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domingo, 20 de novembro de 2011

Conquista de Libia inicia la recolonización de África


Con gran despliegue de publicidad, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), ha anunciado el fin de su campaña militar sobre Libia. Detrás deja una operación militar iniciada el 19 de marzo donde aeronaves de la OTAN llevaron a cabo más de 26,500 salidas, entre ellas 9,700 misiones de ataque y bombardeo donde se estima, el número de muertos superó la cifra de 50 mil vidas.

Concluidas dichas operaciones militares, a través del Consejo Nacional de Transición se inicia la nueva recolonización imperialista de este vasto y rico territorio del Norte de África por lo que ya se llama el nuevo “Consorcio Euroamericano”.

De acuerdo con Aijaz Ahmad en un excelente ensayo publicado en el Volumen 28 correspondiente al mes de noviembre de 2011 en la revista publicada en India bajo el nombre Frontline, Libia es el primer país que ha sido exclusivamente invadido en nombre de los derechos humanos. Tal pretexto, indica el autor, va más allá de la doctrina establecida por George W. Bush al proclamar el derecho de Estados Unidos a la guerra preventiva en la Guerra contra el Terrorismo, y como parte de ella, la derogación de distintas disposiciones de la Convención de Ginebra aplicables a aquellos contra los cuales tal guerra va dirigida.

Según el Presidente de Francia, Nicolás Zarkozy, en Libia las potencias principales de la OTAN dieron un giro en la política exterior de su país, la de Europa y la del mundo.

Nos indica Ahmad, que el derecho a la independencia de las naciones es un asunto inseparable del derecho de sus pueblos a escoger sus gobiernos. Así las cosas, señala, la interferencia de las naciones extranjeras con los gobiernos que cada país tenga, más que un asunto de derechos humanos, lo que plantea es un asunto de intervencionismo. De hecho, el autor indica que si de dictaduras y violación de derechos humanos se tratara, el principal objetivo de una intervención como la OTAN en Libia, debió ocurrir en Arabia Saudita y no en este país africano.

La realidad según Ahmad, es que el interés protegido detrás de la agresión contra Libia no fueron los derechos humanos de sus ciudadanos, ni el rechazo al gobierno impulsado por Gadaffi. Con sus 46 billones de barriles de petróleo en el subsuelo, Libia constituye el principal país con mayores reservas en el continente africano. A lo anterior podemos sumar los inmensos acuíferos subterráneos, los cuales han sido descritos por el ex presidente cubano y Comandante de su Revolución, Fidel Castro Rúz, como  tres veces el tamaño de Cuba. Otras referencias al tamaño del acuífero libio, lo sitúa en el equivalente a la superficie de Alemania.

Otros intereses de las potencias europeas y de Estados Unidos en la región lo constituyen sus depósitos de gas natural y minerales, como también debemos sumar en la voracidad depredadora imperialista los $90 mil millones  comprometidos por Libia como reserva monetaria para contribuir al desarrollo de un sistema económico para los países de la Organización de la Unión Africana como parte de un proyecto histórico por eliminar de sus pueblos y gobiernos el control ejercido sobre sus economías por el Manco Mundial.

De una producción diaria de 1.6 millones de barriles de petróleo, el 70% va a cuatro países europeos, precisamente aquellos que mayor peso tuvieron en la agresión de la OTAN contra este país: Francia, Alemania, Italia y España. De ahí que desde muy temprano, el apoyo de estos países al llamado Consejo Nacional de Transición estuviera marcado por compromisos vinculados a sus reservas petroleras como es el caso de Francia, donde su apoyo a los rebeldes estuvo garantizado por un acuerdo en el cual el nuevo régimen garantizaría a este país el 35% de la producción bruta futura de petróleo; o como en el caso de Inglaterra, mediante la concesión de una licencia para extraer petróleo del subsuelo libio.

Resulta interesante los datos revelados por Ahmad en su ensayo con relación a una carta enviada por la Organización de la Unión Africana al Consejo de Seguridad de la ONU el 15 de junio sobre la crisis en este país. Esta se produjo tres meses luego de iniciados los bombardeos de la OTAN. El Consejo de Seguridad es el mismo organismo que bajo el control de las potencias imperialistas, autorizó la campaña militar de la OTAN contra Libia.

