palestina. De hecho, la negociación de este acuerdo invierte lo que los estadounidenses han puesto sobre la mesa en negociaciones anteriores, una pretensión de equilibrio, un realismo de las partes.

En segundo lugar, el texto del acuerdo, reconoció implícitamente a Hamás como la autoridad gobernante en Gaza, y por lo tanto le da, al menos temporalmente, un estatus mucho mayor entre los palestinos, regional e internacionalmente. Su pretensión de ser el representante legítimo del pueblo palestino se ha convertido en verosímil, lo que hace a Hamas un actor político al que se saca del gélido limbo terrorista. Aunque Hamas sigue siendo formalmente una "organización terrorista" para Israel, Estados Unidos y Europa. Durante todo este reciente esfuerzo febril para llegar a un alto el fuego en el conflicto, Hamas ha sido tratado como "un actor político" con autoridad soberana para hablar en nombre de los habitantes de Gaza. Ello implica un cambio potencial en función de si se hace un esfuerzo para aprovechar el impulso logrado o se vuelve a la fútil política de Israel / EE UU de excluir a Hamas de la vía diplomática, insistiendo en que solo se le puede tratar como una organización terrorista. Paralelamente, la Autoridad Palestina, y su líder, Mahmud Abbas, han sido marginados torpemente, puenteados, y se les hace aparecer como algo irrelevante en esta última ordalía del pueblo palestino.

En tercer lugar, Israel aceptó como condiciones integrales del alto el fuego dos cláusulas de obligaciones con el pueblo de Gaza que nunca hubiera aceptado antes de lanzar su operación "Pilar defensivo": (1) No lanzar "incursiones y ataques contra personas" y (2) reunirse para organizar la "apertura de los pasos fronterizos y facilitar el movimiento de personas, la circulación de bienes, y abstenerse de restringir el libre movimiento de los residentes, y atacar a residentes en las zonas fronterizas". Si Israel lo aplica, significa el fin de los asesinatos selectivos y el levantamiento del bloqueo que ha atormentado a Gaza durante más de cinco años. Estas son las principales concesiones políticas israelíes. La aceptación política por parte de Tel Aviv de la prohibición de asesinatos selectivos, si se respeta, supone renunciar a una táctica favorita de los gobiernos israelíes desde hace muchos años que, a pesar de considerase ilegal en general, Israel sigue practicando con impunidad. De hecho, el evento desencadenante más dramático de la actual crisis fue el asesinato de el 14 de noviembre Ahmed Jabari, un líder político-militar de Hamas, que estaba negociando en ese momento una tregua de la violencia transfronteriza.

En cuarto lugar, el papel de los Estados Unidos, aunque sigue siendo importante, se ha reducido considerablemente por estos factores, especialmente la necesidad de permitir a Egipto desempeñar el papel de árbitro principal. Lo que sugiere una regionalización de la diplomacia que disminuye la importancia y erosiona gravemente la legitimidad de la intervención extrarregional. Es una mala noticia para los israelíes. Turquía, que también se cuenta ahora entre los crítico más duros de Israel, ha desempeñado como Egipto un papel importante en la desactivación de la escalada de la crisis. Existe una diferencia reveladora entre la insistencia de EE UU a lo largo de todo el conflicto de que el uso de la fuerza por parte de Israel estaba plenamente justificada, porque cada país tiene derecho a defenderse, y el texto del alto el fuego que establece limites para ambas partes a la violencia en el futuro. Después del alto el fuego, los Estados Unidos deben escoger de una vez por todas: o continuar con su papel como facilitador incondicional de Israel o adoptar un enfoque más "pragmático" en el conflicto a la Morsi. Si sigue siendo ante todo un facilitador, su papel diplomático es probable que disminuya rápidamente, pero si adopta un enfoque equilibrado, todavía puede recuperar la iniciativa para un verdadero proceso de paz que tenga en cuenta los derechos de ambas partes a la luz del derecho internacional . Para que sea creíble esta nueva orientación, el presidente Obama tendría que hacer un importante discurso al pueblo estadounidense en el que explicase por qué es necesario elegir entre el partidismo y la diplomacia en la remodelación de su futura relación con el conflicto. Dicho cambio, lleno de sensatez, sería esencial no solo para la política exterior de Estados Unidos, sino también para la estabilidad de la región, pero es muy poco probable que tenga lugar. No hay nada en el curriculum vitae de Obama que sugiera una voluntad de dirigirse directamente al pueblo para puentear la disfuncional perspectiva del Congreso de los EE UU.

En quinto lugar, Naciones Unidas ha aparecido como algo casi irrelevante, a pesar de la presencia en la región del Secretario General en la última fase de la negociación diplomática. Ban Ki Moon no ayudó a mejorar las cosas haciéndose eco de las preocupaciones de Washington, llamando la atención casi exclusivamente sobre el derecho de autodefensa israelí. La ONU podría proporcionar un ambiente más neutrales para l negociaciones futuras si se distanciase de la geopolítica occidental. Para ello sería necesario que se retirarse del Cuarteto, y se comprometiera con una paz justa y sostenible para ambos pueblos. Al igual que Estados Unidos, es muy poco probable que la ONU adopte esta orientación, al menos no sin permiso de Washington. Al igual que Obama, no hay nada en el historial de Ban Ki Moon como Secretario General que sugiera la voluntad y la capacidad de actuar con independencia cuando los riesgos son altos.

En sexto lugar, la consecuencia inmediatamente del cese el fuego fue un llamamiento popular en Gaza a la unidad palestina, simbolizada por la presencia de las banderas de la Autoridad Palestina, Hamas, la Jihad Islámica y el Frente Popular para la Liberación de Palestina, izadas en armoniosa convivencia. Como el New York Times comentó "un arco iris que no se había presenciado en años". Si la unidad palestina se mantiene, y se convierte en una realidad práctica, incluidas elecciones en toda la Palestina ocupada, puede resultar que el alto el fuego sea más que una tensa tregua temporal, un nuevo comienzo en la larga marcha por que se haga justicia a Palestina.

Derrota para Israel

Con todo, el resultado de la Operación Pilar defensivo fue una derrota rotunda para Israel en al menos tres aspectos: a pesar de los bombardeos contra Gaza durante ocho días y la amenaza de una invasión por tierra, Hamas no cedió a las demandas israelíes de alto el fuego unilateral, la capacidad militar de los cohetes de Gaza ha sido mucho mayor a la hora de producir daños en todo Israel, incluyendo Tel Aviv y Jerusalén, lo que sugiere que su capacidad destructiva será aun mayor en caso de nuevo conflicto, y la política de Israel de promover a la Autoridad Palestina como el único representante legítimo del pueblo palestino, mientras se niega a negociar con Hamas, ha sufrido un duro golpe, tal vez fatal.

