Tegucigalpa:
Crítica Digital
Dio una semana de plazo al "régimen" usurpador para acordar su regreso al país. Si no, está dispuesto a recuperar "a cualquier costo" la presidencia.
Ya lo había anticipado el domingo el venezolano Hugo Chávez, cuando habló de la posibilidad de un “regreso sorpresivo de Manuel Zelaya” a Honduras. Ayer, el desplazado presidente hondureño declaró que considera estancada la mediación del costarricense Óscar Arias y que está dispuesto a tomar “otras medidas” para recuperar “a cualquier costo” el poder en su país. Luego de llegar a Managua procedente de Washington, Zelaya dio un ultimátum al “régimen de facto” para que en el transcurso de esta semana acepte su regreso y el restablecimiento del orden constitucional en Honduras. De lo contrario, declarará “fracasada” las negociaciones diplomáticas y buscará otra vía para ser reinstaurado como jefe de gobierno del país del que fue expulsado por fuerzas militares el 28 de junio.
“Damos un ultimátum al régimen golpista para que a más tardar en la próxima reunión que se realizará esta semana en San José, Costa Rica, se cumplan los mandatos expresos de las organizaciones internacionales y de la Constitución hondureña”, dijo Zelaya al leer un comunicado en la embajada hondureña en Managua. El gobernante derrocado advirtió que si el presidente de facto, Roberto Micheletti, no cumple con las resoluciones de la OEA y la Asamblea General de las Naciones Unidas, sobre el restablecimiento del orden constitucional y su inmediata restitución en la presidencia, “se considerará fracasada la mediación” de Arias. Si eso ocurre, “procederá con otras medidas que se anunciarán en las próximas horas o días” y sobre las cuales no dio detalles, pero subrayó que el “heroico pueblo” hondureño está dispuesto a “sacar” del poder a los “golpistas” y que la Constitución de su país establece el “derecho a la insurrección”.
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