sexta-feira, 30 de dezembro de 2011

O piloto francês de ultraleve Christian Moulec se transformou em ''mamãe'' para um grupo de filhotes de ganso.

Fonte da imagem AQUI.

Agora, toda vez que ele decola com seu ultraleve ''seus filhotes'' o seguem.

Não é à toa. Para conseguir filmar de perto os animais em movimento, ele criou a ninhada de gansos ao longo de nove meses.

Os pássaros, assim que saem do ovo, tendem a identificar a primeira coisa que veem em movimento como sendo a sua mãe.

Moulec já havia realizado seu experimento anteriormente, quando criou uma família inteira de garças para poder filmá-las.

Veja as imagens: BBC

quinta-feira, 29 de dezembro de 2011

A GUERRA PERPÉTUA

Fonte da Imagem AQUI.

Promoción para la guerra perpetua. ¿Nuestros dirigentes son estúpidos o creen ellos que los estúpidos somos nosotros?  

Mike Lofgren · · · · · 

De acuerdo con el Servicio de Investigaciones del Congreso, los Estados Unidos se han apropiado de 806 mil millones de dólares por el costo directo de la invasión y ocupación de Irak. Incluyendo los servicios de deuda desde 2003, esa suma alcanza aproximadamente 1 billón de dólares. La Casa Blanca estima que el numero de militares americanos heridos son 30.000; el sitio web icasualties.org estima que las víctimas mortales de la guerra de Irak son 4.484. Es imposible estimar con precisión el número de muertos civiles iraquíes, pero con frecuencia se los cuenta por más de 100.000. Hay actualmente alrededor de dos millones de desplazados internos iraquíes en un país de 30 millones de habitantes. A medida que las fuerzas armadas estadounidenses (no los 17.000 empleados del Departamento de Estado, contratistas y mercenarios) abandonan el país, Irak se hunde en una crisis política exacerbada por motivos étnicos y sectarios. Aun si sobreviviese a esa crisis y continuara siendo un Estado unitario, casi seguramente será empujado cerca de la orbita de Irán, nuestro actual cuco. 

En vista de los terribles costos, tanto humanos como financieros, así como del desastre estratégico y moral que ha precipitado la invasión a Irak, ¿qué tipo de veredicto crees que nuestros líderes –líderes que representan a una administración presidencial ostensiblemente opuesta a la invasión y que promete esperanza y cambio- se molestan en ofrecernos? Mientras disfrutaba de un costoso viaje oficial a Turquía, el Secretario de Defensa Leon Panetta, el 17 de diciembre, dijo a la prensa lo siguiente:

"A pesar de lo dificultosa que fue [la guerra de Irak], pienso que el precio pagado lo ha valido, pues se estableció un gobierno estable en una región muy importante del mundo."

La única reacción a esta afirmación es parpadear con desconcierto y preguntarse: ¿Es Panetta tan estúpido, o piensa que nosotros, los supuestos ciudadanos autogobernados de este país, somos los estúpidos? La conclusión más complaciente a la que podríamos llegar es que esta afirmación es un anzuelo tirado al aire para ofrecer consuelo a las familias de estos muertos, o algún tipo de alivio para los supervivientes que quedaron mutilados. Pero esto es un argumento sinsentido; uno imagina que esta gente y sus familiares se han formado sus propias opiniones sobre lo sucedido y no necesitan una justificación condescendiente. Y, en cualquier caso, si hubiese "valido la pena", ¿por qué no deberíamos seguir haciéndolo, no sólo en Irak sino en todo el mundo? Podríamos llamarlo, la guerra perpetua para un gobierno estable.

Otra explicación que viene a la mente es el aspecto propagandístico de esto: algunos gacetilleros gubernamentales realmente creen que si repiten algo hasta el cansancio, sin importar si falso o trillado, un importante número de personas lo creerán. Los republicanos han usado esta técnica durante años, y los demócratas parecen ir camino a alcanzar su dominio de la técnica. Parece ser al menos una táctica parcialmente exitosa: a pesar de todo el derramamiento de sangre y el despilfarro, el 48% de los americanos aun cree que invadir Irak fue una decisión correcta, de acuerdo con una encuesta de Pew Research.

Pero, como dijo Honest Abe, no puedes engañar a toda la gente todo el tiempo. Esa misma encuesta mostró que el 46%, casi la misma proporción de personas, creían que fue una decisión desacertada. Pero aun así, la afirmación de Panetta y de otras innumerables declaraciones ridículas vertidas por funcionarios gubernamentales, no carecen de utilidad. La mayor parte de nosotros piensa en la propaganda como lavadora de cerebros –ya que convence a la gente de creer algo que de otra manera no creería-. Pero podríamos estar subestimando otra utilidad, más sutil, de la propaganda política.

En uno de sus ensayos, en épocas de guerra, George Orwell observó algunas de las evidentemente ridículas consignas de la propaganda totalitaria. Desde su punto de vista, el problema no era si era creíble o no; de hecho, mientras más ridícula, mejor. El problema era que los funcionarios del gobierno tenían que hacer esas declaraciones sabiendo perfectamente bien que eran absurdas; las agencias de información las imprimían diligentemente como si fueran la realidad; y la esfera pública fue envuelta con la absurda propaganda. Como dijo Orwell sobre la marcha con paso de ganso de los ejércitos totalitarios: sí, se ve ridículo, pero no te atrevas a reírte.