Las autoridades israelíes han dado a este ataque contra Gaza un frío sesgo. Descaradamente se describe como "un juego de guerra", diseñado para ensayar un ataque inminente contra Irán. En palabras del embajador de Israel en Estados Unidos, Michael Oren, "Israel no se enfrentaba a Gaza, sino a Irán". Teniendo en cuenta que por lo menos 160 habitantes de Gaza resultaron muertos, 1.000 heridos, y muchos más traumatizados, es un sorprendente reconocimiento de la intención de cometer crímenes contra la humanidad. Hay que pedir al menos al Consejo de Derechos Humanos el nombramiento de una misión de investigación para evaluar las denuncias de delitos cometidos durante el ataque militar. La situación exige un informe Goldstone 2, pero esta vez con voluntad política de seguir adelante, cuando se conozcan sus conclusiones incriminatorias.

Estos avances se verán afectados por la incertidumbre generalizada que hace que el alto el fuego sea probablemente una breve tregua en lugar de un giro definitivo de la violencia a la diplomacia. ¿Respetarán las partes el alto el fuego? Israel a menudo ha asumido compromisos internacionales que fueron completamente abandonados más tarde, como fue el caso del desmantelamiento de los numerosos "puestos de avanzada" (es decir, "asentamientos" ilegales incluso para la ley israelí) o en relación con el compromiso de resolver en cinco años el "estatuto final" de numerosos temas recogido en los Acuerdos de Oslo.

No es nada alentador que las autoridades israelíes ya estén cínicamente diciendo a los medios de comunicación que nada han acordado "más allá del cese inmediato de las hostilidades". Los compromisos del texto se minimiza así, tratándolos como "temas de conversación" en lugar de compromisos acordados a los que solo falta mecanismos de implementación. Si Israel se niega a terminar con los asesinatos selectivos y no pone de buena fe fin al bloqueo, no será sorprendente que los cohetes vuelen de nuevo.

Hacia un Estado palestino 

La Autoridad Palestina se dispone a recuperar parte del terreno perdido con la búsqueda del reconocimiento de la Asamblea General de la ONU de su estatus como "estado no miembro" el próximo 29 de noviembre de 2013, una maniobra diplomática a la que se oponen con todas sus fuerzas Tel Aviv y Washington. Probablemente sea demasiado esperar que esa oposición se ablande. Cualquier reclamación de un Estado palestino, aunque sólo sea simbólica, parece amenazar profundamente la postura de Israel de solo aceptar la creación negociada de un Estado palestino en abstracto mientras hace todo lo posible para frustrar los esfuerzos palestinos.

Tales especulaciones debe estar condicionada por la comprensión de que, mientras el reloj sigue avanzando, la solución de consenso internacional del conflicto, una Palestina independiente soberano, se escapa de la esfera de lo posible. La situación de ocupación prolongada ha alterado la demografía y las expectativas de los israelíes. Con nada menos que 600.000 colonos ilegales en Cisjordania y Jerusalén, ningún gobierno israelí sobreviviría previsiblemente si aceptase la menor exigencia de que un pequeño porcentaje de colonos vuelva a Israel. Del lado palestino, ningún arreglo sería sostenible sin que se revierta este proceso de colonización. Mientras campe a sus anchas este gigantesco gorila, lograr una paz genuina basada en el consenso internacional de dos estados para dos pueblos parece un ejercicio de optimismo sin sentido.

Al mismo tiempo, la historia nos ha demostrado una y otra vez que lo "imposible" pasa, "imposible" en el sentido de que observadores informados lo rechazaron como "posible". Sucedió cuando el colonialismo europeo fue derrotado, y de nuevo cuando el imperio soviético de pronto se desintegró interna y externamente, y luego, cuando el régimen del apartheid fue eliminado. El destino de los palestinos parece seguir atrapado por este desahucio imaginario y, sin embargo, hemos aprendido de la historia que las luchas de los pueblos oprimidos en ocasiones pueden lograr lo imposible de prever. Es quizás posible que esta última exhibición de firmeza palestina frente a la operación israelí, junto con una mayor democratización ciudadana en los países vecinos de Israel, de lugar a una secuencia de eventos que cambie el equilibrio de poderes regional y mundial lo suficiente como para dar por fin una oportunidad a la paz.

Traducción para www.sinpermiso.info:  Gustavo Buster

Richard Falk es profesor emérito de  derecho Internacional de la Universidad de Princeton. Desde 2009 es el Relator Especial de Naciones Unidas sobre los derechos humanos palestinos, aunque el gobierno israelí no le ha permitido entrar en los territorios Ocupados.

sinpermiso electrónico se ofrece semanalmente de forma gratuita. No recibe ningún tipo de subvención pública ni privada, y su existencia sólo es posible gracias al trabajo voluntario de sus colaboradores y a las donaciones altruistas de sus lectores. Si le ha interesado este artículo, considere la posibilidad de contribuir al desarrollo de este proyecto político-cultural realizando una DONACIÓN o haciendo una SUSCRIPCIÓN a la REVISTA SEMESTRAL impresa.
http://www.aljazeera.com/indepth/opinion/2012/11/20121124124357332912.html

terça-feira, 25 de setembro de 2012

Un matrimonio de imbéciles: Romney y Netanyahu

 
Los padres, los maestros, los pedófilos y los caníbales todos dicen que aman a los niños. Pero sus motivos no son los mismos.

Uri Avnery · · · ·

Una vez, el presidente Richard Nixon quería nombrar a cierto abogado para la Corte Suprema de los EE.UU. "Pero el hombre es un completo idiota!" Exclamó un senador. "¿Y qué", respondió otro: "Hay un gran número de idiotas en los EE.UU., y que tienen derecho a estar representados en la corte, tanto como cualquier otro sector de la sociedad".

Tal vez los Imbéciles Unidos de América tienen derecho a elegir a Mitt Romney como presidente. Pero por el bien de los EE.UU. y de Israel, espero que eso no suceda.

Hay gente que dice que Israel es el estado 51 de la Unión. Algunos dicen que es el primero de los 51. Sea como sea, nuestras vidas - y tal vez nuestras muertes - dependen en gran medida del hombre en la Casa Blanca.

Así que, con todas mis dudas (y tengo muchas) sobre Barack Obama, tengo grandes esperanzas de que será reelegido.

***

En su último ataque de sabiduría, Romney no sólo reveló que el 47% de los estadounidenses son parásitos, pero también que "los palestinos" quieren destruir a Israel. Según él, el conflicto entre Israel y los palestinos no tiene solución, seguirá para siempre.

Me pregunto de dónde sacó esta última genialidad.

En la Alemania nazi hubo un cierto Herr Doktor Otto Dietrich, un funcionario del Ministerio de Propaganda. Todos los días, reunía a los editores de los periódicos más importantes de Berlín y les decía cuál sería el titular y la nota editorial del día siguiente.

