Mostrando postagens com marcador Acidente Nuclear. Mostrar todas as postagens
Mostrando postagens com marcador Acidente Nuclear. Mostrar todas as postagens

quarta-feira, 22 de fevereiro de 2012

¿Qué pasó con los héroes de Fukushima?

Fonte desta imagem AQUI.

Georg Blume · · · · · 


Hasta hace poco los “samaritanos atómicos” de Fukushima estaban en boca de todos. ¿Quién se acuerda hoy de ellos?

Se ha hecho tarde en este karaoke de Fukushima. Ihsaka duerme. Ha bebido mucho: primero cerveza, luego sake. Ahora duerme enroscado encima de un sofá de felpa azul. Los cabellos, largos, grises, caen sobre su cara demacrada, cubriéndola. Viste un hanten, una chaqueta tradicional japonesa para el invierno, y calza zori, las típicas sandalias de madera. Ante él varios vasos, una botella para el sake y un bol con patatas fritas prácticamente intacto. El televisor está conectado, sin sonido.

Cuando se insertan los códigos para las canciones, vuelven a sonar las viejas canciones de los cincuenta y sesenta que tanto gustan a Ihsaka. Se las sabe de memoria. Tratan sobre el amor fraternal y la justicia, de los anhelos de la mafia japonesa. Ihsaka ha estado cantando toda la tarde, luego ha sucumbido al cansancio y el alcohol.

“Soy un yakuza”, me ha dicho Ihsaka en el transcurso de la tarde. Yakuza. Mafiosos, gente que pertenece a un medio en parte criminal y en parte socialmente integrado. Normalmente los yakuza no hablan de sus orígenes, pero Ihsaka sólo oculta su nombre.

Es un caso especial, porque se encuentra en una misión. “Lo que yo hago, es una pequeña contribución”, dice después de varios vasos de sake. “Si no hiciese mi trabajo, los niños nunca podrían volver a jugar en Fukushima”. A diferencia de otros, él ha venido como voluntario a Fukushima. Ihsaka es una especie de “samaritano atómico”.

Aldea-J

Desde el verano pasado Ihsaka trabaja cuatro días a la semana en la zona contaminada de la central nuclear de Fukushima. Vive en un hostal para turistas a una hora de distancia al sur de la ciudad. De hecho se trata de un barrio de lujo, pero debe compartir la habitación con tres colegas. Ihsaka se siente incómodo en estas estrecheces. Por eso es feliz cuando puede pasar una tarde en el karaoke.

En el lugar de vacaciones Yuzawa-onsen, en la preferectura de Fukushima, los trabajadores de la central nuclear han sustituido a los turistas, que han dejado de venir. En los días de trabajo Ihsaka se levanta a las cinco de la mañana. Un minibus de los yakuza lo transporta junto a sus colegas hasta la Aldea-J. La Aldea-J fue el campo de entrenamiento de la selección femenina de fútbol japonesa, que ganó el campeonato mundial en Alemania. Hoy es el centro de mando para los trabajos de limpieza y reparación en los reactores dañados. 5.000 personas trabajan en la Aldea-J a tan sólo 20 kilómetros de los reactores nucleares.

El minibus de Ihsaka se detiene en un enorme aparcamiento junto a cientos de autobuses, en cuyos parabrisas traseros aparecen las marcas de las grandes firmas: Mitsubishi, Toshiba, Hitachi. Todo el empresariado japonés colabora y los autobuses traen a sus trabajadores al lugar. Pero también los yakuza pertenecen al tejido empresarial japonés. Ninguna de las 50 centrales nucleares se hubiera construido sin ellos. Las bandas mafiosas monopolizan desde hace décadas el mercado laboral como mediadores entre los peones y las grandes construcciones. Los trabajadores empleados por la mafia han de desempeñar los trabajos peor pagados, que en ocasiones también son los más peligrosos. Si ocurre un accidente, la red mafiosa oculta las consecuencias. Por esa razón los yakuza son tan necesarios en Fukushima ahora. Si uno de sus trabajadores muere más tarde por culpa de un cáncer causado por la radiación radioactiva, las investigaciones nunca llegarán a buen puerto. Sin embargo, hay contratos de trabajo de por medio. En principio todo es legal.