Este es el objetivo subestimado de las falsas afirmaciones del gobierno: si bien no convencen, desmoralizan. La declaración de Panetta recibirá una respetuosa cobertura en los principales medios; sátrapas del establishment como David Gregory o Bob Schieffer no discutirán con él en los programas de debate matutinos de domingo; para todas las intenciones y propósitos conseguirá salirse con la suya. Y ningún ciudadano común estará jamás en una posición adecuada para enfrentarlo cara a cara y decirle que está vendiendo políticas destructivas que nos están llevando a la quiebra.

Porque así es como la democracia y la verdad operan en Estados Unidos actualmente.

Mike Lofgren se jubiló en junio de 2011 después de 28 años en el Congreso de EEUU.

 Traducción para www.sinpermiso.info: Camila Vollenweider

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quarta-feira, 21 de dezembro de 2011

A Monsanto e o negócio com sementes transgênicas

 

Soja, milho, colza, algodão: sementes transgênicas prometem ser mais resistentes a pragas e mais produtivas. Mas ambientalistas discordam e afirmam que há riscos para a saúde. O principal alvo das críticas é a Monsanto.


"Queremos apenas um rótulo", gritam os manifestantes que marcham em direção à Casa Branca. "Oitenta por cento dos alimentos num supermercado são produzidos com ingredientes geneticamente modificados. Mas essa informação não consta [nas embalagens]", reclama Megan Westgate, chefe do projeto NONGMO e uma das organizadoras da manifestação em Washington.

Nos Estados Unidos, alimentos produzidos a partir de "organismos geneticamente modificados" – GMO, na sigla em inglês – não precisam trazer essa informação na embalagem.

A caminhada para a Casa Branca e a subsequente manifestação nos arredores do Parque Lafayette são o ponto alto da marcha Rigth2Know – "direito de saber", em português. Um dos participantes é o alemão Joseph Wilhelm, fundador da rede orgânica Rapunzel. Ele já organizou duas marchas contra os transgênicos na Alemanha. "Fiz todo o caminho de Nova York a Washington a pé", diz, orgulhoso, ao tirar os sapatos.
 
Monsanto como símbolo

Na verdade, Wilhelm gostaria que a marcha tivesse um outro destino: a sede da Monsanto em Saint Louis, no estado do Missouri. Para ele, a empresa é "o símbolo do desenvolvimento de sementes geneticamente manipuladas". Mas uma marcha até St. Louis chamaria pouca atenção para a questão da rotulagem dos alimentos transgênicos.

A centenária Monsanto foi refundada em 1997 como empresa agrícola. A história dela remonta a 1901. Ao seu passado pertence, entre outras coisas, a fabricação do agente laranja, o famigerado herbicida utilizado pelos militares americanos durante a Guerra do Vietnã. O agente laranja é considerado responsável por graves problemas de saúde de soldados americanos e vietnamitas.

Hoje a Monsanto se apresenta como empresa que desenvolve e vende apenas sementes e produtos agrícolas. Entre eles estão sementes de milho e de algodão resistentes a pragas, lançadas no mercado nos anos 1990.

No caso dessas sementes, "a própria planta produz o veneno", diz Wilhelm. Quando a planta é utilizada para alimentar animais, que, por sua vez, são usados como alimentos por seres humanos, "ingere-se o veneno junto", afirma. A carne de animais alimentados com produtos transgênicos não é rotulada na maioria dos países.

Outro tipo de produto são sementes, por exemplo de colza ou de soja, resistentes aos herbicidas da Monsanto, como o amplamente difundido Roundup. Esse herbicida mata todas as plantas do local onde é aplicado, exceto aquelas geneticamente modificadas pela Monsanto para serem resistentes a ele.

A Monsanto afirma que as sementes transgênicas não são prejudiciais à saúde. "Antes de serem colocadas no mercado, plantas biologicamente modificadas precisam ser submetidas a mais testes e exames do que outros produtos agrícolas" nos Estados Unidos, diz o porta-voz da Monsanto Europa, Mark Buckingham.
 
Preocupação com a saúde

Nem todos têm a mesma opinião. "Quando vejo o sistema regulatório para plantas geneticamente modificadas, acredito que seja insuficiente", considera Bill Freese, do Centro para Segurança Alimentar, uma organização sem fins lucrativos dos EUA que defende a agricultura sustentável.

Quando se modifica geneticamente uma planta, cria-se uma mutação, explica Freese. "A partir daí podem surgir defeitos: menor valor nutricional, toxinas em quantidade maior do que as naturalmente presentes, em quantidades pequenas e inofensivas, na planta ou até toxinas completamente novas."

Um grande problema dos transgênicos, na sua opinião, são as alergias. Devido à falta de informação nos rótulos dos alimentos, o consumidor não tem como saber posteriormente o que pode ter causado uma reação alérgica.

O presidente do Instituto Millennium de Washington, Hans Rudolf Herren, também alerta para problemas de saúde provenientes de plantas geneticamente modificadas, especialmente porque, ao contrário das promessas de empresas como a Monsanto, em longo prazo cada vez mais veneno é necessário, afirma.