Eso fue antes de la Internet y el fax. Hoy en día, la oficina del Primer Ministro faxea una “página de mensajes" diaria a los ministros de Netanyahu y otros payasos donde les dice qué mensajes deben difundir.

Tengo la firme sospecha de que Romney lee esta página de mensajes justo antes de encontrarse con sus audiencias, compuestas de multimillonarios (o meros millonarios). Después de todo, él no es capaz de inventar estos asombrosos destellos de visión por sí mismo, ¿o sí?

***

"Los palestinos" significa "todos los palestinos". Los nueve millones de ellos en Cisjordania, del Este de Jerusalén, de la Franja de Gaza, de Israel, sin olvidar a los refugiados de todo el mundo.

Bueno, supongo que si por intervención divina, Israel desapareciera del mundo, muy pocos palestinos derramarían una lágrima. Como tampoco muchos israelíes derramarían una lágrima si, de nuevo por intervención divina, todos los palestinos desaparecieran. Serían también pocos los israelíes que se ofrecerían a ayudar a Dios Todopoderoso en esta tarea. Quién sabe, si los amigos evangélicos de Romney oran lo suficiente, su Dios podría tal vez desmaterializar a todos los rusos, chinos, coreanos del norte, iraníes y una variedad de otros “malhechores”.

Por desgracia, esas fantasías pertenecen a los reinos de los sueños y las pesadillas. En el mundo real, los pueblos no desaparecen incluso después de grandes esfuerzos genocidas, ni tampoco pueden los estados que poseen bombas nucleares ser erradicados por sus enemigos extranjeros.

Conozco a muchos palestinos, y ninguno de ellos cree que Israel puede ser aniquilado. Desde que Yasser Arafat decidió a finales de 1973 que debía llegar a un acuerdo con Israel, la gran mayoría de los palestinos quieren un acuerdo que les permita establecer un estado propio en una parte de la Palestina histórica. Esto se conoce como la "solución de dos estados".

El actual gobierno de Israel no quiere esto, porque no están dispuestos a renunciar al 22% de la Palestina histórica, que se convertiría en el Estado de Palestina. Al no tener una alternativa viable, los voceros del gobierno afirman que "este conflicto no tiene solución".

Uno de los padres de este lema es Ehud Barak. Después de la fallida reunión de Campamento David en el año 2000, Barak, entonces Primer Ministro, pronunció la célebre frase "no tenemos ningún socio para la paz". Dado que Barak era la causa principal del fracaso de la reunión, lo apodé el "criminal de la paz ".

Agradecido, Netanyahu recogió el grito de Barak, y ahora la gran mayoría en Israel cree de forma implícita en este mensaje. (Recientemente fui entrevistado por un periodista danés le dije:.. Cuando terminemos, pare el primer taxi y pregúntele al conductor acerca de la paz. Le dirá: "La paz sería maravillosa. Estoy dispuesto a devolver todos los territorios por la paz. Pero desafortunadamente los árabes nunca harán la paz con nosotros”. Una hora después, el periodista me llamó emocionado: "Hice lo que me dijo, y el conductor repitió sus palabras una por una").

"No hay solución" parece significar "todo seguirá como está". Eso es un error. Nada queda como está. Las cosas se mueven todo el tiempo, los asentamientos se extienden, los palestinos se volverán a levantar; el mundo está en constante cambio, el mundo árabes cambia, algún día un presidente estadounidense a pondrá los intereses de los EE.UU. por delante de los de Israel. ¿Dónde estaremos entonces?

***

La esencia del mensaje de Romney es que la solución de dos Estados está muerta. Esto me recuerda la famosa frase de Mark Twain: "El informe de mi muerte fue una exageración".

Ahora está de moda decirlo. Toda una tendencia. Sin embargo, diferentes personas tienen diferentes razones para creer que la solución de Dos Estados está muerta.

Los padres, los maestros, los pedófilos y los caníbales todos dicen que aman a los niños. Pero sus motivos no son los mismos. Esto también es verdad para los aspirantes a enterradores de la solución de los Dos Estados. Ellos incluyen:

Uno: idealistas, que desean que las personas de diferentes naciones vivan juntas en armonía e igualdad en un estado. (Me gustaría que estudien la historia de la Unión Soviética, Yugoslavia, Checoslovaquia, Chipre, Sudán y la situación actual de los franceses en Canadá, los escoceses en Gran Bretaña, los flamencos en Bélgica y los vascos y los catalanes en España).

Dos: los árabes, que realmente creen que esta es un modo pacífico de deshacerse de Israel.

Tres: Los colonos, que quieren convertir la totalidad de la Palestina histórica en su dominio y, si es posible, "limpiar" el país de no-judíos.

Cuatro: los israelíes, que creen que los asentamientos han creado una situación que es "irreversible" (Meron Benvenisti, un ex teniente de alcalde de Jerusalén, acuñó esta frase ya en la década de 1980, cuando había menos de 100 mil pobladores. Le dije entonces que nada es irreversible, excepto la muerte. Las situaciones creadas por los seres humanos pueden ser cambiadas por otros seres humanos).

Cinco: Los anti-sionistas, incluyendo judíos antisionistas, que odian el sionismo indiscriminadamente, con todos sus aspectos buenos y malos, y para quienes la existencia de un estado "judío" es una abominación.

Seis: Los fanáticos musulmanes, que creen que Palestina es tierra musulmana, por lo que ceder cualquier parte de ella a los no musulmanes es un pecado mortal.

Siete: los fanáticos judíos, que creen que todo Eretz-Israel, desde el Nilo hasta el Éufrates, les fue prometido a los judíos por Dios, por lo que ceder una parte del mismo a los no-judíos es un pecado mortal.

Ocho: Los fanáticos cristianos, que creen que la segunda venida de Jesucristo será posible sólo después de la reunión de todos los judíos en este país (sin lugar en él para nadie más).

Me disculpo si he olvidado a alguien.

Algunas de estas personas han inventado algo llamado "solución de un estado". Eso es un oxímoron. Solo existe el “problema de un solo estado”, no hay una solución de un solo estado.

De vez en cuando vale la pena volver a los hechos fundamentales de nuestra vida:

Hay dos pueblos que viven en este país.

Ninguno de los dos va a desaparecer: están aquí para quedarse.

Mientras que los árabes palestinos que viven en el país siguen siendo una minoría, muy pronto constituirán la mayoría.

Ambos pueblos son intensamente nacionalistas.

Ambos tienen diferentes culturas, lenguas, religiones, relatos históricos, estructuras sociales, estándares de vida. En la actualidad, después de unos 130 años de conflicto continuo, hay odio intenso entre ellos.

La posibilidad de que estos dos pueblos puedan vivir en paz bajo un solo estado, sirviendo en el mismo ejército y policía, pagando los mismos impuestos y cumpliendo las mismas leyes promulgadas por un mismo parlamento común, es nula.