Ihsaka pertenece a una cuadrilla de ocho hombres. Su jornal es unos 150 euros más alto que el de un obrero normal. Se reúnen en el aparcamiento, entran en la zona de exclusión más allá de la Aldea-J y desde allí son conducidos a los reactores. Su tarea consiste en limpiar los edificios, conductos y ruinas: todo lo que queda de los reactores destruidos. Los colegas de Ihsaka son cualquier cosa menos voluntarios: la mayoría de ellos han contraído deudas con los tiburones crediticios de la mafia y por ello deben aceptar cualquier trabajo que les proporcionen los yakuza.

Sin traje protector

Nadie ajeno a las labores de limpieza puede acompañar a los trabajadores a la zona de los reactores. Hasta la fecha los periodistas sólo han podido visitar el lugar de la catástrofe en grupo y bajo la estricta observación de Tepco, la compañía operadora de las centrales nucleares. Ihsaka está cuatro veces a la semana en el lugar y puede hablar de ello.

Normalmente él y sus colegas visten unos pesados trajes protectores y llevan consigo un dosímetro al trabajo. “Tenemos que llevar traje y máscara, pero no siempre lo hacemos”, dice Ihsaka. Ahora en invierno el traje no molesta. Pero hace unos meses, a finales de verano, cuando el grupo de Ihsaka llevaba los escombros de los reactores de un sitio a otro, el traje les dificultaba transportar los objetos más pesados. Además, los trabajadores sudaban con ellos. “Entonces vi a menudo los tatuajes de mis colegas”, dice Ihsaka. Lo que quiere decir que trabajaron sin la parte superior del traje protector junto a los reactores contaminados. Ihsaka recuerda que nadie le instruyó sobre cuál es la mejor manera de moverse llevando un traje protector.

Hasta hoy los ocho hombre del grupo de Ihsaka vigilan que cada uno de ellos tenga al final del día la misma dosis de radiación en el dosímetro. “Cuando he recibido 1'1 milisievert y mis colegas sólo 0'9, entonces cambiamos durante un rato nuestros lugares de trabajo”, dice Ihsaka. Lo que preocupa a estos hombres no es tanto las elevadas dosis de radiación como si tendrán trabajo al día siguiente. Quien recibe demasiada radiación, al día siguiente es apartado del trabajo y no recibe ningún salario.

La dosis máxima de radiación a la que un trabajador de una central nuclear en Japón puede exponerse se encuentra en los 100 milisievert anuales. Desde julio, Ihsaka ha acumulado según sus documentos de trabajo 70 milisievert. Así que aún puede seguir trabajando. Cuán grande es el peligro para él, no quiere saberlo. “Obviamente, soy un conejillo de indias para ellos”, dice. Pero eso no parece molestarle.

Ihsaka tiene un motivo para aceptar los riesgos de la radiación nuclear. Hasta el verano pasado, trabajó durante 29 años como cocinero en Tokio. No era ningún yakuza activo, pero pertenecía al medio. Su mujer lo abandonó. Sólo su hija mayor siguió a su lado para ocuparse de él, después de que hace un año contrajera una grave pulmonía. Permaneció inconsciente durante días, pero su hija estaba junto a él al lado de la cama. “Fui salvado y ahora estoy aquí para salvar la vida de los niños de Fukushima. Quiero que así quede el recuerdo de mi hija”, dice Ihsaka quien, de hecho, quiso trabajar como cocinero para los evacuados de Fukushima. Pero entonces encontró a través de sus contactos el trabajo en la zona del reactor.

Secretismo

Ni ha estudiado ni ha recibido formación alguna. Lo de cocinero lo aprendió por sí mismo. Pero Ihsaka es un hombre meditabundo. Espontáneamente, habla toda la tarde en el karaoke sobre Hiroshima y Nagasaki. Muy pocos japoneses lo hacen con relación a Fukushima. Ihsaka piensa que los americanos llevaron a cabo todo lo posible tras el lanzamiento de las bombas atómicas para mantener en secreto las consecuencias de la radiación atómica.

De hecho, todas las investigaciones del conocido hospital para la radiación americano en Hiroshima estuvieron clasificadas durante décadas. “Y con el mismo secretismo actuamos nosotros los japoneses hoy tras Fukushima”, afirma.