"Já não basta pulverizar uma vez, pulveriza-se duas vezes e com um verdadeiro coquetel de herbicidas", diz. Segundo ele, isso ocorre porque as ervas daninhas se tornam resistentes ao veneno. Herren as chama de "super ervas daninhas".
 
Arma contra a fome

A favor das sementes geneticamente modificadas usa-se muitas vezes o argumento da luta contra a fome. "Modificações genéticas oferecem a agricultores e consumidores uma ampla gama de possibilidades, impossíveis de serem alcançadas com outros meios", diz Buckingham. Ele cita como exemplo a Índia, afirmando que a colheita de arroz aumentou de 300 quilos por hectare em 2002 para 524 quilos por hectare em 2009.

A ativista indiana Vandana Shiva, vencedora do Prêmio Nobel Alternativo, também participou dos protestos em Washington. Ela luta há anos contra a Monsanto e menciona o relatório O rei dos GMOs está nu, publicado por sua organização Navdanya International em outubro deste ano.

Segundo o documento, a Monsanto prometeria aos agricultores na Índia colheitas muito mais altas do que as citadas por Buckingham e não conseguiria manter essa promessa. Shiva diz que as sementes geneticamente modificadas não aumentaram as colheitas e que a afirmação de que menos químicos são necessários não é verdade.
 
Acusações em massa

As críticas concentram-se sobre a Monsanto, porque, segundo Shiva, "95% das sementes de algodão são controladas pela empresa, que possui contratos de licenciamento com 60 empresas de sementes indianas". A própria Monsanto não divulga dados sobre a sua participação em mercados fora dos EUA.

Nos Estados Unidos, segundo a Monsanto, a empresa fornece cerca de um terço das sementes de milho e nove de cada dez campos de soja são cultivados com a tecnologia Roundup Ready, da Monsanto e suas licenciadas.

Como a semente da Monsanto é patenteada, os agricultores só podem utilizá-la para um plantio. Eles não podem reivindicar o direito de guardar uma parte da colheita como semente para o próximo ano, como se faz na agricultura tradicional. Por terem de comprar sementes caras todos os anos, argumenta Shiva, muito agricultores indianos estão altamente endividados. Ela diz que 250 mil fazendeiros se mataram na Índia por causa de dívidas. "A maioria desses suicídios ocorreu em áreas de cultivo de algodão", diz.
 
A promessa de Obama

Um estudo do Instituto Internacional de Pesquisa em Política Alimentar (IFPRI, na sigla em inglês) não conseguiu, porém, identificar uma relação direta entre o cultivo de algodão geneticamente modificado e os suicídios dos agricultores. De acordo com o estudo, houve de fato um aumento da colheita em várias partes da Índia por causa do algodão transgênico. Perdas na colheita – que também foram registradas – foram causadas por secas ou outras condições desfavoráveis.

"Informaremos às pessoas se seus alimentos são geneticamente modificados, pois os norte-americanos devem saber o que estão comprando", prometera o então candidato à presidência dos EUA Barack Obama em 2007. Entretanto, até agora nada aconteceu nesse sentido.

A responsável pela análise e rotulagem de alimentos nos Estados Unidos é a Food and Drug Administration (FDA), mais especificamente o presidente da área de segurança alimentar. Em 2010, Obama designou um novo nome para o cargo: Michael R. Taylor. Um de seus empregos anteriores foi o de vice-presidente de políticas públicas da Monsanto.

Autora: Christina Bergmann (lpf)
Revisão: Alexandre Schossler

Deustche Welle

DETALHES DA PRIVATARIA TUCANA

Road Town, Capital das Ilhas Virgens Britânicas

Na mesma batida

Por Juremir Machado da Silva, para Correio do Povo

Não faz muito, quando as denúncias de um soldado obscuro levaram à queda o ministro dos Esportes, Orlando Silva, o PC do B e amigos da base aliada do governo federal tentavam desqualificar o denunciante alegando que ele estava sendo processado por isto e aquilo. A oposição rebatia afirmando que é sempre assim que acontece. Bancava a irônica: queriam o quê? Que a denúncia partisse do arcebispo de Brasília? Agora, com a publicação de uma bomba sob a forma de livro, "A Privataria Tucana", do jornalista Amaury Ribeiro Jr., a oposição defende-se alegando que não se pode confiar num sujeito que está sendo processado por isto e aquilo, sendo isto e aquilo tentar montar um dossiê contra José Serra durante a campanha de 2010. A base aliada, obviamente, responde com ironia: queriam o quê? Que o livro fosse escrito pelo arcebispo de Brasília? Política é assim: bateu, levou.

Alto nível. Uma das partes mais instrutivas e hilariantes do livro de Amaury Ribeiro é sobre nomes de empresas de fachada montadas para repatriar dinheiro sujo do exterior, no caso capital levado por doleiros para as Ilhas Virgens Britânicas. Verônica Serra, por exemplo, teria criado a Decidir, sediada em Buenos Aires, para faturar com o fabuloso mundo da Internet, tendo depois sido aberta uma subsidiária em Miami. Gente fina não abre empresa virtual na Marginal Tietê. Em determinado momento, Verônica publicou nota garantindo nada mais ter com a empresa. Amaury Ribeiro prova que a ligação persistiu. Só que a Decidir mudou de endereço. Foi parar nas incontornáveis e providenciais Ilhas Virgens Britânicas com o pomposo nome de Decidir International Limited. Que coisa! Estou louco para conhecer essas Virgens tão bicadas por tucanos. A Decidir International Limited injetou, conforme documento da Junta Comercial de São Paulo localizado por Amaury Ribeiro, R$ 10 milhões na Decidir Brasil em 2006. Por quê? Para trazer dinheiro de volta para casa. Dinheiro não suporta viver longe.