La posibilidad de que estos dos pueblos puedan vivir en paz lado a lado en dos estados, cada uno con su propia bandera y su propio gobierno elegido (y su propio equipo de fútbol), sí existe.

Esta coexistencia puede tomar diferentes formas: desde una confederación con la apertura de fronteras y la libre circulación hasta estructuras en evolución, como la de la Unión Europea.

Espero que esto no sea demasiado complicado de entender para Mitt Romney. Pero esto puede ser irrelevante si - como espero fervientemente - no es elegido.

No me gustaría que un ignorante tenga la oportunidad de aprender los asuntos del mundo sobre nuestras espaldas.

Uri Avnery es un escritor israelí y activista por la paz con Gush Shalom. Es colaborador del libro The Politics of Anti-semitism, de CounterPunch.

Traducción para www.sinpermiso.info: Antonio Zighelboim

Sinpermiso electrónico se ofrece semanalmente de forma gratuita. No recibe ningún tipo de subvención pública ni privada, y su existencia sólo es posible gracias al trabajo voluntario de sus colaboradores y a las donaciones altruistas de sus lectores. Si le ha interesado este artículo, considere la posibilidad de contribuir al desarrollo de este proyecto político-cultural realizando una DONACIÓN o haciendo una SUSCRIPCIÓN a la REVISTA SEMESTRAL impresa.

segunda-feira, 20 de agosto de 2012

A INVENÇÃO DO POVO JUDEU

Fonte da imagem AQUI.


Por Paulo Müzell, para RS URGENTE

Marino Boeira, articulista e professor universitário gaúcho afirma, com toda razão, que se você quiser arrumar encrenca certa, escolha dois temas: a necessidade de submeter a mídia ao controle da sociedade e a violência e a opressão de Israel que vitima os palestinos. É incômodo e polêmica na certa.

Pois Sholomo Sand, professor de história da Universidade de Tel Aviv resolveu “topar a bronca” ao publicar “A invenção do povo judeu”, obra editada pela Benvirá no ano passado. O livro desmonta o mito que “justificou” a criação do estado de Israel como uma tardia volta dos judeus à “terra prometida”, depois de expulsos da Palestina quase dois mil anos atrás, no episódio da destruição do segundo templo pelos romanos em 70 dC. Após minuciosa pesquisa, Sand concluiu que não há nenhum indício ou prova documental de que os judeus tenham sido expulsos pelos romanos de Jerusalém ou da Palestina. Ele afirma que essa é uma falsa versão que tem origem na interpretação subjetiva de textos bíblicos (Velho Testamento). Foi fundamental construir o mito do judeu errante, perseguido, um povo único, com identidade étnico religiosa em busca de suas remotas origens.

Os judeus que vivem hoje em Israel e em outros países do mundo, segundo Sand, não tem origem única, mas múltipla. São povos que se converteram ao judaísmo em várias regiões: na bacia do Mediterrâneo e áreas vizinhas; no norte da África descenderam de pagãos convertidos (judaísmo seferdita). Há, também os judeus iemenitas, um terceiro ramo originado do reino Himiaritá, além dos judeus asquenazes, refugiados do reino Khazar, localizados na Europa do Leste.

O livro foi lançado tardiamente no Brasil, mais de três anos depois das primeiras edições européias e de Israel. Traduzido em vinte e uma línguas, como não poderia deixar de ser, teve grande repercussão. Cinco meses na lista dos mais vendidos em Israel, ganhou em 2009 na França o prestigioso “Prix Aujourdd’hui”. Reconhecimento e elogios de peso: Eric Hobsbawm, Tony Judt, Marcel Détienne, Edgar Morin e Noam Chomsky. É evidente que, em contrapartida, sobraram críticas, umas poucas amenas e equilibradas, a maioria delas duras, ásperas, apaixonadas, verdadeiros libelos contra. Professores universitários, rabinos, jornalistas com vastos espaços em grandes veículos da mídia nacional e internacional “bombardearam” o livro com grande fúria e energia.

As perseguições que vitimaram os judeus foram uma constante ao longo de séculos e séculos de história. O fanatismo religioso, não há qualquer dúvida, foi a principal causa. Mas não há como negar, também, que ao preservarem hábitos alimentares, costumes e língua própria, os judeus constituíram clãs, enclaves nas tribos e povos com quem compartilharam territórios. Essa não-integração, não há qualquer dúvida, contribuiu para alimentar e fortalecer o milenar sentimento antissemita.

A Primeira Cruzada propiciou uma explosão de antissemitismo na Europa. Entre 1096 e 1098 dezenas de milhares de judeus são mortos na Alemanha e na Europa Central. Matanças ocorrem nos anos de 1189 e 1190 na França e na Inglaterra. Em 1492 os reis católicos expulsam da Espanha quase 100 mil judeus, a maioria dos quais se refugia em Portugal, onde, alguns anos depois são vítimas do denominado Pogrom de Lisboa, “A Matança da Páscoa de 1506”. No final do século XIX tivemos o famoso caso Dreyfus, no qual um oficial francês, de origem judaica foi acusado de traição. O episódio, de repercussão internacional alimentou uma nova onde antissemita na França e na Europa. Emile Zola escreve o clássico “Je acuse”. Multidões marcham pelas ruas de Paris bradando “morte aos judeus!” Na Rússia tivemos três “ondas” de perseguições. A primeira, entre 1881 e 1884, teve como causa imediata o assassinato do Czar Alexandre II.

Entre 1903 e 1906 um novo e prolongado pogrom russo e, por fim, no início do processo revolucionário de 1917 ocorreu um novo massacre. Calcula-se que entre 1880 e 1920 mais de dois milhões de judeus russos abandonaram o país.

O mito de um povo judeu errante em busca de suas origens começa a ser construído na Alemanha a partir da segunda metade do século XIX. Intelectuais de origem judaica, influenciados pelo vigor do tardio nacionalismo alemão começam a construir a versão que foi fundamental para a criação do estado de Israel. Heinrich Graetz é o pioneiro e segundo Sholomo Sand ele “forjou” o modelo nacional da escrita da história dos judeus com “J” maiúsculo, ponto de partida para que outros pesquisadores, mais decididamente nacionalistas, deixassem de pensar a judeidade como uma civilização religiosa variada e rica para se tornar um “antigo povo-raça”, desenraizado, expulso de suas origens, o país de Canaã.

