Mostrando postagens com marcador Guerra ao Terror. Mostrar todas as postagens
Mostrando postagens com marcador Guerra ao Terror. Mostrar todas as postagens

domingo, 11 de janeiro de 2015

DRONE

Fonte da imagem: http://dronewarsuk.files.wordpress.com/2010/06/predator-firing-missile4.jpg




Não sei bem como funcionam essas coisas, porém imagino que alguém levanta de manhã no Afeganistão, onde está trabalhando, toma um bom banho, faz uma refeição reforçada com bacon, ovos e panquecas, escova os dentes e, após, se dirige a seu local de trabalho.

Nesse local, certamente refrigerado para manter a temperatura agradável, se acomoda à frente de um monitor e inicia o usual processo de comunicação para tomar conhecimento da missão do dia.

Recebida a missão, ajusta os procedimentos para decolagem do drone de sua responsabilidade, o qual responde suave e precisamente aos comandos, iniciando a operação.

Após algum tempo de voo, o nosso personagem observa que o veículo aéreo remotamente pilotado, por ele comandado, chega a uma área povoada.

Observa, então, que muitas pessoas, dentre as quais várias do sexo masculino, com grandes barbas e vestes típicas da região, se deslocam em direção a uma construção de tamanho relativamente grande.

Como é uma zona com suposta concentração de talibãs, relata o caso para a chefia e pede permissão para disparar mísseis.

Com a permissão concedida, já que é uma situação rotineira nesse local, efetivamente dispara os foguetes, que explodem precisamente, destruindo o alvo.

Na sequência comanda o retorno do veículo não tripulado para a base, o qual obedece com precisão aos comandos, pousando suavemente no local adequado.

Nosso personagem olha o relógio e vê que já se aproxima a hora do almoço (como o tempo passa rápido quando a gente se diverte!). Desliga o equipamento e se prepara psicologicamente para tomar o tradicional aperitivo antes de se dirigir ao refeitório.

No dia seguinte (1º de janeiro de 2015) aparece no jornal a notícia de que pelo menos 20 pessoas morreram e 45 ficaram feridas, a maioria mulheres e crianças, pelo impacto de um míssil durante a realização de um casamento na província de Helmand, no sul do Afeganistão, conforme divulgado pela agência EFE. (*)

Segundo outras informações não foi somente um míssil disparado, foram vários, e o resultado foram oito mulheres e doze crianças assassinadas e mais 62 pessoas feridas, algumas em estado grave.

Nosso personagem percebe, então, que terá que preencher novamente vários formulários, o que é, de fato, uma chatice.


-x-


São vários os relatos de ocorrências similares.

Em 2012 um sargento do exército dos EUA se armou até os dentes, tipo o personagem Rambo, e entrou na aldeia de Pnajwayi, também no Afeganistão, disparando em tudo o que se movesse. Matou 16 civis.

No Yemen, em 2013, convidados de um casamento estavam se dirigindo em comboio ao local do evento, e também foram alvo de foguetes disparados por um drone dos EUA, o que deixou várias vítimas fatais.

Etc.

Tais ocorrências foram divulgadas pela mídia mundial de forma parcimoniosa e discreta, muitas vezes tentando justificá-las como sendo efeitos colaterais não esperados porém inevitáveis.

Será que algumas vidas têm mais valor que outras?



(*) http://noticias.uol.com.br/ultimas-noticias/efe/2015/01/01/missil-atinge-cerimonia-de-casamento-no-afeganistao-e-mata-20-pessoas.htm

quinta-feira, 29 de dezembro de 2011

A GUERRA PERPÉTUA

Fonte da Imagem AQUI.

Promoción para la guerra perpetua. ¿Nuestros dirigentes son estúpidos o creen ellos que los estúpidos somos nosotros?  

Mike Lofgren · · · · · 

De acuerdo con el Servicio de Investigaciones del Congreso, los Estados Unidos se han apropiado de 806 mil millones de dólares por el costo directo de la invasión y ocupación de Irak. Incluyendo los servicios de deuda desde 2003, esa suma alcanza aproximadamente 1 billón de dólares. La Casa Blanca estima que el numero de militares americanos heridos son 30.000; el sitio web icasualties.org estima que las víctimas mortales de la guerra de Irak son 4.484. Es imposible estimar con precisión el número de muertos civiles iraquíes, pero con frecuencia se los cuenta por más de 100.000. Hay actualmente alrededor de dos millones de desplazados internos iraquíes en un país de 30 millones de habitantes. A medida que las fuerzas armadas estadounidenses (no los 17.000 empleados del Departamento de Estado, contratistas y mercenarios) abandonan el país, Irak se hunde en una crisis política exacerbada por motivos étnicos y sectarios. Aun si sobreviviese a esa crisis y continuara siendo un Estado unitario, casi seguramente será empujado cerca de la orbita de Irán, nuestro actual cuco. 