Mesmo assim, estranhamente, a Decidir Brasil das duas Verônica, que passou a se chamar Decidir.com.Brasil S.A, deu prejuízo. Por coincidência, o marido de Verônica Serra também tem uma empresa nas Ilhas Virgens Britânicas, a IConexa Inc, que investe na brasileira IConexa Ltda. Todas essas empresas abrigam-se no mesmo endereço estrangeiro e no mesmo endereço paulistano. As transações da Iconexa Inc e da Iconexa Brasil Ltda. levam a assinatura de um mesmo homem, Alexandre Bourgeois. Como diz Amaury Ribeiro, ele cobra o escanteio, corre e faz o gol de cabeça. Vou parar de contar, o meu leitor que vá ler o livro para entender toda essa paixão pelas Ilhas Virgens Britânicas. Fernando Henrique Cardoso já disse que tudo isso é uma fábrica de calúnias e infâmias. Não é de se duvidar. Chatos são os documentos que parecem confirmar tudo o que é denunciado. Como ensinam alguns historiadores, não se pode confiar cegamente em documentos. É preciso saber interpretá-los. Sem dúvida.

Como sou um inocente, eu me pergunto todos os dias: por que mesmo o livro de Amaury Ribeiro não se tornou capa da revista Veja? Ou foi capa e eu perdi essa edição?

Juremir Machado da Silva | juremir@correiodopovo.com.br

terça-feira, 20 de dezembro de 2011

The Economist analisa as transformações no trabalho doméstico no Brasil


Por Cristina P. Rodrigues para SOMOS ANDANDO

Em uma edição mais rechonchuda e com cara de especial, às vésperas do Natal, a revista britânica The Economist traz uma comparação entre Brasil e Inglaterra. O detalhe que inquieta o leitor é que é o Brasil do começo do século XXI com a Inglaterra de quando o século XX despontava. O tema é o trabalho doméstico e as relações de classe social.

A perspectiva é interessante, na medida em que a matéria sustenta que o Brasil está, de certa forma, libertando suas domésticas (a grande maioria são mulheres) em uma transformação social em que o pobre não mais se submete ao rico em tudo, porque não precisa mais. Segundo a revista, no início do século passado, os ricos começaram a sentir com desconforto as transformações que ocorriam nas bases da ordem social no Reino Unido.

O Brasil, por outro lado, começa a ver uma transformação no trabalho doméstico no início dos anos 2000, quando, de acordo com a The Economist, se assemelhava à Inglaterra dos anos 1880: desigual, sem oferecer educação para as massas e com longa tradição de trabalho doméstico. Os antes imigrantes nordestinos em São Paulo passam a voltar para seus estados, que experimentam um grande crescimento econômico. As empregadas domésticas exigem mais de suas patroas (e ainda impera a perspectiva de que quem cuida das coisas da casa é a mulher) e pedem demissão com muito mais facilidade. Elas têm vida social (não vivem mais apenas para o trabalho e nem moram na casa da patroa) e, nela, frequentemente mentem a respeito de sua atividade, devido ao precoceito que sofrem.

Reino Unido tem tantos empregados domésticos quanto na era vitoriana

Mas se o Reino Unido teve sua grande transformação um século antes do Brasil, ele não continuou evoluindo durante todos os 100 anos que a seguiram e continua um dos países mais desiguais entre os considerados desenvolvidos. Embora muito tenha mudado desde a Inglaterra vitoriana, do fim do século XIX, ainda é um país de classes sociais bastante definidas, com uma elite (aristocracia) dominante, oposta a um grande número de trabalhadores (muitos desempregados) pobres. A diferença entre classes grita quando a revista mostra o exemplo da escola de mordomos, para a qual muitos aristocratas mandam seus funcionários. Em 2011.

A média mais baixa de gasto com trabalho doméstico foi registrado em 1978, mas quadruplicou desde então. De uma forma diferente, mas ainda refletindo a grande desigualdade entre as classes, ainda que muitos tenham alguma qualificação (como para ser babá) e ganhem relativamente mais. Hoje os ricos pagam para que seus cães sejam levados para passear ou para limpar o forno. O resultado é que estimativas do órgão responsável pelos dados estatísticas no país estima que hoje haja o mesmo número de trabalhadores domésticos que na Inglaterra vitoriana.

No Reino Unido não existe a menor possibilidade de um trabalhador chegar ao poder. Ele nem sequer teria a chance de concorrer, porque só participar de um partido político já é uma atividade extremamente elitizada, o que traz como consequência um Parlamento majoritariamente composto por membros da classe A (não que o brasileiro não o seja, mas na terra da rainha a coisa é ainda pior).

