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sexta-feira, 16 de março de 2012

Las veleidades de Islandia

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Dean Baker · · · · · 

A quienes pensaron que ya habían presenciado suficiente locura financiera por parte de este pequeño país-isla les espera una gran sorpresa: la chifladura no ha hecho más que empezar. Islandia parece estar considerando adoptar el dólar canadiense como moneda oficial. Resulta difícil saber por dónde empezar a ridiculizar tal consideración. Si tuvieran algo de sentido común, los islandeses estarían dando gracias cada día al dios de las pequeñas divisas por el hecho de que su país tenga propia moneda y de que no formara parte de la eurozona en el momento de implosión del sistema financiero.

Gracias a tener su propia divisa, Islandia pudo llevar a cabo los ajustes necesarios frente a la crisis permitiendo que el valor de su moneda disminuyera en relación con las de sus socios comerciales. Esto encareció las importaciones reduciendo considerablemente su volumen. La corona islandesa, con un valor decreciente, abarató las exportaciones y las condujo a un aumento de volumen repentino. El efecto de este cambio en los precios relativos fue que el déficit de mercado masivo de Islandia, el cual se disparó a más del 28 por ciento del PIB en 2008, proyectara volverse un superávit de más del 3,0 por ciento del PIB este año. Este increíble giro ha restablecido el crecimiento económico en 2011 y comenzado a disminuir la tasa de desempleo del país.

La tasa de desempleo del 6,7 por ciento registrada en el cuarto trimestre del 2011 supone un nivel alto en relación con los estándares de Islandia, pero pinta muy bien en comparación con las de los países en crisis vinculados al euro. La tasa de desempleo más recientemente registrada en Portugal fue del 13,6 por ciento, en Irlanda del 14,5 por ciento, en Grecia del 19,2 por ciento y en España del 22,9 por ciento.

Estos países sufrieron la desgracia de estar en el euro por tres motivos. En primer lugar, estaban sujetos a la permanente obsesión del Banco Central Europeo (BCE) con la inflación. Mientras que gran parte de la carga de la deuda del ciudadano islandés medio fue paliada con dos años de una inflación del 12 por ciento (2008 y 2009), los deudores de los países en crisis de la eurozona han tenido que sufrir la celebración del BCE por perpetuar una inflación baja.

En segundo lugar, al no poder devaluar su moneda, los países de la eurozona no pudieron confiar en un aumento en las exportaciones netas con el fin de proporcionar el mismo estímulo al crecimiento que Islandia. Finalmente, ser parte de la zona euro significaba que el BCE, junto con sus aliados el FMI y la Comisión Europea, podían exigir recortes presupuestarios e incrementos en los impuestos incluso a mitad de una recesión aguda, decelerando aún más las economías de los países en crisis.

Los desequilibrios creados por los excesos financieros de Islandia en la última década empequeñecen cualquier cosa vista en países afectados de la eurozona. El déficit de su cuenta corriente explotó a un increíble 26 por ciento del PIB en 2006. Esto bastó para llamar la atención del FMI, una organización a la que normalmente no molestan las exuberancias irracionales de los mercados privados. Si Islandia no gozara de la libertad de utilizar la devaluación de su moneda como parte fundamental de su proceso de ajuste, podría estar ahora contemplando una década o más de estancamiento y de alto desempleo.

Sin embargo, en vez de celebrar su buena suerte, los líderes islandeses parecen estar resueltos a forzar al país a entrar en el mismo tipo de corsé que sus menos afortunados vecinos. Si Islandia se uniera a cualquier gran bloque monetario, perdería inmediatamente la flexibilidad que le ha protegido en su recuperación de la crisis. Por este motivo, debería ir con extremo cuidado con los términos bajo los que renuncia al control de su moneda.

Aun así, la elección de Islandia es especialmente bizarra. Siendo uno de los grandes exportadores de petróleo, la moneda de Canadá tiene tendencia a seguir los cambios del precio del crudo. Esto significa que cuando el precio del petróleo sea alto, la moneda canadiense y la islandesa aumentarán de valor. Habrá entonces un efecto directo en el aumento de los bienes y servicios islandeses relativos a los precios de otros países.