Por eso habla tanto esta tarde. No quiere más secretos. Aunque haya debido firmar antes de aceptar el trabajo una cláusula por la que promete no informar a los medios de comunicación de su actividad, ahora rompe conscientemente esa norma. “Se lo contaría con gusto a todo el mundo”, afirma.

Tras la catástrofe nuclear los trabajadores de la central fueron tenidos por algún tiempo en la opinión pública como héroes. Pero no obtuvieron ni de lejos la fama de, pongamos por caso, los bomberos neoyorquinos tras el atentado a las Torres gemelas. Por eso mismo Ihsaka es a un mismo tiempo un criminal político y un entrevistado agradecido. Sin embargo, si no tenemos en cuenta un par de noticias muy generales del New York Times sobre las condiciones de trabajo de los trabajadores de la central nuclear, apenas hay historias sobre los héroes de Fukushima. ¿Acaso sus historias no merecen la pena ser tenidas en cuenta?

Cuanto más habla Ihsaka en el karaoke, más se da cuenta de cuán impresionante es su propia historia. Las preguntas de los periodistas le dejan perplejo. ¿Por qué le preguntan por los colores y los motivos de los tatuajes de sus colegas? Ihsaka llega una y otra vez al punto en el que no quiere responder más preguntas. Se disculpa diciendo que le gustaría explicar más, pero tiene que pensar en su contrato para la compañía Tepco. No quiere que le fotografíen. Pero al día siguiente se despide una vez más del reportero en un modesto establecimiento de fideos. “Estoy sólo”, reconoce. “Echo en falta hablar con alguien.”

Georg Blume informa regularmente sobre Asia para el tageszeitung.

Traducción para www.sinpermiso.info: Àngel Ferrero

sinpermiso electrónico se ofrece semanalmente de forma gratuita. No recibe ningún tipo de subvención pública ni privada, y su existencia sólo es posible gracias al trabajo voluntario de sus colaboradores y a las donaciones altruistas de sus lectores. Si le ha interesado este artículo, considere la posibilidad de contribuir al desarrollo de este proyecto político-cultural realizando una DONACIÓN o haciendo una SUSCRIPCIÓN a la REVISTA SEMESTRALimpresa

sexta-feira, 25 de novembro de 2011

79% dos brasileiros não querem novas usinas nucleares


A rejeição da opinião pública global ao uso de energia atômica aumentou após o acidente com a usina nuclear de Fukushima, no Japão, segundo indica pesquisa encomendada pela BBC.

Na média geral entre os 12 países que já têm usinas nucleares ativas – Brasil incluído –, 69% dos entrevistados rejeitam a construção de novas usinas, enquanto 22% defendem novas estações. No Brasil, 79% dos entrevistados dizem se opor à construção de novas usinas.
Esses 79% incluem pessoas que acham que o Brasil deve usar as usinas nucleares que já tem, mas não construir estações novas (44%), e pessoas que acham que, como a energia atômica é perigosa, todas as usinas nucleares operantes devem ser fechadas o mais rápido possível.

Apenas 16% dos entrevistados brasileiros acham que a energia nuclear é relativamente segura e uma importante fonte de eletricidade e que, portanto, novas usinas devem ser construídas.

A pesquisa, em 23 países, indica que após o acidente de Fukushima, em março, aumentou a oposição à energia nuclear, tanto em países que a promovem ativamente, como Rússia e França, como em países que ainda planejam a construção de usinas.

Em comparação com resultados de 2005, o levantamento "sugere que houve um elevado aumento na oposição à energia nuclear" em parte dos países, enquanto cresce a defesa da economia de energia e o uso de fontes renováveis em vez da energia nuclear.

 

Rejeição e apoio

As maiores rejeições à ampliação do uso da energia atômica são observadas na França, no Japão, no Brasil, na Alemanha, no México e na Rússia.

Em contrapartida, em países como China, Estados Unidos e Grã-Bretanha, ainda é representativa a quantidade de pessoas que consideram a energia nuclear segura – 42%, 39% e 37%, respectivamente.