Isso um século depois de as bases da ordem social inglesa terem sido alteradas, como diz a revista. Meu primeiro pensamento foi de que isso poderia ser um sinal de que temos que ter cuidado com o que está sendo feito no Brasil, um medo do que pode acontecer, não daqui a 100 anos, mas talvez nas próximas décadas, já que as transformações tendem a ter consequências cada vez mais imediatas.

Mas aí parei um pouco para pensar e comecei a questionar a publicação. Muito da análise tem sentido. De fato, o Brasil está sentindo uma mudança gigante em sua estrutura social, milhões de pessoas estão subindo de classe e passando a consumir, as perspectivas de trabalho estão também se transformando e, com isso, as relações sociais. Mas o contexto é diferente, e a forma como a mudança está sendo possibilitada, também.

Enquanto no Reino Unido, 100 anos depois de as mudanças no trabalho doméstico começarem a ser sentidas, ainda é impossível um trabalhador chegar a ser primeiro-ministro, no Brasil, elas aconteceram justamente porque já tivemos um trabalhador como presidente.

Na Inglaterra do início do século XX, a razão principal da mudança era muito mais a emancipação da mulher, que via abrirem-se as portas para um novo mercado de trabalho, do que por uma ascensão social, como é o caso do Brasil de 2011 (embora a situação prove que ainda existe um grande preconceito de gênero nas relações de trabalho no Brasil em prejuízo das mulheres).

O que deve mudar daqui para a frente

O futuro do Brasil, de acordo com a The Economist, são mudanças nos hábitos do dia-a-dia. Mais comidas congeladas nas mesas das famílias (uma boa cozinheira pode custar 4 mil reais por mês), escolas particulares quase todas de turno integral, roupas que não precisam ser passadas começam a ser mais procuradas, baby-sitters para uma ou outra noite mais especial ocupam o lugar de babás permanentes, homens vão assumir mais tarefas domésticas. Muitas mansões paulistas não têm certas comodidades domésticas, como máquina de lavar louça ou água quente na cozinha, porque têm empregados de tempo integral, o que deve mudar.

O que a revista não diz é que mudanças todos vão sentir, mas de formas diferentes. Em vez de começar a cozinhar e passar roupa, a madame compra a comida pronta e a roupa que não amassa, porque ela não se submete ao trabalho doméstico, que ainda é considerado inferior e continua gerando preconceito contra quem o faz. A classe média alta vai comer mais comida pronta e gastar o dinheiro jantando fora de vez em quando, com seus filhos estudando em escolas particulares que oferecem todo o amparo que precisam. Mas a classe média baixa continua dependendo da escola pública e contando as moedas. O cenário é bem diferente de quando essa mesma pessoa não tinha sequer moedas para contar e seus filhos trabalhavam em vez de estudar, mas o Brasil só vai ser igual de verdade quando todos puderem jantar em bons restaurantes e a educação for pública e de qualidade para os filhos de todas as famílias.

segunda-feira, 19 de dezembro de 2011

“Los bancos se pusieron contra la democracia”

A los 94 años, después de pelear en la Resistencia, sobrevivir a los campos nazis y escribir la Declaración Universal de los Derechos Humanos, publicó un librito de 32 páginas que tuvo un eco global. Su visión de la democracia y el efecto de Argentina en su pensamiento.

Por Eduardo Febbro para Página/12
Desde París


La revuelta no tiene edad ni condición. A sus afables, lúcidos y combativos 94 años Stéphane Hessel encarna un momento único de la historia política humana: haber logrado desencadenar un movimiento mundial de contestación democrática y ciudadana con un libro de escasas 32 páginas, Indígnense. El libro apareció en Francia en octubre de 2010 y en marzo de 2011 se convirtió en el zócalo del movimiento español de los indignados. El casi siglo de vida de Stéphane Hessel se conectó primero con la juventud española que ocupó la Puerta del Sol y luego con los demás protagonistas de la indignación que se volvió planetaria: París, Londres, Roma, México, Bruselas, Nueva York, Washington, Tel Aviv, Nueva Delhi, San Pablo. En cada rincón del mundo y bajo diferentes denominaciones, el mensaje de Hessel encontró un eco inimaginable.

Su libro, sin embargo, no contiene ningún alegato ideológico, menos aún algún llamado a la excitación revolucionaria. Indígnense es al mismo tiempo una invitación a tomar conciencia sobre la forma calamitosa en la que estamos gobernados, una restauración noble y humanista de los valores fundamentales de la democracia, un balde de agua fría sobre la adormecida conciencia de los europeos convertidos en consumidores obedientes y una dura defensa del papel del Estado como regulador. No debe existir en la historia editorial un libro tan corto con un alcance tan extenso.

Quien vea la movilización mundial de los indignados puede pensar que Hessel escribió una suerte de panfleto revolucionario, pero nada es más ajeno a esa idea. Indígnense y los indignados se inscriben en una corriente totalmente contraria a la que se desató en las revueltas de Mayo del ’68. Aquella generación estaba contra el Estado. Al revés, el libro de Hessel y sus adeptos reclaman el retorno del Estado, de su capacidad de regular. Nada refleja mejor ese objetivo que uno de los slogans más famosos que surgieron en la Puerta del Sol: “Nosotros no somos antisistema, el sistema es antinosotros”.