Moses Hess publica em 1862 a obra “Roma e Jerusalém” citando Graetz com entusiasmo. Observa Hess que a fonte dos conflitos entre judeus e não-judeus “reside no fato dos primeiros constituírem, desde sempre, um grupo hereditário diferente”. O “tipo judeu” teria permanecido o mesmo através dos séculos. E continua, com um pessimismo amargo: “De nada serve aos judeus negar suas origens fazendo-se batizar e se misturando às massas dos povos indo-germânicos ou mongóis. Os tipos judeus são indeléveis”. Graetz ratifica e complementa o pensamento de Hess, concluindo: “não se pode negar a existência de povos mortais, que desaparecem na história e de outros que são imortais. Nada permanece da raça helênica ou latina, que se fundiram a outras entidades humanas. A raça judaica, ela sim, conseguiu perdurar e sobreviver, estando a ponto de avivar o fogo da sua juventude bíblica milagrosa”. O povo judeu “é de fato um povo-messias, que, chegando o dia, salvará a humanidade inteira”.

Sand observa que a fonte do fortalecimento da teoria da raça nos grandes centros europeus foi a mesma que trouxe a revolução burguesa e o iluminismo com seus ideais de liberdade e igualdade entre todos.. A extraordinária evolução tecnológica e industrial do capitalismo cristalizou um sentimento de arrogância e de superioridade biológica e moral da Europa. Ironias da história.

Graetz, Hess e alguns outros autores constituíram o núcleo teórico das ideias que possibilitaram a construção do “mito sionista”, fundamental para a formação do estado de Israel, muitas décadas depois. E que explica o estranho fato da Universidade de Tel Aviv ter dois departamentos de história que funcionam como compartimentos estanques, isolados, sem nenhuma comunicação entre si. Temos uma “história de Israel” e a “outra”, a história geral. A história de Israel se fundamenta na interpretação de documentos bíblicos, especialmente do Velho Testamento, o Livro dos Livros, verdadeira “carteira de identidade” do povo judeu e “a prova de seu justo mandato sobre a terra de Israel”. Não temos aqui ciência e sim uma visão do passado elaborada através de interpretação subjetiva de milenares documentos religiosos. Com o que não concordaria, se vivo fosse, o irreverente Mark Twain. Ele não via com bons olhos a bíblia, em especial o Velho Testamento, para ele uma sucessão de violências, crimes, estupros cometidos por um Deus injusto, mesquinho, cruel e vingativo que: “punia crianças inocentes, o povo pelo pecado dos seus governantes e até as inofensivas cabras e ovelhas por desvios e erros cometidos por seus donos”.

Em 1948, favorecido por uma série de circunstâncias a ONU oficializou a criação do estado de Israel. Com uma constituição que deveria assegurar “igualdade perante a lei para todos seus cidadãos, liberdade de culto, sem quaisquer distinções ou discriminação de raça e cor, com total liberdade de ir e vir”. Sabe-se que nada disso ocorre. Israel é hoje uma etnocracia religiosa. Um quarto dos seus quase oito milhões de habitantes são palestinos, cidadãos de segunda linha, confinados, segregados, discriminados, vivendo em condições de extrema pobreza.

Em 1896 Theodor Herzl, um jornalista judeu austríaco que cobrira o caso Dreyfus para a imprensa europeia e ficara impactado pelo forte sentimento de ódio aos judeus na França e na Europa Central escreve “O estado judaico” e no ano seguinte organiza e preside o primeiro congresso sionista na Basiléia. Foram dois importantes passos para a consolidação de um movimento sionista internacional rumo à criação do estado de Israel. Estado tornado possível graças ao apoio econômico, político e militar de duas grandes potências – numa primeira etapa da Inglaterra e mais tarde dos Estados Unidos -, interessadas em criar um enclave seu numa região de vital importância estratégica pela sua privilegiada localização geográfica, próxima de grandes reservas de petróleo árabe.

sábado, 11 de junho de 2011

Qual é a graça?

É tênue a linha que separa certas crenças irrefletidas do ódio que leva sionistas a matar de fome crianças palestinas, neoconservadores a ridicularizar todo sujeito que não se encaixe no protótipo do macho moderno e intelectuais orgânicos da velha direita brasileira a desqualificar todo interlocutor que não cheire à tradição, família e propriedade.

Em artigo recentemente publicado nesta Carta Maior (“Os palestinos entendem Kadafi melhor do que nós”, 17/03/2011), Robert Fisk chama nossa atenção para comportamento que representa “tendência crescente e muito cruel no pensamento da direita israelense”.

Segundo o jornalista inglês, Michael Bernstam, membro da Hoover Institution, da prestigiada Universidade de Stanford, teria publicado, há algumas semanas, na revista estadunidense American Commentary, artigo denunciando o que alcunhou de “caldo de cultivo para o terrorismo internacional”.

Conforme Bernstam, o Organismo de Socorro e Obras Públicas das Nações Unidas (UNRWA - United Nations Relief and Works Agency for Palestine Refugees in the Near East, na sigla em inglês), agência que desde os anos 60 ocupa-se da ajuda humanitária a refugiados palestinos, teria criado “refugiados de guerra permanentes” ao fazer desaparecer, através do fornecimento de auxílio-desemprego, os incentivos ao trabalho e ao investimento. Velha ladainha liberal sustentada, de um lado, pelo “laissez-faire” e, de outro, pelo voluntarismo do “self made man”, o argumento de Bernstam supõe que a vontade livre e irresoluta do “homo economicus”, mola-mestra da economia, e o interesse pessoal esclarecido são condições suficientes para que sujeitos empreendam e, desse modo, economia e sociedade evoluam. Incentivos públicos ou privados, portanto, seriam obstáculos ao desenvolvimento, pois tudo o que não é útil não pode ser bom.

Tese de rara selvageria especulativa, esse fatalismo reducionista sustenta que determinadas pessoas preferem viver sob lonas porque é a “condição de refugiado sem limite de tempo” que lhes “põe o pão na mesa, garante a casa sem pagar aluguel, além de um conjunto de serviços gratuitos” e, de quebra, torna-os indolentes. Donde, como “cabeça vazia é ofício do diabo”, ser nesses acampamentos que está, ainda segundo Bernstam, “a garantia de continuidade de um ciclo palestino autônomo destrutivo de violência, de derramamento de sangue fratricida e de uma guerra perpétua contra Israel”.

Ou seja, é a ONU a responsável, em última instância, pelo terrorismo de fundamentalistas palestinos, pois é nos acampamentos de refugiados por ela atendidos - “caldo de cultivo para o terrorismo internacional” - que ele se reproduz e se mantém, e isso graças às migalhas a eles distribuídas pela comunidade internacional.