Ello hará a Islandia menos competitiva en la economía mundial. Acabará entonces adquiriendo importaciones baratas del extranjero en vez de producir bienes y servicios domésticos y sus exportaciones, por ejemplo el turismo, disminuirán al decidir el resto que Islandia es demasiado cara.

Canadá también tiene este problema. En los últimos meses ha habido varios ejemplos en los que grandes fabricantes anunciaron su decisión de trasladarse a los Estados Unidos para beneficiarse de los costes relativamente bajos. La diferencia entre Canadá e Islandia en esta historia es que Canadá disfrutará de ingresos gracias al petróleo que le ayudarán a mejorar el desplazamiento resultante de un aumento en el valor de su moneda. Islandia tiene pocas probabilidades de poder participar de la riqueza del petróleo canadiense de la misma forma.

La última vez que los líderes de Islandia se infectaron de ideas absurdas sobre la economía contrataron a Frederick Mishkin, un prominente economista estadounidense que decía que todo iba bien aun a sabiendas de que el sistema financiero estaba apunto de implosionar. Esperemos que los agentes públicos tomen un rumbo más serio esta vez.

Dean Baker es codirector del Center for Economic and Policy Research (CEPR). Es también autor de Plunder and Blunder: The Rise and Fall of the Bubble Economy False Profits: Recoverying From the Bubble Economy.

Traducción para www.sinpermiso.info: Vicente Abella Aranda

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www.LensTraveler18.com

segunda-feira, 10 de outubro de 2011

El hombre más odiado de Islandia

Thor Björgólfsson pasó de ser el admirado primer milmillonario en la historia del país nórdico a la viva imagen de la codicia que provocó la bancarrota de la isla 

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La competencia es dura en estos tiempos, pero Björgólfur Thor Björgólfsson es seguramente el tipo más odiado de Islandia, país hasta hace no tanto escasamente dotado para la rabia. Con su perpetua sonrisa de medio lado, el aire de suficiencia, esa forma de juntar las yemas de los dedos al hablar y el reloj de competición absurdamente grande que asoma por el traje de 4.000 euros, Thor representa bien la imagen de lo que acabó con la bancarrota de una nación que se acostó un día siendo "la más feliz del mundo" y despertó al siguiente en el epicentro de una pesadilla financiera global cuyo final aún no se vislumbra.

Sus poco más de 320.000 compatriotas (la pintoresca y volcánica Islandia tiene el tamaño de Portugal y la población de Vigo) culpan a Thor y a aquellos que son como Thor -una veintena, no más, de banqueros, políticos y empresarios sin escrúpulos que aprovecharon una desregulación sin precedentes para enriquecerse salvajemente- de llevar al país a la ruina con sus negocios en el extranjero, sus arquitecturas bancarias pirotécnicas y sus bonus millonarios. Es más, andan empeñados (y eso sí que es una rareza en el nuevo desorden económico mundial) en que paguen sus culpas con la cárcel.

Thor's saga (La saga de Thor), documental danés, cuenta ahora la historia del primer milmillonario (en dólares) de Islandia, así como la de sus ambiciosos antepasados: el tatarabuelo, Thor Jensen, que llegó con una mano delante y otra detrás de Dinamarca hace un siglo y se convirtió en un hombre rico y respetable, y el padre, Björgólfur Gudmundsson, viejo practicante del arte de la bancarrota y condenado a finales de los ochenta por su creatividad contable al frente de una naviera. En él se recuerdan los carísimos estudios del chico en Estados Unidos tras la detención del progenitor, los dudosos negocios cerveceros en Rusia, las incursiones en la industria farmacéutica, su impune vida en lo más alto de la sociedad londinense y su vuelta a casa en jet privado adornado con el martillo del dios Thor.

Volvía para resarcir el orgullo herido de su familia, un asunto serio en un país cuyos habitantes son capaces de rastrear a los antepasados hasta los primeros moradores de un pedazo de tierra que pasó de ser el país más pobre de Europa (al independizarse en 1944 de Dinamarca) a ser un paraíso de carísimos todoterrenos y segundas residencias. Thor puso a su padre al frente de su recién comprado Lansbanski, uno de los tres principales bancos del país en cuya privatización de 2003 hay que buscar el origen del catacroc de la isla.