En su casa de París, Hessel habla con una convicción en la que la juventud y la energía explotan en cada frase. Hessel tiene una historia personal digna de una novela y es un hombre de dos siglos. Diplomático humanista, miembro de la Resistencia contra la ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial, sobreviviente de varios campos de concentración, activo protagonista de la redacción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, descendiente de la lucha contra esas dos grandes calamidades del siglo XX que fueron el fascismo y el comunismo soviético. El naciente siglo XXI hizo de él un influyente ensayista.

Cuando su libro salió en Francia, las lenguas afiladas del sistema liberal le cayeron con un aluvión de burlas: “el abuelito Hessel”, el “Papá Noel de las buenas conciencias”, decían en radio y televisión las marionetas para descalificarlo. Muchos intelectuales franceses dijeron que esa obra era un catálogo de banalidades, criticaron su aparente simplismo, su chatura filosófica, lo acusaron de idiota y de antisemita. Hasta el primer ministro francés, François Fillon, descalificó la obra diciendo que “la indignación en sí no es un modo de pensamiento”. Pero el libro siguió otro camino. Más de dos millones de ejemplares vendidos en Francia, medio millón en España, traducciones en decenas de países y difusión masiva en Internet.

El ultraliberalismo predador, la corrupción, la impunidad, la servidumbre de la clase política al sistema financiero, la anexión de la política por la tecnocracia financiera, las industrias que destruyen el planeta, la ocupación israelí de Palestina, en suma, los grandes devastadores del planeta y de las sociedades humanas encontraron en las palabras de Hessel un enemigo inesperado, un argumentario de enunciados básicos, profundamente humanista y de una eficacia inmediata. Sin otra armadura que un pasado político de socialdemócrata reformista y un libro de 32 páginas, Hessel les opuso al pensamiento liberal consumista y al consenso uno de los antídotos que más teme, es decir, la acción.

No se trata de una obra de reflexión política o filosófica sino de una radiografía de la desarticulación de los Estados, de un llamado a la acción para que el Estado y la democracia vuelvan a ser lo que fueron. El libro de Hessel se articula en torno de la acción, que es precisamente a lo que conduce la indignación: respuesta y acción contra una situación, contra el otro. Lo que Hessel califica como mon petit livre es una obra curiosa: no hay nada novedoso en ella, pero todo lo que dice es una suerte de síntesis de lo que la mayor parte del planeta piensa y siente cada mañana cuando se levanta: exasperación e indignación.

–Usted ha sido de alguna manera el hombre del año. Su libro tuvo un éxito mundial y terminó convirtiéndose en el foco del movimiento planetario de los indignados. Hubo, de hecho, dos revoluciones casi simultáneas en el mundo, una en los países árabes y la que usted desencadenó a escala planetaria.
–Nunca preví que el libro tuviera un éxito semejante. Al escribirlo, había pensado en mis compatriotas para decirles que la manera en la que están gobernados plantea interrogantes y que era preciso indignarse ante los problemas mal solucionados. Pero no esperaba que el libro se viera propulsado en más de cuarenta países en los cuatro puntos cardinales. Pero yo no me atribuyo ninguna responsabilidad en el movimiento mundial de los indignados. Fue una coincidencia que mi libro haya aparecido en el mismo momento en que la indignación se expandía por el mundo. Yo sólo llamé a la gente a reflexionar sobre lo que les parece inaceptable. Creo que la circulación tan amplia del libro se debe al hecho de que vivimos un momento muy particular de la historia de nuestras sociedades y, en particular, de esta sociedad global en la que estamos inmersos desde hace diez años. Hoy vivimos en sociedades interdependientes, interconectadas. Esto cambia la perspectiva. Los problemas a los que estamos confrontados son mundiales.

–Las reacciones que desencadenó su libro prueban que existe siempre una pureza moral intacta en la humanidad.
–Lo que permanece intacto son los valores de la democracia. Después de la Segunda Guerra Mundial resolvimos problemas fundamentales de los valores humanos. Ya sabemos cuáles son esos valores fundamentales que debemos tratar de preservar. Pero cuando esto deja de tener vigencia, cuando hay rupturas en la forma de resolver los problemas, como ocurrió luego de los atentados del 11 de septiembre, de la guerra en Afganistán y en Irak, y la crisis económica y financiera de los últimos cuatro años, tomamos conciencia de que las cosas no pueden continuar así. Debemos indignarnos y comprometernos para que la sociedad mundial adopte un nuevo curso.