"A falta de impacto que o desastre nuclear de Fukushima teve na opinião pública nos EUA e na Grã-Bretanha é digna de nota e contrasta com a crescente oposição às usinas nucleares novas na maioria dos países que acompanhamos desde 2005", declarou o presidente da empresa de pesquisas GlobeScan, Doug Miller.

"O maior impacto foi observado na Alemanha, onde a nova política do governo (de Angela) Merkel, de fechar todas as estações de energia nuclear, é apoiada por 52% dos entrevistados", disse.

A visão alemã reflete a opinião pública do resto da Europa, continente em que "a maioria dos países pesquisados tem uma visão negativa com relação ao uso de energia atômica para gerar eletricidade".

Realizado pela GlobeScan a pedido da BBC, o levantamento ouviu 23,2 mil pessoas em 23 países (12 deles já operando usinas nucleares), entre junho e setembro. A margem de erro é de 3,1 a 4,4 pontos percentuais.

Este foi o primeiro ano em que o Brasil participou da pesquisa.

sexta-feira, 11 de novembro de 2011

Israel deveria abrir instalação nuclear para frear Irã, diz cientista israelense

Fonte desta imagem AQUI.

Guila Flint
De Tel Aviv para a BBC Brasil

Israel deve contribuir com os esforços para impedir que o Irã obtenha armamentos atômicos abrindo a instalação nuclear de Dimona à inspeção internacional, disse à BBC Brasil o cientista Uzi Even, que participou da construção do reator nuclear de Dimona.

Na opinião do físico nuclear israelense, o relatório publicado pela Agencia Internacional de Energia Atômica (AIEA) na última terça feira demonstra que o Irã está prestes a produzir armamentos nucleares e a comunidade internacional não deveria poupar esforços para convencer o país a interromper seu avanço nessa direção.

Segundo o cientista, Israel deveria contribuir com esses esforços abandonando a politica de ambiguidade em relação a seu próprio programa nuclear.

O governo não confirma nem nega possuir armas atômicas. O país não tem um programa declarado de produção de energia nuclear e não comenta a existência do reator de Dimona, conhecido oficialmente como Centro de Pesquisas Nucleares.

Israel não é signatário do Tratado de Não-Proliferação Nuclear, ratificado por 189 países (entre eles o Irã).

Os signatários do tratado se comprometem a não desenvolver ou comprar armas atômicas e a se submeterem a inspeções da Agência Internacional de Energia Atômica (AIEA), da ONU, caso tenham um programa nuclear para fins pacíficos.

 

'Saída honrosa'

"Israel deveria abrir a instalação nuclear de Dimona à inspeção internacional", disse Uzi Even à BBC Brasil.
Para Even, que nos anos 1960 trabalhou na construção do reator nuclear de Dimona, a abertura do local poderia oferecer uma "saída honrosa" para o Irã.

"O Irã poderia apresentar a abertura de Dimona como uma grande vitória e aproveitar essa oportunidade para abandonar seus planos de produzir armamentos nucleares", explicou.

Uzi Even, professor do departamento de Química da Universidade de Tel Aviv, vem alertando há mais de dez anos para o "estado precário e perigoso" da instalação nuclear de Israel na cidade de Dimona, no sul do país.

Depois do vazamento radiativo dos reatores nucleares no Japão, em decorrência do terremoto ocorrido em março, Even advertiu que um acidente "semelhante ou pior" poderia ocorrer em Dimona.

"Dimona é um dos reatores nucleares mais velhos do mundo, tem mais de 50 anos, e por razões de segurança deve ser fechado", afirmou.

Para ele, a abertura de Dimona à inspeção internacional poderia causar o fechamento da instalação.

"Abrir Dimona seria uma contribuição por parte de Israel nos esforços para frear o Irã, sem perder seu poder de dissuasão", acrescentou.

 

Rumores

Em Israel vem se intensificando nas últimas semanas os rumores e especulações sobre um suposto plano do primeiro-ministro, Binyamin Netanyahu, e do ministro da Defesa, Ehud Barak, para atacar o Irã, cujo governo ameaça destruir Israel.

Os rumores, divulgados pela mídia local, deram início a um debate público sobre um eventual ataque de Israel ao Irã para impedir que o país obtenha armamentos nucleares.