En vista de los terribles costos, tanto humanos como financieros, así como del desastre estratégico y moral que ha precipitado la invasión a Irak, ¿qué tipo de veredicto crees que nuestros líderes –líderes que representan a una administración presidencial ostensiblemente opuesta a la invasión y que promete esperanza y cambio- se molestan en ofrecernos? Mientras disfrutaba de un costoso viaje oficial a Turquía, el Secretario de Defensa Leon Panetta, el 17 de diciembre, dijo a la prensa lo siguiente:

"A pesar de lo dificultosa que fue [la guerra de Irak], pienso que el precio pagado lo ha valido, pues se estableció un gobierno estable en una región muy importante del mundo."

La única reacción a esta afirmación es parpadear con desconcierto y preguntarse: ¿Es Panetta tan estúpido, o piensa que nosotros, los supuestos ciudadanos autogobernados de este país, somos los estúpidos? La conclusión más complaciente a la que podríamos llegar es que esta afirmación es un anzuelo tirado al aire para ofrecer consuelo a las familias de estos muertos, o algún tipo de alivio para los supervivientes que quedaron mutilados. Pero esto es un argumento sinsentido; uno imagina que esta gente y sus familiares se han formado sus propias opiniones sobre lo sucedido y no necesitan una justificación condescendiente. Y, en cualquier caso, si hubiese "valido la pena", ¿por qué no deberíamos seguir haciéndolo, no sólo en Irak sino en todo el mundo? Podríamos llamarlo, la guerra perpetua para un gobierno estable.

Otra explicación que viene a la mente es el aspecto propagandístico de esto: algunos gacetilleros gubernamentales realmente creen que si repiten algo hasta el cansancio, sin importar si falso o trillado, un importante número de personas lo creerán. Los republicanos han usado esta técnica durante años, y los demócratas parecen ir camino a alcanzar su dominio de la técnica. Parece ser al menos una táctica parcialmente exitosa: a pesar de todo el derramamiento de sangre y el despilfarro, el 48% de los americanos aun cree que invadir Irak fue una decisión correcta, de acuerdo con una encuesta de Pew Research.

Pero, como dijo Honest Abe, no puedes engañar a toda la gente todo el tiempo. Esa misma encuesta mostró que el 46%, casi la misma proporción de personas, creían que fue una decisión desacertada. Pero aun así, la afirmación de Panetta y de otras innumerables declaraciones ridículas vertidas por funcionarios gubernamentales, no carecen de utilidad. La mayor parte de nosotros piensa en la propaganda como lavadora de cerebros –ya que convence a la gente de creer algo que de otra manera no creería-. Pero podríamos estar subestimando otra utilidad, más sutil, de la propaganda política.

En uno de sus ensayos, en épocas de guerra, George Orwell observó algunas de las evidentemente ridículas consignas de la propaganda totalitaria. Desde su punto de vista, el problema no era si era creíble o no; de hecho, mientras más ridícula, mejor. El problema era que los funcionarios del gobierno tenían que hacer esas declaraciones sabiendo perfectamente bien que eran absurdas; las agencias de información las imprimían diligentemente como si fueran la realidad; y la esfera pública fue envuelta con la absurda propaganda. Como dijo Orwell sobre la marcha con paso de ganso de los ejércitos totalitarios: sí, se ve ridículo, pero no te atrevas a reírte.

Este es el objetivo subestimado de las falsas afirmaciones del gobierno: si bien no convencen, desmoralizan. La declaración de Panetta recibirá una respetuosa cobertura en los principales medios; sátrapas del establishment como David Gregory o Bob Schieffer no discutirán con él en los programas de debate matutinos de domingo; para todas las intenciones y propósitos conseguirá salirse con la suya. Y ningún ciudadano común estará jamás en una posición adecuada para enfrentarlo cara a cara y decirle que está vendiendo políticas destructivas que nos están llevando a la quiebra.