En su carta, en primer lugar, la OUA hizo un llamado al diálogo antes de la aprobación de las Resoluciones 1970 y 1973. A pesar de su llamado, el Consejo de Seguridad hizo caso omiso y continuó adelante su política intervencionista. En segundo lugar, la OUA advirtió al Consejo de Seguridad que autorizar un ataque contra Libia o contra cualquiera de sus Estados miembros, constituía una peligrosa provocación. En tercer lugar la OUA advirtió, contrario a lo indicado por el Consejo de Seguridad cuando se refería a asesinato de civiles, que la lucha entre las fuerzas armadas de un gobierno y fuerzas armadas de rebeldes insurrectos no era genocidio. Finalmente, en cuarto lugar, la OUA advirtió a las Naciones Unidas que su rol como entidad no era tomar partido por uno de los lados en el contexto de una guerra civil, sino como organización, promover el diálogo entre las partes. A pesar de ello, el Consejo de Seguridad siguió adelante abriendo el espacio a la intervención militar de la OTAN. Y lo hizo cuando tan temprano como el 10 de abril, ya Gaddafi había aceptado la propuesta negociación y arbitraje del conflicto propuesto por la Organización de la Unión Africana.

La intervención militar de la OTAN, a pesar de que ni siquiera tal hecho estuvo contemplado por las Resoluciones del Consejo de Seguridad, contó con la activa participación en tierra de mercenarios y apoyo militar de los países de la coalición imperialista. Los primeros, estimulados por el ofrecimiento de $20 millones puestos a disposición de quienes mataran o capturaran a Gaddafi; los segundos, mediante la participación directa en la campaña militar por parte de fuerzas especiales, incluyendo fuerzas militares provenientes de Qatar y otros emiratos árabes, quienes dirigieron los bombardeos, recopilaron información, entrenaron insurgentes y proveyeron inteligencia, apoyando directamente las operaciones militares de los llamados rebeldes en tierra.

Se trata, según el autor, de la primera aventura conjunta entre el Comando de África (AFRICOM) de Estados Unidos y la OTAN. En tal aventura, Estados Unidos invirtió $2 mil millones.

Pero la historia no termina aquí. El pasado 12 de octubre, fecha que marca el inicio de la colonización del Nuevo Mundo en las Américas, el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció, como si en ello no estuviera oculto de manera subliminal, el nuevo proyecto imperialista de Estados Unidos para el resto del continente africano. En una alocución hecha en esa fecha, Obama anunció el desplazamiento de fuerzas especiales de Estados Unidos en África Central para brindar apoyo y asistencia a fuerzas armadas regionales comenzando con Uganda, y anunciando de paso, su intención de desplegar, además, fuerzas militares en el Sudán del Sur (país recién surgido en el mes de julio como resultado de un proceso de secesión apoyado por Estados Unidos y las Naciones Unidas en la división del mayor país africano, Sudan); la República Centro Africana y la República Democrática del Congo. A lo anterior se suma la presencia de las fuerzas armadas de Estados Unidos en Etiopía y Somalia, donde viene desarrollando operaciones militares, así como sus intervenciones encubiertas en países como Yemen y otros localizados en la costa oriental africana.

Para Ahmad, el conflicto iniciado con la intervención de la OTAN en Libia no es sino el inicio de una confrontación mayor a ser librada en los próximos años por Estados Unidos y Europa frente al expansionismo económico de la República Popular China en el continente africano. Actualmente China importa gran parte de los recursos naturales que utiliza en sus programas de desarrollo, incluyendo el petróleo, que representa hoy día una tercera parte de sus importaciones desde el continente africano.

