Fotografía de archivo del 23 de agosto de 2008, un día después del bombardeo estadounidense, en la que un hombre reza ante las tumbas de los fallecidos en el ataque.- AFP
El Ejército asegura que dispone de "nuevas evidencias" que podrían modificar su versión oficial.
El Ejército estadounidense anunció ayer que planea reabrir la investigación sobre la muerte de civiles durante un bombardeo aéreo de las tropas estadounidenses al oeste de Afganistán el pasado 22 de agosto en una operación contra un grupo de talibanes. Washington asegura que han aparecido nuevas evidencias sobre las víctimas, por lo que enviará a un oficial a Nawabad para revisar el caso. El Ejército estadounidense se opuso a los datos del Gobierno afgano, que aseguraba que al menos 90 personas habían fallecido en el ataque en la provincia de Herat, una cifra respaldada por Naciones Unidas, que apuntó que la mayoría de las víctimas era mujeres y niños. De momento, la versión oficial de EE UU es que en el bombardeó tan sólo hubo cinco víctimas mortales.
Filas de cuerpos
EE UU no ha explicado qué evidencias son las que le llevan a revisar el caso, pero el periódico The New York Times ha informado de que se trata de vídeo realizado con un teléfono móvil en el que aparecen los cuerpos de mujeres y niños tendidos cerca de la mezquita donde ocurrió el ataque. El vídeo, de ocho minutos de duración, lo ha podido ver en exclusiva el periódico británico The Times, que explica que la grabación la realizó un médico que trabaja en una clínica cercana.
En las imágenes, según el diario, aparecen filas de cuerpos, que yacen en el suelo, mientras que tratan de identificarlos. Entre las víctimas mortales hay niños, incluso bebés, muchos de ellos, con heridas graves en la cabeza. En la grabación se escuchan gritos como: "Oh, Dios, sólo es un niño" o "Mi madre, mi madre". El Times resume que el vídeo es la evidencia más clara del que puede ser el ataque más sangriento sobre víctimas civiles desde el inicio de la guerra de Afganistán.
El objetivo
Hasta ayer, el Pentágono insistía en que sólo cinco civiles habían fallecido junto a 35 talibanes durante una operación, cuyo objetivo era un encuentro de líderes talibanes. Fuentes del centro de inteligencia de las Fuerzas Armadas Españolas, a las que ha tenido acceso la Cadena SER, han confirmado que sus informes apuntan a un error cometido por el espionaje de EE UU. Según estas fuentes, una familia rival enfrentada con la de las víctimas informó a las tropas estadounidenses de la existencia de talibanes en esa zona. El centro de inteligencia asegura que se trató de una acusación interesada, que los agentes estadounidenses dieron por buena.
El número de civiles asesinados en Afganistán por las fuerzas internacionales se ha triplicado entre 2006 y 2007, según un informe publicado hoy por la organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW). El texto asegura que los errores de las operaciones militares han desatado la cólera entre la población. Las cifras de HRW hablan de, al menos, 929 víctimas civiles en 2006, de las que 230 murieron a causa de operaciones de la coalición. En 2007, al menos 1.633 civiles perdieron la vida. De enero a julio de 2008, más de 500 civiles han sido asesinados, 119 en bombardeos de la coalición.
Nenhum comentário:
Postar um comentário