–¿Quién es responsable de todo este desastre? ¿El liberalismo ultrajante, la tecnocracia, la ceguera de las elites?
–Los gobiernos, en particular los gobiernos democráticos, sufren una presión por parte de las fuerzas del mercado a la cual no supieron resistir. Esas fuerzas económicas y financieras son muy egoístas, sólo buscan el beneficio en todas las formas posibles sin tener en cuenta el impacto que esa búsqueda desenfrenada del provecho tiene en las sociedades. No les importa ni la deuda de los gobiernos, ni las ganancias escuetas de la gente. Yo le atribuyo la responsabilidad de todo esto a las fuerzas financieras. Su egoísmo y su especulación exacerbada son también responsables del deterioro de nuestro planeta. Las fuerzas que están detrás del petróleo, las fuerzas de las energías no renovables nos conducen hacia una dirección muy peligrosa. El socialismo democrático tuvo su momento de gloria después de la Segunda Guerra Mundial. Durante muchos años tuvimos lo que se llama Estados de providencia. Esto derivó en una buena fórmula para regular las relaciones entre los ciudadanos y el Estado. Pero luego nos apartamos de ese camino bajo la influencia de la ideología neoliberal. Milton Friedman y la Escuela de Chicago dijeron: “déjenle las manos libres a la economía, no dejen que el Estado intervenga”. Fue un camino equivocado y hoy nos damos cuenta de que nos encerramos en un camino sin salida. Lo que ocurrió en Grecia, Italia, Portugal y España nos prueba que no es dándole cada vez más fuerza al mercado que se llega a una solución. No. Esa tarea les corresponde a los gobiernos, son ellos quienes deben imponerles reglas a los bancos y a las fuerzas financieras para limitar la sobreexplotación de las riquezas que detentan y la acumulación de beneficios inmensos mientras los Estados se endeudan. Debemos reconocer que los bancos se pusieron en contra de la democracia. Eso no es aceptable.

–Resulta chocante comprobar la indiferencia de la clase política ante la revuelta de los indignados. Los dirigentes de París, Londres, Estados Unidos, en suma, allí donde estalló este movimiento, hicieron caso omiso ante los reclamos de los indignados.
–Sí, es cierto. Por ahora se subestimó la fuerza de esta revuelta y de esta indignación. Los dirigentes se habrán dicho: esto ya lo vimos otras veces, en Mayo del ‘68, etc., etc. Creo que los gobiernos se equivocan. Pero el hecho de que los ciudadanos protesten por la forma en que están gobernados es algo muy nuevo y esa novedad no se detendrá. Predigo que los gobiernos se verán cada vez más presionados por las protestas contra la manera en que los Estados son gobernados. Los gobiernos se empeñan en mantener intacto el sistema. Sin embargo, el cuestionamiento colectivo del funcionamiento del sistema nunca fue tan fuerte como ahora. En Europa atravesamos por un momento muy denso de cuestionamiento, tal como ocurrió antes en América latina. Yo estoy muy orgulloso por la forma en que la Argentina supo superar la gravedad de la crisis. Ello prueba que es posible actuar y que los ciudadanos son capaces de cambiar el curso de las cosas.

–De alguna manera, usted encendió la llama de una suerte de revolución democrática. Sin embargo, no llama a una revolución. ¿Cuál es entonces el camino para romper el cerco en el que vivimos? ¿Cuál es la base del renacimiento de un mundo más justo?
–Debemos transmitirles dos cosas a las nuevas generaciones: la confianza en la posibilidad de mejorar las cosas. Las nuevas generaciones no deben desalentarse. En segundo lugar, debemos hacerles tomar conciencia de todo lo que se está haciendo actualmente y que va en el buen sentido. Pienso en Brasil, por ejemplo, donde hubo muchos progresos, pienso en la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, que también hizo que las cosas progresaran mucho, pienso también en todo lo que se realiza en el campo de la economía social y solidaria en tantos y tantos países. En todo esto hay nuevas perspectivas para encarar la educación, los problemas de la desigualdad, los problemas ligados al agua. Hay gente que trabaja mucho y no debemos subestimar sus esfuerzos, incluso si lo que se consigue es poco a causa de la presión del mundo financiero. Son etapas necesarias. Creo que, cada vez más, los ciudadanos y las ciudadanas del mundo están entendiendo que su papel puede ser más decisivo a la hora de hacerles entender a los gobiernos que son responsables de la vigencia de los grandes valores que esos mismos gobiernos están dejando de lado. Hay un riesgo implícito: que los gobiernos autoritarios traten de emplear la violencia para acallar las revueltas. Pero creo que eso ya no es más posible. La forma en que los tunecinos y los egipcios se sacaron de encima a sus gobiernos autoritarios muestra dos cosas: una, que es posible; dos, que con esos gobiernos no se progresa. El progreso sólo es posible si se profundiza la democracia. En los últimos veinte años América latina progresó muchísimo gracias a la profundización de la democracia. A escala mundial, pese a las cosas que se lograron, pese a los avances que se obtuvieron con la economía social y solidaria, todo esto es demasiado lento. La indignación se justifica en eso: los esfuerzos realizados son insuficientes, los gobiernos fueron débiles y hasta los partidos políticos de la izquierda sucumbieron ante la ideología neoliberal. Por eso debemos indignarnos. Si los medios de comunicación, si los ciudadanos y las organizaciones de defensa de los derechos humanos son lo suficientemente potentes como para ejercer una presión sobre los gobiernos las cosas pueden empezar a cambiar mañana.

–¿Se puede acaso cambiar el mundo sin revoluciones violentas?
–Si miramos hacia el pasado vemos que los caminos no violentos fueron más eficaces que los violentos. El espíritu revolucionario que animó el comienzo del siglo XX, la revolución soviética, por ejemplo, condujeron al fracaso. Hombres como el checo Vaclav Havel, Nelson Mandela o Mijail Gorbachov demostraron que, sin violencia, se pueden obtener modificaciones profundas. La revolución ciudadana a la que asistimos hoy puede servir a esa causa. Reconozco que el poder mata, pero ese mismo poder se va cuando la fuerza no violenta gana. Las revoluciones árabes nos demostraron la validez de esto: no fue la violencia la que hizo caer a los regímenes de Túnez y Egipto, no, para nada. Fue la determinación no violenta de la gente.