Como en las sagas legendarias de los islandeses, cumbre de la literatura medieval universal que claramente inspira el filme (una de las más célebres es la saga de Egil, nombre de la mujer de toda la vida de Björgólfsson), la superación del desprestigio es el motor fundamental en las motivaciones de héroes como Thor. Y el extranjero, ese lugar en el que uno debe triunfar para volver a casa con la cabeza alta. El documental se pregunta si esta vez Thor será capaz de volver a levantar el vuelo. De momento, y pese al desplome de la Corona islandesa y al paro desbocado para los estándares del país, el tipo ha evitado declararse en bancarrota.

Una sala repleta del cine Bíó Paradís, en el centro de Reikiavik, fue el fin de semana pasado testigo del estreno de la película en Islandia, dentro del festival de cine de la ciudad. Los espectadores soltaban risas nerviosas al ver al exprimer ministro, hoy encausado, chapotear ufano entre tiburones financieros, y se revolvían en sus asientos al escuchar a Thor frases exultantes como esta: "Tengo negocios en las tres grandes necesidades de la vida contemporánea: las tarjetas de crédito, los analgésicos y los móviles".

Al término de la proyección, la audiencia felicitaba respetuosamente a la directora, Ulla Boje Rasmussen, por "la fidelidad al alma islandesa en sus peores momentos". Tan malos como los que abren la cinta, en la que se recogen las imágenes, que dieron la vuelta al mundo, de aquel día de enero de 2009 en el que la policía tuvo que emplear ¡por primera vez! desde 1949 gases lacrimógenos en la plaza del Ayuntamiento contra una muchedumbre equipada con cacerolas como única arma de protesta ante el saqueo, la torpeza y la codicia de unos pocos. Unos sucesos cuyos ecos aún escuecen en las charlas de café de Reikiavik, donde los dueños de los bares han desempolvado las recetas tradicionales de la cocina islandesa y las tiendas de antigüedades venden viejas y reconfortantes fotografías costumbristas, postales de un tiempo en el que las cosas no se regían por las traicioneras reglas de la economía virtual.

El País

segunda-feira, 27 de abril de 2009

Esquerda vence eleições legislativas na Islândia

VISTA DE REYKJAVIK:

Reykjavík, 25 abr (EFE).- O bloco de esquerda da primeira-ministra islandesa, a social-democrata Jóhanna Sigurdardóttir, venceu hoje as eleições legislativas antecipadas na Islândia com 52,9% do votos após 38% das urnas apuradas, segundo dados da Comissão Nacional Eleitoral do país.

A Aliança Social-Democrata obteve 32,9%, contra 26,8% nas eleições de 2007, e seu aliado no Governo, o Movimento de Esquerda Verde, obteve 19,9%.

Os dois partidos ganharam quatro cadeiras a mais do que no pleito anterior. Os social-democratas elegeram 22 deputados e os verdes, 13, somando 35 dos 63 cadeiras do Parlamento unicameral islandês.

O conservador Partido da Independência, que ocupou o poder das últimas duas décadas, ficou com 23% dos votos e 15 cadeiras, dez a menos do que nas eleições anteriores.

É a primeira vez em que a esquerda da Islândia conquista a maioria absoluta e que o Partido da Independência não é a força mais votada desde a independência do país, em 1944.

Estes dados provisórios procedem de uma apuração das primeiras urnas e que não foi divulgada até o fechamento dos colégios eleitorais, como havia sido anunciado pela Comissão Nacional Eleitoral.

O resultado confirma as previsões apontadas pelas pesquisas nas últimas semanas, que previam uma cômoda vitória da esquerda.

O triunfo eleitoral confirma o apoio a Sigurdardóttir, fervorosa defensora da entrada da Islândia na União Europeia (UE) e que já anunciou sua intenção de iniciar as negociações com Bruxelas o mais rápido possível para poder realizar um referendo em 2010 num país tido tradicionalmente como cético em relação ao bloco.

O afundamento dos conservadores reflete o voto punitivo dos eleitores contra o partido que, com sua política neoliberal, levou à crise que provocou a quebra do setor bancário islandês em outubro passado e deixou o país à beira da falência. EFE

quarta-feira, 29 de outubro de 2008

Análise: Islândia é primeira vítima real da crise

Reykjawik, Capital da Islândia:

Jon Danielsson
Economista, London School of Economics, para BBC

Os problemas no país foram causados por dois fatores distintos, um deles perfeitamente previsível.

