terça-feira, 3 de novembro de 2009

“Brasil no cumple los acuerdos”


Eduardo Bianchi, número dos del Ministerio de Industria y Turismo, acusó al gobierno brasileño de no hacer respetar los convenios para limitar el comercio. En diálogo con Página/12, el funcionario justificó las trabas a las importaciones.

El Gobierno acusó a Brasil de incumplir los acuerdos comerciales que se firmaron para evitar que las importaciones dañen la producción nacional. Así lo dijo el secretario de Industria, Eduardo Bianchi, en diálogo con Página/12. La controversia entre ambos gobiernos sigue escalando. El tema sólo encontraría resolución cuando Cristina Fernández de Kirchner se reúna con Lula da Silva, el 18 de este mes. Según la versión argentina, las trabas al ingreso de mercaderías brasileñas fueron en respuesta a la falta de control del gobierno del país vecino para que sus industriales respeten los límites pactados en las exportaciones.

“Nos mandan más licencias de lo que está acordado y entonces a la luz de ellos estamos en infracción. Pero es porque no cumplen el acuerdo de autolimitación. Eso pasa claramente en calzados y muebles. No es culpa del gobierno argentino, sino responsabilidad brasileña”, descargó Bianchi. Según las cifras que ofreció el secretario, en baterías –donde no se aplican licencias–, el convenio era de 850 mil unidades para todo el año, y ya ingresaron 1.125.000. En cambio, en lácteos –donde la Argentina tiene que limitarse–, las exportaciones a Brasil deberían ser de 15 mil toneladas de mayo a septiembre, pero sólo pudieron ingresar 10.400.

Para el caso de muebles y calzado, en donde Argentina sí aplica licencias, los pedidos por parte de Brasil ya superaron lo convenido. Aquí es donde hay más malestar entre los brasileños porque, como indica Bianchi, “una vez que se sobrepasa el límite, el producto no entra y entonces hay problemas. Pero los genera Brasil al no adecuar sus exportaciones a lo acordado voluntariamente. Son quejas razonables, pero las deben hacer frente a su propio gobierno”. Además de los reclamos por las licencias, otro motivo que podría tener que ver con esta reacción es la posibilidad de que se sancione la ley de electrónicos, que favorece a la industria fueguina en detrimento de, entre otros, los brasileños. Ya había sido fuente de quejas en la última reunión en Brasil.

Consultado por este diario acerca de la existencia de otras demoras en las licencias que aplica Argentina, además de aquellas sobre los productos que no cumplen los acuerdos, Bianchi las relativizó. “Puede haber alguna demora, pero ésa no es la regla. No es algo como para que haya habido esta reacción”, afirmó. Para explicar esta “represalia” brasileña, que dejó camiones argentinos varados en la frontera, también pudo haber influido la pauta que fija Industria y Turismo a los productores locales de exportar el equivalente a lo que importan. Las quejas provienen de los industriales paulistas, que están presionando fuertemente en el marco de un período preelectoral.

¿Qué fue lo que ocurrió desde la muestra de acercamiento entre la ministra Débora Giorgi, y su par brasileño, Miguel Jorge, de hace sólo un mes, hasta los muy fuertes cruces por la detención de camiones argentinos en la frontera? Por el canal oficial, no mucho, ya que sólo hubo dos quejas. Fuera de eso, desde Industria dicen que los reclamos brasileños “son razonables”, pero se deben a que el país vecino no cumple con los acuerdos de autolimitación.

En aquella reunión entre ministros en San Pablo, el funcionario brasileño legitimó los mecanismos de control por parte de Argentina. Esas señales, sumadas a la mejora en las perspectivas económicas para la última parte del año, parecían reflejar una distensión en la relación bilateral. Esto no ocurrió, y la muestra más clara es la prohibición del ingreso de camiones que transportaban exportaciones argentinas en la frontera con Brasil.

“Lo primero que llama la atención es la magnitud de la reacción porque no fue después de una sucesión de reclamos escalonados. Fueron sólo dos consultas y ambas obtuvieron respuestas satisfactorias”, manifestó el secretario de Industria a Página/12. Pero no es sólo sorpresa lo que experimenta la cartera que encabeza Giorgi. Según explicó Bianchi, hay un problema de fondo por el cual se producen las quejas de los empresarios brasileños. Es que la Argentina aplica medidas restrictivas en aquellos sectores en donde se ha superado el cupo que se convino en los acuerdos bilaterales. Estos convenios son producto de las reuniones mensuales entre empresarios y funcionarios de ambos países. Por esta vía, los exportadores de ambos lados de la frontera se comprometen a autolimitar sus ventas.

Otro motivo de queja de los empresarios brasileños es que su país pierde terreno en el mercado argentino frente a productos chinos. Desde Industria lo niegan y lo justifican con datos propios, que marcan que en todos estos sectores con acuerdos, Brasil ganó mercado y China retrocedió. Además, destacan el caso de la leche, donde la Argentina mermó su participación de 76 a 44 por ciento en el mercado brasileño, al mismo tiempo que Uruguay pasó de 21 a 73 por ciento. “Acá sí hay desvío de comercio, además de incumplimiento”, destacó Bianchi.

También las formas molestaron mucho en Industria. Es que cuando Argentina aplica una licencia pasan 80 días hasta que entra en pleno funcionamiento. En cambio, los brasileños lo hicieron de manera intempestiva. Además, frenaron productos perecederos, provenientes de economías regionales “de los cuales dependen pueblos enteros, con un impacto social y laboral inmenso”, resaltó Bianchi. También cayeron en la detención camiones con productos que son inflamables, como aerosoles o insecticidas.

Informe: Javier Lewkowicz.

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