El asesinato de Muammar Gaddafi representa una violación de los acuerdos de la Convención de Ginebra en torno a los combatientes capturados en una guerra o conflicto armado, particularmente su Artículo 13 de la Convención III, donde expresa que todo combatiente capturado como prisionero de guerra debe ser tratado en todo momento con humanidad. Allí también se dispone que será ilegal por parte de cualquier poder que le capture causarle la muerte o poner en peligro su salud, ni someterle a cualquier forma de mutilación o experimentación médica o científica. Se requiere, además, que en ningún caso, un prisionero de guerra sea expuesto  a actos de intimidación o violencia, ni expuestos a insultos o curiosidad pública. Todas y cada una de estas disposiciones fueron flagrantemente violentadas en el manejo del caso de Muammar Gaddafi.

La obligación de las fuerzas que le capturaron era, en todo caso, tras su captura, someterle a juicio, si es que contra él pretendía llevarse alguna acusación. El linchamiento de Gaddafi por sujetos entre los cuales se encontraban extranjeros, donde en escenas grabadas en vídeo podían escucharse personas hablando en español, denota la intención expresa de la OTAN en que su asesinato se consumara sin tener que llevarle a juicio. Así lo estimuló apenas 48 horas antes de su asesinato la Secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, cuando desde Trípoli expresó: “Nuestro deseo es que pronto sea matado o capturado.” ¡Así de transparente es el imperialismo!

La forma en la cual se condujeron los responsables de su muerte, violentando la ley musulmana, profanando su cadáver medio desnudo y ensangrentado como si fuera un animal que se sacrifica, para luego exhibirlo sin lavar su cuerpo y colocarlo en el refrigerador de una carnicería por varios días, nos da la medida de la saña con la que estos bárbaros, auto denominados luchadores por la libertad de Libia, han actuado. Con ello, sin embargo, han proporcionado sin saberlo a África, el primer gran mártir en la defensa del Continente ante la nueva recolonización imperialista del Siglo 21.

Indica Ahmad en su ensayo que en su breve testamento, Gaddafi indicó:

“Dejemos que la gente libre del mundo sepa que pudimos haber negociado y vendido nuestra causa a cambio de nuestra seguridad y una vida estable. Recibimos muchas ofertas a tales efectos pero escogimos estar a la vanguardia de la confrontación como pendón del deber y el honor. Aún si no triunfamos de inmediato, estaremos dando una lección a las generaciones futuras de que escoger la defensa de la nación es un honor y venderla es una gran traición que la historia nunca habrá de perdonar, independientemente de los intentos de otros de decir que hicimos otra cosa.” (Traducción nuestra de su versión en inglés.)

Los años venideros seguramente nos permitirán desde la distancia de este momento en que se escribe este capítulo de la historia hacer los ajustes de miras necesarios para una mejor comprensión de lo que ocurrió en la Gran Jamahiriya Árabe Libia Popular Socialista.

80grados

sábado, 22 de outubro de 2011

O assassinato de Gaddafi e a crise moral dos europeus e dos EUA


Como se esperava, os imperialistas (EUA, França, Inglaterra e Itália), com o apoio de grupos líbios derrubaram o presidente da Líbia, Muammar Gaddafi. Mais do que isso: o assassinaram como fizeram com o presidente do Iraque, Saddam Hussein, e agora se preparam para saquear as riquezas dos líbios, especialmente no que concerne às reservas de petróleo e gás.

Mais uma vez, os imperialistas e colonialistas do ocidente, brancos e cristãos invadem um país soberano em uma cruzada, aos moldes das medievais, para ter o controle da energia fóssil que é o petróleo. São países cujos governos são perigosíssimos, armados até os dentes, possuidores de milhares de ogivas nucleares e com um aparato militar que não pode parar, porque é muito caro e por isso tem de ser usado para atender à trilionária indústria bélica, que é mais letal que o tráfico de drogas internacional.

Como se esperava, a morte do dirigente líbio foi tramada nas salas da ONU (Conselho de Segurança dominado por apenas cinco países) e da OTAN (EUA), órgãos de espoliação política e militar, criados para dar “legalidade” às ações criminosas de guerra dos países ocidentais desenvolvidos, que quase dizimaram seus povos em duas guerras mundiais, em uma selvageria que deixaria qualquer país de periferia que eles consideram selvagem, subdesenvolvido e atrasado com imensa vergonha e com um sentimento animal de ser.