A teoria de Bernstam não consegue dar conta, porém, da existência do sionismo, uma vez que em Israel estão ausentes as condições necessárias para a formação do caldo de cultivo para seu terrorismo ultranacionalista; sionistas não estão acampados, sob sol e chuva, em barracas miseráveis, vivendo à custa de auxílio-desemprego, o que os tornaria indolentes e, por conseguinte, justificaria toda violência física e moral que diariamente despejam sobre os palestinos. Nada como psicologia barata para se explicar a inconsciente tendência sionista de, pela força, invadir e tomar territórios alheios, isolá-los do restante do mundo e matar crianças de fome pelo bloqueio econômico a eles imposto. Como se vê, a solução para a Palestina Ocupada não passa pelo diálogo e nem pela mediação internacional, mas sim pelo estímulo ao trabalho e ao investimento através do cancelamento do auxílio financeiro internacional aos refugiados palestinos. Se disso não se seguir a paz e o desenvolvimento – na medida em que você pode empreender, produzir e gerar empregos em acampamentos - ao menos todos eles morrerão de fome.

Tendência semelhante e não menos cruel pode ser verificada no pensamento da direita brasileira reacionária. A “intelligentsia” de sua elite, perspicaz a ponto de deixar a cargo de seus leões-de-chácara intelectuais o tratamento de questões impopulares tal como o racismo e a homofobia (1) , tem dois alvos principais, sobre os quais não costuma tergiversar.

Recentemente, promotores de justiça gaúchos fizeram questão de deixar isso claro. Ricardo de Oliveira Silva, que atuou como assessor parlamentar de Simone Mariano da Rocha, Procuradora-Geral de Justiça no governo tucano de Yeda Crusius (2007/2010), Benhur Biancon Jr., ex-assessor de Carlos Otaviano Brenner de Moraes – que ocupou as pastas de Transparência e Meio Ambiente nesse mesmo governo - na Associação do Ministério Público e ex-Chefe de Gabinete da então Procuradora, e Luis Felipe de Aguiar Tesheiner, ex-chefe do Núcleo de Inteligência do Ministério Público, foram responsáveis pelo Termo de Ajustamento de Conduta (TAC) proibindo as escolas itinerantes do Movimento dos Trabalhadores Rurais Sem-Terra (MST) no Rio Grande do Sul (RS). Já Biancon Jr. e Tesheiner assinaram, em 2008, a Ação Civil Pública contra o MST que acabou ganhando repercussão nacional e internacional pelo estilo “Guerra Fria” adotado contra o Movimento.

Segundo a referida Ação, os acampamentos Jandir e Serraria, no interior do RS, eram “verdadeiras bases operacionais destinadas à prática de crimes e ilícitos civis causadores de enormes prejuízos não apenas aos proprietários da Fazenda Coqueiros, mas a toda sociedade”. A Ação, que se baseou em um “trabalho de inteligência” composto, na sua maioria, por matérias de jornais, relatórios do serviço secreto da Brigada Militar e livros e cartilhas apreendidas em acampamentos do MST, definiu o Movimento como uma “ameaça à sociedade e à própria segurança nacional” em franca “estratégia confrontacional” com o Estado. Nesta época, comentou então o jornalista gaúcho Marco Weissheimer, “um documento do Conselho Superior do Ministério Público chegou a propor a extinção do MST, iniciativa que não prosperou em virtude da forte reação que surgiu contra ela”. Gilberto Thums, atual Coordenador-Geral da Procuradoria de Justiça Criminal do Ministério Público gaúcho, por sua vez, considera o MST um movimento “fora-da-lei”.

Esse tipo de paranoia ganha força quando nos damos conta que se trata da consequência, e não de causa, de uma predisposição discursiva dessa “intelligentsia”, em regra reproduzida irrefletidamente também, e infelizmente, por parcela de nossa classe média. A hoje senadora "progressista" Ana Amélia Lemos a ilustrou ao comentar a hipótese de revisão dos índices de produtividade rural discutida ainda no governo Lula (2003/2010). “O problema não é a produtividade – sentenciou a então comentarista política do Grupo RBS -, mas sim a interferência do Estado na liberdade do produtor, que pode perder a terra, sob esse manto legal. Breve, o governo poderá tentar resolver o déficit habitacional desapropriando campos de golfe e casas de praia que não cumprem função social”.

Dito de outro modo, pouco importa se o proprietário rural produz ou não de acordo com índices estipulados como razoáveis para que seja cumprido aquilo que nossa Constituição Federal chama de “função social da terra”, uma vez que “a questão é a interferência do Estado na liberdade do produtor, que pode perder a terra, sob esse manto legal“. O direito individual de propriedade – e de se dispor absolutamente mesmo de um bem de interesse público –, por conseguinte, é tratado pelo pensamento pré-colonial (2) de Ana Amélia Lemos como um direito acima dos sociais e coletivos.

Esses intelectuais orgânicos, todavia, não representariam adequadamente a parcela medieval de nossa sociedade se não fossem, também, críticos ferrenhos da mobilidade social de sua base. Todas as políticas públicas afirmativas – de inclusão social e distribuição de renda, como as cotas raciais em universidades públicas e o bolsa-família, p. ex. - postas em prática no governo Lula foram sistematicamente desqualificadas pelos bobos da corte de plantão, a despeito de terem promovido, a olhos vistos e com reconhecimento internacional, a maior distribuição de renda e de dignidade de nossa história.

Nem mesmo o equilíbrio entre desenvolvimento e poder aquisitivo, promovido pela associação entre tais ações afirmativas e as políticas monetária, fiscal e cambial postas em prática nos últimos oito anos – até então mera utopia tucana -, escapou dos menestréis do servilismo; em recente episódio de repercussão nacional, ex-comentarista do Grupo RBS (grupo de empresas que, ao arrepio da legislação em vigor, monopoliza a comunicação nos estados do RS e SC) em Santa Catarina viu como causa do aumento do número de acidentes de trânsito em seu estado o ganho aquisitivo das classes C e D, promovido pelo governo Lula – “Este governo espúrio permitiu que qualquer miserável tivesse um carro”, foram suas palavras. Como se sabe, lugar das classes C e D, como certa feita defendeu preconceituoso cronista do Grupo RBS famoso no bairro Azenha, em Porto Alegre, ao comentar a possibilidade de se discutir publicamente projetos para o trecho do porto fluvial da capital gaúcha conhecido como Cais Mauá, é em “shoppings populares”. O referido Cais, sustentou, “há que ser da nata, da classe A”. Só assim, complementou, “os menos favorecidos” teriam “onde trabalhar e onde flanar, que eles flanam”, referindo-se à atividade de cuidar de carros estacionados na rua exercida por pessoas popularmente conhecidas como “flanelinhas”.

Em matéria de mobilidade social, porém, nada provocou mais a ira dos abutres da miséria alheia do que o “bolsa-família”. E, nesse sentido, qualquer semelhança entre seus argumentos e o de Michael Bernstam não é mera coincidência. A única diferença é que o Governo Federal brasileiro, ao fazer desaparecer, através do fornecimento do referido auxílio, os incentivos ao trabalho e ao investimento, criou não “refugiados de guerra permanentes”, mas uma massa de vagabundos permanentes, condição que lhes “põe o pão na mesa, garante a casa sem pagar aluguel, além de um conjunto de serviços gratuitos”. Donde, por conseguinte, um acampamento do MST, por analogia, não passar de “caldo de cultivo” para a “prática de crimes e ilícitos civis causadores de enormes prejuízos” à toda sociedade”. Nada mais sensato, então, em sintonia com a política externa sionista para a Palestina Ocupada e os refugiados que ela gerou, do que postular a extinção dessas “bases operacionais”, verdadeira “ameaça à sociedade e à própria segurança nacional” em franca “estratégia confrontacional” com o Estado.