Porque así es como la democracia y la verdad operan en Estados Unidos actualmente.

Mike Lofgren se jubiló en junio de 2011 después de 28 años en el Congreso de EEUU.

 Traducción para www.sinpermiso.info: Camila Vollenweider

sinpermiso electrónico se ofrece semanalmente de forma gratuita. No recibe ningún tipo de subvención pública ni privada, y su existencia sólo es posible gracias al trabajo voluntario de sus colaboradores y a las donaciones altruistas de sus lectores. Si le ha interesado este artículo, considere la posibilidad de contribuir al desarrollo de este proyecto político-cultural realizando una DONACIÓNo haciendo una SUSCRIPCIÓN a la REVISTA SEMESTRAL impresa.

terça-feira, 23 de março de 2010

"GUERRA AO TERROR"

Deviantart:

"Guerra ao Terror" é uma propaganda inteligente e perigosa

Bigelow é diabólica.

No final do ano passado quando tive notícia do filme "Guerra ao Terror" (The Hurt Locker) da diretora Kathryn Bigelow pensei: "mais uma propaganda para justificar a ocupação imperial no Iraque".

Sábado passado, ao ver o filme da bela Bigelow (foto), desfiz esse preconceito em favor de uma convicção: tudo bem, não se trata de uma propaganda direta e objetiva, se trata, sim, de um bom filme, plasticamente falando, que usa a linguagem da moda no cinema, a do documentário, câmera ágil, trepidante, por vezes vazando luz, algum rock pesado ao fundo, enormes closes e um morde-assopra constante, aquelas tensões-distensões do qual são feitas todas as boas narrativas - em qualquer linguagem ou suporte expressivo - desde que os fenícios inventaram o alfabeto.

Agora dá pra adivinhar o motivo de Cameron não ter ficado casado com a Bigelow, a mulher é um perigo, bela, inteligente e diabólica. Conseguiu fazer um filme de propaganda sem usar praticamente nenhum dos sórdidos clichês da propaganda. Se o sujeito derivar na barca da fantasia de Bigelow, precipita-se no abismo de suas ilusões e sucumbe na credulidade de que o soldado dos EUA é de fato um herói atormentado que carrega nos ombros os pecados do mundo mas vai logo-logo trazer a redenção a toda a Terra.

Por isso: olho e razão.

A rigor, a Bigelow professa um belicismo envergonhado e fatalista. A guerra é uma fatalidade. Os soldados dos Estados Unidos - todos voluntários, ao contrário dos que lutaram no Vietnã, diz a bela numa entrevista - replicam o conflito que vivem nas securas do Iraque dentro de si, também. Aí a diretora (ou o roteirista) perde um pouco a mão, quando trata da subjetividade do soldado. Bigelow fica com a mãozinha de chumbo. O monólogo de James, o desmontador/viciado em bombas, olhando o pequeno filho é digno do autêntico psicologismo de botequim. E de psicologismo barato em psicologismo vulgar, Bigelow vai empurrando ao espectador as bandeirolas com as inscrições: "Viva a guerra!" "Só os soldados da América sabem enfrentar o inimigo de frente". "Nossos soldados são uns mártires". E por aí vai.

Há um esquecimento proposital dos motivos daquela guerra. A identificação do próprio local - o Iraque - fica subsumido em diálogos rápidos entre os protagonistas, nunca é informado objetivamente ao espectador o lugar onde estão, por que os Estados Unidos invadiu aquele país, como invadiu ou se invadiu ou apenas foi proporcionar-lhes modelos edificantes de "justiça" e "democracia" - valores tão abundantes na chamada América.

Bigelow é esperta.

E diabólica.

Intriga em "Guerra ao Terror" o número de crianças que aparecem em cena. Todas sempre furtivas, se esquivando como ratinhos assustados por ruas sujas e vielas escuras onde correm líquidos ameaçadores. Os iraquianos sempre aparecem ao longe, desfocados, a espreita, fantasmagóricos, sem fala e sem face ou identidade definida. É de pensar: quem sabe os iraquianos são os verdadeiros invasores? Os impostores? Os vilões? Os que não tem subjetividade nem transcendência?

Um soldado diz, já em desespero (só aos soldados estadunidenses é dado esse direito, o de expressar a dor): "Eu odeio essa terra!"

Mas ele jamais dirá "eu odeio essa guerra!"

Bigelow é um perigo.

E bela.

Do Diário Gauche.