Mais uma vez, lideranças contrárias aos interesses da globalização (nova forma de colonialismo e pirataria) foram mortas e seus países invadidos e bombardeados em nome da “liberdade”, da “democracia” e de um “mundo mais seguro”. Enquanto isso, o sistema capitalista excludente e belicoso derrete em Wall Street e nas praças européias importantes como a de Londres, com as populações desses países brancos, cristãos e desenvolvidos a gritar revoltados nas ruas contra a roubalheira do sistema financeiro e da leniência e subserviência de governos que foram e são cúmplices da jogatina praticada por empresas e instituições que, de forma criminosa, levaram à cabo uma crise econômica e financeira sem precedentes, que eliminou milhões de empregos desse povos que deitaram e rolaram durante quase cinco décadas com a opulência e a fartura às custas dos países africanos, asiáticos e principalmente os da América Latina, que sustentaram até a década de 1990 o alto padrão de vida dos europeus, estadunidenses, japoneses e outros países do assim denominado primeiro mundo, como o Canadá e a Austrália.

Como se esperava esses governantes de países desenvolvidos que agem secularmente como piratas e que, apesar de historicamente se odiarem, para roubar e matar se unem, porque precisam dessa vil aliança para movimentar seu parque industrial bélico e civil e assim renovar a circulação do dinheiro, inclusive o ilegal, que é lavado nos paraísos fiscais, grosso modo, porque todo mundo sabe disso, mas ninguém pega um tanque ou um míssil para destruir tais ”instituições” financeiras, que fomentam há séculos a fome, a miséria e a exploração dos povos menos desenvolvidos, no que concerne às suas infraestruturas e ao acesso às tecnologias, à educação de qualidade e ao sistema bancário e industrial que garanta a seus países desenvolvimento econômico e bem-estar social, o que é quase impossível alcançar sem o apoio dos países desenvolvidos, que se recusam a efetivar um marco em que a cooperação e o aprendizado sejam a tônica.

Mais uma vez na história esses países brancos e cristãos e ocidentais que se comportam como aves de rapina ou como cães predadores optam pelo saque das riquezas alheias e o torna crível e cinicamente aceitável perante a população mundial por intermédio do sistema midiático, notadamente a imprensa comercial e privada (privada nos dois sentidos, tá?), que porta-voz e ponta-de-lança do sistema de capitais inicia e termina um processo de demonização dos presidentes dos países agredidos e invadidos ao ponto de não se saber, de forma alguma, como pensam, como vivem e o que fazem os povos vítimas de bombas, de mísseis, de todo tipo de armas de grosso calibre, que não têm como se defender contra forças estrangeiras que quase se dizimaram nas duas guerras mundiais iniciadas pelos brancos cristãos e que se consideram, com a maior cara-de-pau possível, civilizados e não selvagens.

Como se esperava, Gaddafi foi assassinado tal qual ao Saddam. A questão não é se os dois dirigentes eram ditadores. O que importa nesses casos é que os países ocidentais que não se consideram selvagens, o que é uma grande desfaçatez, apoiaram, apóiam e sempre apoiarão ditaduras espalhadas em todo o planeta, porque é assim que esses países, com a ONU e a OTAN usadas como títeres da legalidade, agem em uma conduta para lá de questionável, pois moralmente sem credibilidade no que é relativo às diferenças dos povos, bem como aos seus interesses, que não se coadunam e por isso, geralmente, o país ou aliança mais forte belicamente e que controla regiões diversas por meio da geopolítica ataca seu alvo sem dar satisfação alguma à comunidade internacional, além de fazer da ONU uma organização fantoche, desacredita e humilhada pela prepotência e a arrogância dos Estados Unidos, cujo presidente Barack Obama, apesar da novidade de ser um homem negro, tem os mesmos defeitos, o mesmo perfil e a conduta e estratégias de seus antecessores, que é realizar guerra, invadir países para saquear e ter controle geopolítica de determinadas regiões, ao preço de sangue, muito sangue de povos, neste caso, árabes, que não conseguem há quase dois milênios se livrar de forças estrangeiras que não cansam de matar e de literalmente roubar seus países e sociedades.