Não há diferença substancial entre a intolerância de Michael Bernstam, dos referidos promotores gaúchos, da senadora integrante da bancada ruralista, dos funcionários do Grupo RBS e dos supostos humoristas. Embora quase não possamos distinguir a essência de seus argumentos, tratá-los como mero preconceito de classe seria, na melhor das hipóteses, um cavalheiresco reducionionismo. É mais do que isso; trata-se do caldo de cultivo do ódio fascista que desconhece a humanidade do outro.

Não sei exatamente quando a apologia à violência contra a mulher e o machismo viraram humor, quando a homofobia e o racismo transformaram-se em argumentos e, muito menos, quando a insensibilidade histórica tornou-se algo engraçado. Sei, todavia, que é tênue a linha que separa certas crenças irrefletidas do ódio que leva sionistas a matar de fome crianças palestinas, neoconservadores a ridicularizar todo sujeito de razão que não se encaixe no protótipo do macho moderno – heterossexuais hedonistas metidos a engraçadinhos com suas eternas barbas por fazer, cujo narcisismo niilista asséptico é a própria negação da política e do debate público qualificado como espaço necessário à sua efetivação - e intelectuais orgânicos da velha direita brasileira a desqualificar todo interlocutor que não cheire à tradição, família e propriedade.

NOTAS

(1) Cf., p. ex., os recentes casos de racismo e de homofobia envolvendo o deputado federal progressista Jair Bolsonaro (RJ), a ameaça de processo à blogueira Lola Aronovich por parte de um certo humorista chamado Marcelo Tas, que a acusa de tê-lo caluniado e difamado ao supostamente chamá-lo de misógino, o caso de machismo e de apologia à violência contra a mulher protagonizado pelo humorista conhecido como Rafinha Bastos, que segundo a referida blogueira teria defendido “com todos os dentes piada de estupro (é um favor uma mulher feia ser estuprada, estuprador merece um abraço etc)”, o caso de insensibilidade histórica protagonizado pelo também humorista Danilo Gentili, que teria escrito em seu twitter, ainda segundo Aronovich, que entendia porque os judeus do bairro paulistano de Higienópolis seriam contra a construção do metrô em seu bairro, pois “da última vez que entraram num vagão, foram parar em Auschwitz”, assim como, também, os recentes casos de mobilização de variadas correntes protestantes e de católicos contra decisão do Supremo Tribunal Federal (STF) que equiparou a união de casais homoafetivos à figura civil da União Estável.

(2) O pensamento da senadora gaúcha é pré-colonial porque, como nos ensina Raimundo Faoro, “(…) vibra, nas normas jurídicas que orientaram a distribuição do solo aos colonos, a velha lei consolidatória de D. Fernando I (provavelmente 1375), lei de transação entre a burguesia rural e a aristocracia agrária, não aplicada no tempo, mas incorporados seus princípios nas Ordenações Alfonsinas, Manoelinas e Filipinas. A feição mais importante do instituto – a reversão da terra não cultivada à Coroa – conservou-se graças à revolução de Avis, com o perfil de predomínio da coisa pública – dos fins e objetivos públicos – sobre a ordem particular. A terra se desprende, desde o século XIV, de seu caráter de domínio, adstrito ao proprietário, para se consagrar à agricultura e ao povoamento, empresas promovidas pelo rei a despeito da concepção de propriedade como prolongamento da pessoa, da família ou da estirpe (…)“ (Raimundo Faoro. Os Donos do Poder – Formação do patronato político brasileiro. Vol. 1, Capítulo IV, p. 140). Ou seja, a manutenção da sesmaria recebida pelos então colonos estava condicionada ao seu aproveitamento, quadro jurídico assegurado pelas Ordenações, Direito então vigente na Colônia. Havia, portanto, uma noção de função social e de utilidade da terra mesmo entre nossos colonizadores. Ana Amélia Lemos consegue, na defesa dos proprietários rurais, ser mais atrasada socialmente do que se era há 500 anos. Daí sua defesa da propriedade absoluta, sem função social alguma, ser um pensamento pré-colonial.

* Mestrando em filosofia. Mantém o blog www.laviejabruja.blogspot.com

sexta-feira, 20 de agosto de 2010

Colonos israelenses se organizam para fazer 'edição sionista' da Wikipedia


Guila Flint
De Tel Aviv para a BBC Brasil

Líderes dos colonos israelenses na Cisjordânia começaram a patrocinar cursos sobre o site Wikipedia, com o objetivo de formar editores para verbetes relacionados ao conflito israelense-palestino na enciclopédia colaborativa online.

A grande maioria dos participantes do primeiro curso do que está sendo chamado de "edição sionista" da Wikipedia, realizado há alguns dias em Jerusalém, foi de colonos residentes em assentamentos na Cisjordânia.

O diretor do Conselho da Judeia e Samaria (Cisjordânia), Naftali Benett, especialista em tecnologia e um dos idealizadores do projeto, disse ao Canal 10 da TV israelense que a imagem de Israel na internet é "lamentável".

"Os grandes canais de comunicação da internet, como a Wikipedia, o Google e o YouTube, são quase completamente ocupados por grupos que são contra Israel, principalmente grupos islâmicos", afirmou.

Para Benett, as posições favoráveis a Israel "não têm presença na internet". Ele explica que o objetivo principal do curso, que segundo ele já contou com a participação de cem pessoas, é "colocar nossa posição perante o mundo".

As aulas são tanto para editores da Wikipedia em hebraico como da versão em inglês do site.

"Hoje em dia, os jovens já não consultam mais as enciclopédias normais, só a Wikipedia, e precisamos estar presentes no local consultado por dezenas de milhões de pessoas no mundo inteiro, para que a posição de Israel seja ouvida", disse Benett.

Edição

Já o secretário da associação Wikipedia em Israel, o advogado Dror Lin, que é um dos editores da enciclopédia virtual, manifestou ceticismo quanto à possibilidade de sucesso da iniciativa liderada por Benett.

"Eles só terão chances de influenciar o conteúdo da Wikipedia se entenderem que se trata de escrever uma enciclopédia, e não de manifestar as ideias deles", disse Lin.

De acordo com o advogado, pessoas que querem introduzir conteúdos na Wikipedia só conseguem fazê-lo se contribuem com fatos apresentados "de maneira neutra e fundamentada em fontes confiáveis".