De acordo com uma pesquisa de opinião, 41% dos israelenses apoiam a ideia do ataque e 39% são contra.

Entre os analistas militares, alguns consideram a ideia uma "loucura" e outros a consideram "razoável".

Segundo Uzi Even, o relatório da AIEA demonstra que "já é tarde demais para uma operação militar".


"Os iranianos têm a intenção, o conhecimento e os materiais para produzir uma bomba nuclear, e nessas circunstâncias um ataque já não poderia impedi-los de produzi-la", disse.

Segundo a avaliação de Even, o Irã já teria investido pelo menos US$ 10 bilhões em seu programa nuclear e milhares de funcionários já estariam envolvidos no projeto.

Na opinião dele, para frear o projeto seria necessário "convencer os iranianos de que, se continuassem, teriam que pagar um preço alto demais", por meio de sanções econômicas.

No entanto, o especialista em Irã da rádio estatal israelense, Menashe Amir, afirmou que o regime atual do Irã "jamais abrirá mão de seu projeto nuclear" e que as sanções econômicas não levarão à interrupção do projeto.

Para Amir, a única maneira de interromper a corrida do Irã em direção às armas nucleares seria por uma mudança de regime no país.

terça-feira, 10 de maio de 2011

Acionistas defendem desativação de usinas nucleares

Riscos e gastos com processamento de resíduos seriam altos demais

por Redação Made in Japan

Acionistas de cinco empresas de fornecimento de energia elétrica do Japão defendem a desativação de suas respectivas usinas nucleares, diante da crise em Fukushima Daiichi. As informações são da NHK.

Cerca de 400 acionistas da Tokyo Electric Power Company (Tepco), operadora da usina de Fukushima, entregaram documentos afirmando a proposta. Situação semelhante aconteceu em pelo menos quatro outras empresas: Kansai, Chugoku, Kyushu e Tohoku Electric.

O argumento dos acionistas é que os riscos envolvidos na geração de energia nuclear são muito altos para que uma empresa se responsabilize individualmente. Além disso, caso a usina nuclear seja desativada, consequentemente, não haveria gastos com o processamento de combustível nuclear usado.

A proposta deverá ser analisada e colocada para votação na reunião anual de acionistas, que acontecem geralmente no fim de junho.

Na última sexta-feira, o Primeiro Ministro Naoto Kan afirmou que a Tepco deve ser responsabilizada pelos prejuízos, assim como o governo. A declaração foi em resposta a um texto legal que poderia ser interpretado de forma a isentar a empresa de pagar as indenizações, sob a alegação de que os eventos em Fukushima Daiichi foram causados por força maior.

Segundo o jornal Asahi, o governo estuda a criação de uma agência especial para garantir que o pagamento das indenizações (estimadas na casa dos trilhões de ienes) aconteça da melhor forma possível.

quarta-feira, 16 de março de 2011

segunda-feira, 16 de fevereiro de 2009

BARBEIRAGEM NO OCEANO

IMAGEM CAPTADA NO MOMENTO DO ACIDENTE:

Submarinos nucleares britânico e francês colidem no oceano

Dois submarinos nucleares - um britânico e outro francês - chocaram-se no Oceano Atlântico, segundo informações divulgadas nesta segunda-feira.

O britânico HMS Vanguard e o francês Lê Triomphant sofreram danos graves no acidente que aconteceu no começo deste mês.

Os radares de ambos não conseguiram detectar a presença do outro submarino nas proximidades.

O incidente está sendo investigado por ambos países. O ministério da Defesa não comentou o acidente, mas afirmou que aspectos de segurança nuclear não foram violados.

Tanto a França quanto a Grã-Bretanha afirmam que não houve risco de um incidente nuclear mais grave, apesar de ambos submarinos estarem carregando mísseis.

As duas embarcações têm cerca de 150 metros de comprimento e transportavam uma tripulação de cerca de 120 marinheiros cada. O governo francês disse que nenhum dos seus marinheiros ficou ferido.

O HMS Vanguard já chegou à base de Faslane, na Escócia. A embarcação, inaugurada em 1992, é um das quatro submarinos britânicos que possuem mísseis nucleares Trident.