Mais uma vez, moralmente os Estados Unidos sucumbem principalmente após o monumental desabamento do World Trade Center em 2001 e o derretimento de seu sistema de capitais no fim de 2008. O país do Capitão América aplicou de forma científica a tortura e a aceitou e a efetivou como prática corriqueira e ordinária para ter acesso a informações de pessoas consideradas inimigas, mesmo as que foram presas sem provas e acusação formal, pois desobediente às leis e às normas do Direito Internacional, e negou o mais fundamental e elementar dos direitos de cidadania e da humanidade: o habeas corpus. Seqüestrou, torturou e matou e seus mandatários reconheceram que a tortura era praticada e mesmo assim apoiaram tal ignomínia. Uma vergonha, que deixou a potência mundial como pária no que concerne à civilização, além de ter efetivado uma política diplomática unilateral e isolacionista, o que acarretou o recrudescimento das ações da direita estadunidense no que é referente à legalidade, ao contraditório, ao direito de defesa e no que é civilizado e não selvagem e animalesco.

Como se esperava, Muammar Gaddafi e as forças regulares e armadas da Líbia foram derrotados. O dirigente líbio — político nacionalista e que, apesar de seus erros e defeitos, desenvolveu o país do norte da África, que, juntamente com a África do Sul, é um dos dois mais desenvolvidos do continente, com IDH alto — foi morto, assassinado e mostrado ao público internacional como caça, como troféu. O povo líbio até então, não se sabe como ele vai ficar, tinha acesso a muitos benefícios sociais e que nunca foram mostrados pela imprensa comercial, privada e corporativa do ocidente. Nunca a imprensa hegemônica brasileira veiculou matérias sobre a Líbia, seu desenvolvimento e as conquistas sociais de seu povo, muito avançado para os padrões africanos. Essa imprensa apenas se preocupou em demonizar o presidente líbio, a fim de dar legalidade e razão às ações de pirataria explícita da OTAN, ou seja, dos EUA, da França, da Inglaterra e da Itália, países em profunda crise econômica e financeira e moralmente abalados, no que é relativo a discernir sobre o que é humano, legal e justo.

É isso aí.

Davis Sena Filho é jornalista, editor do blog Palavra Livre.

sexta-feira, 23 de setembro de 2011

Bunga Bunga

Origem da foto: AQUI.

Novas denúncias revelam que strippers se fantasiavam de freiras nas festas Bunga Bunga


Dublê de bad boy geriátrico e premier italiano, Silvio Berlusconi agora pode adicionar também a blasfêmia à sua extensa lista de delitos, depois de revelado que strippers vestidas de freiras realizavam danças pagãs em suas festas Bunga Bunga. Aparentemente sem vergonha dos atos praticados, o político de 74 anos de idade disse que as meninas organizaram uma cerimônia na qual se vestiram em túnicas religiosas durante uma apresentação sexy para ele e seus convidados no seu palacete em Milão, chamado de Villa San Martino.

Em um comunicado distribuído à imprensa nesta quinta-feira, Fadile Imane, 26, Nicole Minetti, 25 e Faggioli Barbara, 25 anos, relatam como se vestiram de freiras antes de executar uma coreografia sexy na frente de Berlusconi. A marroquina Imane era uma convidada na festa e disse que tinha sido levada por Emilio Fede, de 80, e pelo agente do showbiz Lele Mora, de 55. Minetti, Fede e Mora supostamente recrutaram uma série de mulheres para fazer parte do entretenimento nas festas. Perca Imane é citada no tablóide britânico The Sun, dizendo:

– Eu fui para a festa e conheci Silvio Berlusconi e as outras meninas, e também houve Barbara Faggioli e Nicole Minetti. No salão de festas onde havia um palco para a dança, tivemos que colocar as túnicas escuras de freira, incluindo o lenço no cabelo e uma cruz vermelha. Havia até um DJ na hora do striptease e da dança sexy, em roupas íntimas.