Lin explicou que não é fácil fazer alterações de conteúdo e mudar a terminologia usada na Wikipedia.

"Utilizamos termos que são amplamente aceitos nas pesquisas acadêmicas e na mídia em geral", afirmou.

Prêmio

Para Naftali Benett, a Wikipedia utiliza termos incorretos, que não expressam a "verdade".

"Por exemplo, no caso da frota de Gaza (alvo de uma operação israelense em maio), na Wikipedia escreveram que foi uma frota humanitária, para trazer comida para os pobres coitados de Gaza, enquanto nós sabemos a verdade, que foi uma iniciativa de um grupo terrorista, ligado à Al-Qaeda, para romper o bloqueio de segurança", afirmou Benett.

De acordo com Benett, o mapa de Israel na Wikipedia também está "errado", por não incluir as Colinas de Golã, ocupadas por Israel durante a guerra de 1967.

"Depois da lei do nosso Parlamento, decretando a anexação de Golã, aquela região deveria constar no mapa do país", argumentou. A anexação da região, por Israel, no entanto, não é reconhecida internacionalmente.

Os organizadores do curso anunciaram que o editor que conseguir introduzir o maior número de "alterações sionistas" na Wikipedia ganhará como prêmio um passeio de balão sobrevoando o país.

quinta-feira, 16 de julho de 2009

Judeus ultraortodoxos protestam com violência em Jerusalém


Por Douglas Hamilton

JERUSALÉM (Reuters) - Partes de Jerusalém viraram um caos nesta quinta-feira, depois de dois dias de distúrbios, com lançamento de pedras e queima de latas de lixo, por parte de judeus ultraortodoxos enfurecidos com a interferência do Estado em seus assuntos.

A explosão de fúria foi desencadeada pela prisão de uma mulher ultraortodoxa, cujo nome não foi divulgado, por suspeita de ter deixado seu filho de 3 anos passar fome. A criança agora se recupera em um hospital e os médicos disseram que ela está subnutrida.

Os manifestantes destruíram sinais de trânsito, derrubaram muros e danificaram vias pavimentadas com pedras. As ruas ficaram cheias de lixo e cinzas. Fumaça e mau cheiro emergem dos destroços.

Centenas de policiais foram deslocados para controlar a violência. Até agora ninguém ficou seriamente ferido, mas os problemas parecem prestes a prosseguir por mais um dia na cidade sagrada, onde judeus religiosos e seculares estão divididos, apesar de seguirem a mesma fé.

O protesto se concentra nos bairros de Geula e Mea She'arim, em Jerusalém Ocidental, a apenas algumas quadras da Cidade Velha. Nesses bairros vivem judeus ultraortodoxos, que usam roupas pretas e preferem se manter distantes do Estado israelense moderno e secular, embora sejam os principais receptores de benefícios estatais.

Muitos jovens da comunidade ultraortodoxa estão nas férias de verão dos estudos religiosos e saíram às ruas para protestar contra a prisão.

"Sionistas", gritou um manifestante para a polícia. Alguns judeus ultraortodoxos acreditam que não deveria haver um Estado judaico soberano antes da chegada do Messias.

Mais na REUTERS

sexta-feira, 23 de janeiro de 2009

DE JUDEU PARA JUDEU

Abonoon:

Juremir Machado da Silva, para Correio do Povo

Sylvère Lotringer é judeu. Nasceu na França e vive há mais de 30 anos nos Estados Unidos. Leciona na prestigiosa Columbia University. Um ex-aluno seu, Simon Rubin, enviou-lhe uma carta aberta de Francine Kaufmann, professora em Israel, defendendo os ataques a Gaza. Sylvère, que esteve em Porto Alegre em 2008, passou-me a impressionante resposta que deu: 'Caro Simon, obrigado por ter me enviado a bela carta de Francine. Ela precisa muitos aspectos que eu ignorava. Trata-se de uma situação muito dolorosa. É verdade que o mundo não compreende por que os israelenses estão totalmente a favor dessa intervenção feroz contra Gaza, da qual só resultará mais ódio e mais destruição. Não se faz a paz entre dois povos pelas armas. Essa blitz contra Gaza é indefensável e, a longo prazo, irreparável. Não é um passo adiante para estabelecer a paz na região, mas bem o contrário'.
'Sim, é uma situação sem saída e não se pode tratar com o Hamas. Mas é preciso distanciamento para compreendê-la. É necessário admitir que Israel sabotou sistematicamente todas as chances de negociação e tornou impossível a única solução viável: estabelecer dois estados vizinhos, complementares e separados. A política de Israel, na prática, foi a de envenenar a situação para reter ou obter o máximo de territórios, inclusive Jerusalém e arredores. É uma política ‘sionista’ no mau sentido dessa palavra. Não é o nosso sionismo do pós-guerra, idealista e generoso, mas um sionismo que ignora a realidade das ruas. Há, agora, dois nacionalismos, dois ‘fundamentalismos’ em confronto, o islâmico e o ‘sionista’, em termos territoriais e religiosos.'
'Enquanto se continuar a fragmentar os territórios palestinos, para que neles a vida se torne insuportável, prorrogando, assim, indefinidamente, as negociações, não se chegará a lugar algum. É preciso desmontar simultaneamente os dois fundamentalismos para resolver a situação. Do contrário, só se conseguirá fortalecer as posições mais duras do adversário. Não se pode influenciar o oponente pelas armas, mas somente com gestos de paz e demonstrações de abertura, não com meras aparências cosméticas. Para isso, é preciso fazer concessões. Israel, porém, continua recusando-se a fazê-las. Precisei de muito tempo para admitir que o sionismo é um nacionalismo como outro qualquer, não apenas uma compensação das tragédias do passado. A máquina nacionalista está impondo-se sobre qualquer outra consideração. Condena-se nos outros aquilo que se deveria reconhecer em si mesmo, embora não seja fácil. Não se é responsável pelo adversário, mas pelo que se faz. Quando se bloqueia uma situação durante anos, é preciso estar preparado para o pior, que nunca deixa de acontecer.'
'O dilema é simples: quem se recusa a pagar em espaço paga em sangue dos dois lados. Não se pode reescrever o passado, mas se pode tornar o presente aceitável sacrificando-se alguma coisa. A terra de Israel está ensopada de sangue. Não era isso que se esperava na sua fundação. É preciso definir o que se quer: o controle do território ou uma coexistência pacífica. Não se pode ter os dois. Vai o link do texto de um intelectual tunisiano, residente na França, que remete a esse difícil equilíbrio de que tanto necessitamos. Temos de parar de acusar o adversário e tomar consciência do que acontece entre nós mesmos para reativar uma negociação capaz de levar a uma paz boa para todos.' O intelectual judeu Sylvère Lotringer seria um ignorante antissemita?


juremir@correiodopovo.com.br