O fator previsível está ligado às medidas do Banco Central islandês. Nos últimos anos, a Islândia tem seguido uma política de metas inflacionárias, assim como o Brasil.

Isso significa que o Banco Central aumenta as taxas de juros se o índice de inflação está acima da meta e reduz as taxas se a inflação está abaixo.

Essa política, baseada em teorias econômicas e utilizada por outros países, foi desastrosa para a Islândia.

Ilusão de riqueza


Por todo o período de política de metas inflacionárias, a inflação estava acima da taxa estabelecida pelas metas do governo e, como resultado, as taxas de juros ultrapassavam 15%.

Em uma economia pequena como a da Islândia, taxas de juros altas encorajam empresas domésticas e até mesmo famílias a pegar empréstimos em moeda estrangeira e também atraem especuladores.

Isso provou grandes fluxos de dinheiro, em moeda estrangeira, o que causou grandes aumentos nas taxas de câmbio e deu aos islandeses a ilusão de riqueza.

Os especuladores e pessoas que pegavam empréstimos conseguiam lucros com a diferença entre a taxa de juros na Islândia e em outros países.

Esses efeitos encorajaram o crescimento econômico e a inflação, levando o Banco Central a aumentar ainda mais a taxa de juros.

O resultado final foi uma bolha causada pela interação entre taxas de juros domésticas e fluxos de moeda estrangeira.

A taxa de câmbio estava cada vez mais distante dos fundamentos da economia, com uma inevitável e rápida depreciação da moeda islandesa.

Isso deveria ter ficado claro para o Banco Central, que desperdiçou várias boas oportunidades de evitar esse processo e conseguir mais reservas.

Independência

Além destes fatores, também é preciso levar em conta a estrutura de governança do Banco Central da Islândia, que não tem um, mas três diretores. Um ou mais desses diretores geralmente é um ex-político.

Por isso, a governança do Banco Central do país sempre foi vista como muito próxima do governo central, o que levanta dúvidas sobre sua independência.

Essa estrutura leva a conseqüências que são especialmente visíveis em períodos de crise financeira. Ao escolher os diretores de acordo com suas bases políticas ao invés de conhecimentos financeiros e econômicos, o Banco Central pode ser visto como mal preparado para lidar com uma economia em crise.

O segundo fator na implosão da economia islandesa foi o tamanho de seu setor bancário.

Antes da crise, os bancos da Islândia tinham ativos fora do país em um valor aproximado de dez vezes o PIB islandês, com dívidas que eram equivalentes.

Em circunstâncias normais, isso não é causa de preocupação, a partir do momento em que os bancos são dirigidos com cautela.

Em uma crise, como a que está ocorrendo atualmente, a força de um balanço patrimonial de um banco não tem grandes conseqüências.

O que importa é a garantia explícita ou implícita fornecida pelo Estado aos bancos para apoiar seus ativos e dar liquidez.

Então, a relação entre o tamanho do Estado e o tamanho dos bancos se transforma em um fator crucial.

O tamanho relativo do sistema bancário islandês significa que o governo não está em posição de garantir os bancos, diferente de todos os outros países europeus.

Esse efeito aumentou ainda mais e antecipou o colapso causado pelo fato de o Banco Central não ter conseguido aumentar suas reservas em moeda estrangeira.

Tragédia

Os eventos desta semana foram causados pela combinação desses dois fatores: política monetária inadequada e um sistema bancário maior do que o normal.

Durante este ano, a moeda islandesa está se desvalorizando porque os especuladores estão fugindo.

Isso provoca dúvidas a respeito da economia islandesa e também a respeito de seu sistema bancário.

Mas a tragédia real na crise é o impacto nas famílias islandesas, que enfrentam um aumento de 50% nos pagamentos de empréstimos e ainda uma inflação que pode chegar a 30% ou mais em 2008, com salários congelados e demissões.

Felizmente, o potencial macroeconômico em longo prazo é bom. A Islândia tem muitos recursos naturais ainda não explorados e uma força de trabalho qualificada.