Imane disse ter ficado “chocada” com o pedido, embora admita que tenha realizado “uma dança do ventre para Berlusconi”. Estranhamente, ela também revelou que ela havia aconselhado Berlusconi sobre a melhor forma de lidar com Muammar Gaddafi, ex-ditador líbio.

Berlusconi enfrenta acusações relativas à dançarina de boate Karima El Mahroug, de 17. A idade de consentimento é de 14 na Itália, mas pagar por sexo com alguém com menos de 18 anos é um crime. Berlusconi sempre negou qualquer coisa diferente de “jantares de convívio, vinho, comida, falando e cantando ‘nas festas Bunga Bunga”, frequentadas por Gaddafi. No entanto, ele está enfrentando julgamento no próximo mês por supostamente ter mantido relações sexuais com a então adolescente, dançarina do ventre Karima El Mahroug.

CB

quinta-feira, 9 de junho de 2011

Regime líbio terá usado Viagra

As forças do coronel Muammar Kadhafi estarão a usar à violação como arma de guerra e a recorrer a fármacos para potenciar a ações dos soldados.

As acusações foram feitas pelo procurador do Tribunal Penal Internacional, Luís Moreno-Ocampo.

“Os medicamentos do tipo Viagra demonstram esse tipo de política. Eles estão a comprar contentores com produtos para aumentar a possibilidade de violação de mulheres. E nós estamos a recolher mais informação detalhada para confirmar esta política”, disse.

A primeira evidência de violação surgiu com Eman al-Obeidi, a mulher que em março denunciou ter sido violada por soldados por ser natural de Bengasi.

Agora, com provas, o Tribunal Penal internacional vai juntar mais uma acusação contra a cúpula do regime de Kahdafi. Em certas regiões do país haverá centenas de mulheres violadas.

sexta-feira, 18 de março de 2011

Khadafi volvió a ser el enemigo

Kadafi & Tony Blair
Kadafi & Sarkozy
Francia y Gran Bretaña llevaron hasta un final tardío su idea de instaurar una zona de exclusión aérea. Estados Unidos les transfirió la responsabilidad de la acción principal a los europeos y los árabes.

Por Eduardo Febbro
Desde París, para Página/12

Muammar Khadafi bajó definitivamente del altar al que la gula occidental, los petronegocios y la desfachatez del sistema financiero internacional lo habían izado. El tirano, que durante casi dos décadas fue el “enemigo número uno” de Occidente para luego convertirse en el vistoso aliado de sus enemigos de antaño, volvió a su estatuto primigenio. La resolución adoptada por el Consejo de Seguridad de la ONU no deja ningún intersticio para la ambigüedad: el dispositivo militar ya está preparado y sólo faltaba la famosa “base jurídica” reclamada por la OTAN. París y Londres llevaron hasta un final tardío su idea de instaurar una zona de exclusión aérea para neutralizar la aviación de Khadafi.

Las provocaciones mutuas tornaron inevitable la participación árabe-occidental en una nueva cruzada militar contra un país árabe. Libia se suma así a Irak y Afganistán a la lista de países que pasarán una temporada bajo las bombas de una coalición donde el poderío militar de Occidente marcará las orientaciones. Era necesario el voto a favor de 9 de los 15 miembros del Consejo de Seguridad y también que ninguno de los integrantes permanentes del Consejo vetara la resolución. China y Rusia se abstuvieron y con ello abrieron paso al operativo militar. La comunidad internacional, fragmentada, salvará al filo de la navaja a la ya asfixiada oposición libia. Cercada en su feudo de Benghazi por las fuerzas leales al régimen, la participación directa de Occidente era la única carta que podía sacarla del despeñadero. “Prepárense, esta noche llegamos”, había dicho Khadafi a los habitantes de Benghazi. Tal vez, las primeras en llegar sean las bombas occidentales ayudadas por algunos países árabes, como Emiratos Arabes Unidos, Qatar y Egipto. Washington logró su propósito: transferirles la responsabilidad de la acción principal a los países vecinos, es decir, los europeos con costas mediterráneas y los árabes. Francia y Gran Bretaña, promotores de la resolución, asumirán la mayor parte de la responsabilidad de Occidente, pese a que Estados Unidos es la fuerza dominante en el seno de la OTAN.

No es seguro que la guerra total sea la apuesta definitiva. El Guía Supremo de la desgastada revolución libia supo dar marcha atrás al borde del abismo. A partir de 2003, Khadafi ya demostró su sentido del realismo cuando, impresionado por la invasión de Irak y la captura de Saddam Hussein, retrocedió en su principal proyecto, la acumulación de armas de destrucción masiva, y reconoció su responsabilidad en dos atentados: contra el avión de PanAm que explotó sobre la localidad escocesa de Lockerbie (1988, 270 muertos) y contra el avión francés de la compañía UTA (1989, 170 muertos). Ese fue el inicio del idilio público entre el coronel y sus jueces de años anteriores. Inversiones y visitas de Khadafi a las grandes capitales del mundo y viajes de los demócratas a Trípoli consagraron el retorno del coronel al “eje del bien”. O sea, los negocios seguros aunque las manos que firmaban los contratos estuviesen manchadas de sangre.

Puede que hoy haga lo mismo. La resolución de la ONU es amplia y explícita. La OTAN y la Liga Arabe apoyaron la instauración de una zona de exclusión y ello los convierte en aliados directos de la intervención. Presionado desde el interior por los rebeldes, ahorcado por el cielo y cercado desde el mar, Khadafi tiene las horas contadas. Khadafi le ha ofrecido la represión salvaje a su pueblo y una fuente de agua bendita para que Occidente lave su mala conciencia. No cabe ni la más remota duda de que los armas ya están preparadas. Anoche, tanto el primer ministro francés, François Fillon, como el jefe de la diplomacia, Alain Juppé, adelantaron que la fuerza se emplearía en cuanto la resolución estuviese aprobada. Alain Juppé precisó incluso el modo operativo: “Está excluido que se haga algo en tierra. Está claro. La alternativa se desprende sola: es la utilización de la fuerza aérea”. Tal vez Khadafi calculó mal la convicción de sus socios del Oeste. Pensó que sus divisiones profundas y sus debilidades morales y energéticas le permitirían aplastar la revuelta con un costo mínimo. Occidente también se equivocó con él y con las capacidades reales de la oposición. Las demoras y ese doble error desembocaron en centenas y centenas de muertos, destrucción y el éxodo de centenas de miles de personas hacia las fronteras.

El movimiento democrático libio terminó condicionado a la peor opción para triunfar: sacar a Khadafi con el respaldo de fuerzas extranjeras. Los movimientos de unos y otros condenaron a la contrarrevolución libia a una asistencia extranjera: Khadafi no dejaría el poder sin matar y sin mofarse de la OTAN y la ONU. A su vez, Occidente no podía dejarlo ganar sin quedar en ridículo. Khadafi ha sido un socio perfecto, en la paz y en la guerra. Su previsible derrota se forjó según sus condiciones. Mató a su pueblo sin concesiones y provocó a Occidente para que vinieran a buscarlo. La historia se vuelve a repetir con una puntualidad sangrienta, como en Panamá, Irak o Afganistán: otra vez hay que armar una coalición y arrojar bombas para extirpar un mal que se fue arraigando con la complicidad y hasta la ayuda directa de quienes hoy se alistan para suprimirlo. Noriega fue un aliado de las potencias, lo mismo que Saddam Hussein en Irak y los talibán en Afganistán.Apartarlos del poder costó miles de vidas humanas inocentes. Khadafi y sus socios tardíos hicieron pesar sobre el pueblo libio el mismo y repetitivo destino.

sexta-feira, 11 de março de 2011

FRASES

Daniel Paz & Rudy, para Página/12

"Uma vez que alguém lançou a ideia de levar Gaddafi ao Tribunal Penal Internacional, acho que ele se aferrou à ideia de permanecer no poder, e não acho que alguém possa fazê-lo mudar de opinião." 

Declaração de Berlusconi, sócio de Gaddafi.