VISÃO DE FUTURO

Protesto na Islândia (a camiseta diz, em tradução livre: "seu banco não se importa com você"):


Caras(os) leitoras(es):

Abaixo publico artigo sobre a Islândia, indicado pelo RS URGENTE. Como podem ver, esse artigo foi escrito em 2005. Três anos depois, como todos sabem, a Islândia está quebrada, pedindo ajuda para os vizinhos. O texto do artigo está disponível na internet. Os grifos no artigo foram feitos por mim, para ressaltar algumas passagens interessantes.

Omar




Islândia - país da liberdade

Especial para o IL
Mont Pèlerin 2005
23.08.05

Cândido Prunes*


O elevado nível educacional na Islândia é apenas um dos fatores para o tremendo progresso verificado no país depois da II Guerra Mundial. O principal elemento, entretanto, que garante um dos mais elevados padrões de vida da Europa é a liberdade.

De fato, a Islândia é um dos países mais livres do mundo. Segundo o índice de liberdade apurado pelo Wall Street Journal e The Heritage Foundation, recentemente divulgado, a Islândia é o oitavo país mais livre do mundo. Recebeu nota 1,76 (numa escala que vai ate 5, sendo que quanto mais baixa a nota, maior o grau de liberdade econômica). A Islândia encontra-se entre países como a Dinamarca e a Nova Zelândia.

Para dar uma medida sobre o grau de liberdade que se desfruta na Islândia, o Brasil, na mesma classificação, ficou em 90º. lugar, na duvidosa companhia de países como Costa do Marfim e Burkina Faso. A renda per capita na Islândia é simplesmente dez vezes maior do que a brasileira.

A Islândia entrou num círculo virtuoso de desenvolvimento nos últimos dez anos, quando algumas reformas liberalizantes foram introduzidas. Hoje o país não pensa, sequer, em entrar para a União Européia, pois deseja distância do "centralismo de Bruxelas", para usar uma expressão do seu próprio ministro das relações exteriores. Hoje o país tem sua carga tributária reduzida para apenas 26,4% do PIB, apesar de ainda manter um sistema previdenciário muito amplo. No Brasil, o Estado arrecada quase 40% do PIB e praticamente nenhum serviço público funciona a contento.

O ambiente econômico islandês não poderia ser melhor: baixa carga tributária, pouca regulamentação, elevada proteção ao direito de propriedade e poucas barreiras para o fluxo de capitais e investimentos estrangeiros. Com isso, uma ilha isolada no Círculo Polar Ártico, sem maiores recursos naturais, exceto a pesca, conseguiu um desenvolvimento social que a coloca à frente dos países europeus.

* Vice-Presidente do Instituto Liberal

quarta-feira, 24 de setembro de 2008

Palestinos trocam Iraque por Islândia

Reikjavik (clique na imagem para visualizar em tamanho grande):

Um programa de reassentamento de refugiados organizado pela Organização das Nações Unidas (ONU), vem levando famílias do Iraque, da Colômbia e do Leste Europeu para a Islândia.

Acostumados à uma região desértica no Iraque, uma família palestina agora vive cerca de uma hora de carro da capital islandesa, Reikjavik.

Antes, os três viviam no campo de refugiados Al-Waleed, na fronteira do Iraque com a Síria.

Depois da invasão americana, milhares de palestinos perderam a proteção que tinham do Estado sob o governo de Saddam Hussein e foram obrigados a buscar refúgio com a ONU.

Depois de dois anos vivendo numa barraca, a família palestina ganhou um apartamento e até o auxílio de uma família islandesa para ajudar na adaptação ao novo idioma e ao novo país.

A Islândia já recebeu refugiados da Colômbia e dos Balcãs e, mais recentemente, vem dando prioridade a mulheres solteiras.

Mas, nem todos acham o programa de reassentamento islandês uma boa idéia, principalmente diante do recente desaquecimento da economia.

O vice-presidente do Partido Liberal da Islândia, Magnus Hefsteinsson, diz duvidar da promessa do governo de que em um ano, os refugiados vão ser capazes de encontrar emprego, mesmo com a ajuda que recebem.

Mesmo assim, o programa é considerado um sucesso e a agência para refugiados da ONU já pensa em copiar o modelo em outros países.