–¿En qué momento cree usted que el mundo se desvió de su ruta y perdió su base democrática?
–El momento más grave se sitúa en los atentados del 11 de septiembre de 2001. La caída de las torres de Manhattan desencadenó una reacción del presidente norteamericano Georges W. Bush extremadamente perjudicial: la guerra en Afganistán, por ejemplo, fue un episodio en el que se cometieron horrores espantosos. Las consecuencias para la economía mundial fueron igualmente muy duras. Se gastaron sumas considerables en armas y en la guerra en vez de ponerlas a la disposición del progreso económico y social.

–Usted señala con mucha profundidad uno de los problemas que permanecen abiertos como una herida en la conciencia del mundo: el conflicto israelí-palestino.
–Este conflicto dura desde hace sesenta años y todavía no se encontró la manera de reconciliar a estos dos pueblos. Cuando se va a Palestina uno sale traumatizado por la forma en que los israelíes maltratan a sus vecinos palestinos. Palestina tiene derecho a un Estado. Pero también hay que reconocer que, año tras año, vemos cómo aumenta el grupo de países que están en contra del gobierno israelí por su incapacidad de encontrar una solución. Eso lo pudimos constatar con la cantidad de países que apoyaron al presidente palestino Mahmud Abbas, cuando pidió ante las Naciones Unidas que Palestina sea reconocido como un Estado de pleno derecho en el seno de la ONU.

–Su libro, sus entrevistas, este mismo diálogo demuestran que, pese al desastre, usted no perdió la esperanza en la aventura humana.
–No, al contrario. Creo que ante las crisis gravísimas por la que se atraviesa, de pronto el ser humano se despierta. Eso ocurrió muchas veces a lo largo de los siglos y deseo que vuelva a ocurrir ahora.

–“Indignación” es hoy una palabra clave. Cuando usted escribió el libro, fue esa palabra la que lo guió.
–La palabra indignación surgió como una definición de lo que se puede esperar de la gente cuando abre los ojos y ve lo inaceptable. Se puede adormecer a un ser humano, pero no matarlo. En nosotros hay una capacidad de generosidad, de acción positiva y constructiva que puede despertarse cuando asistimos a la violación de los valores. La palabra “dignidad” figura dentro de la palabra “indignidad”. La dignidad humana se despierta cuando se la acorrala. El liberalismo trató de anestesiar esas dos capacidades humanas, la dignidad y la indignación, pero no lo consiguió.

efebbro@pagina12.com.ar

Cesária Évora - Sodade

terça-feira, 13 de dezembro de 2011

Obama amenaza a China


Jugando con fuego.   

Michael T. Klare · · · · · 

En lo que respecta a su política para con China, ¿no está la administración Obama saltando de una sartén caliente directamente al fuego? En un intento de darle vuelta a la página después de dos guerras desastrosas en el Gran Oriente Medio, lo que acaba de hacer Obama se aproxima a haber iniciado una nueva guerra fría en Asia, una vez más con el petróleo como clave para la supremacía global.
La nueva política señalada por el propio Presidente Obama el 17 de noviembre en un discurso ante el Parlamento australiano apunta a una visión geopolítica ambiciosa -y extremadamente peligrosa-. En lugar de centrarse en el Gran Oriente Medio, como ha sido el caso en la última década, los Estados Unidos ahora concentrarán sus poderes en Asia y el Pacífico. "Mi orientación es clara", declaró en Canberra. “En nuestros planes y presupuestos para el futuro, vamos a asignar los recursos necesarios para mantener nuestra fuerte presencia militar en esta región" Si bien los funcionarios de la administración se esforzaron en señalar que la nueva política no está dirigida específicamente a China, la implicación es clara: a partir de ahora , el foco principal de la estrategia militar estadounidense no será la lucha contra el terrorismo, sino la contención del territorio asiático, en pleno auge económico, a cualquier riesgo o costo.

Nuevo centro de gravedad del planeta

El nuevo énfasis en Asia y la contención de China son necesarios, insisten los altos funcionarios del gobierno, porque la región de Asia-Pacífico constituye, hoy por hoy, el "centro de gravedad" de la actividad económica mundial. Mientras los Estados Unidos se empantanaron en Irak y Afganistán, señala el argumento, China tuvo el margen de maniobra para extender su influencia en la región. Por primera vez desde el final de la Segunda Guerra Mundial, Washington no es el actor económico dominante allí. Si los Estados Unidos han de mantener su título de potencia mundial dominante, es necesario, según este pensamiento, restablecer su primacía en la región y hacer retroceder la influencia china. En las próximas décadas, no habrá tarea de política exterior, según dicen, más importante que esta.
En línea con su nueva estrategia, la administración ha implementado una serie de acciones para fortalecer el poderío norteamericano en Asia, y así poner a China a la defensiva. Estas acciones incluyen la decisión de movilizar una fuerza de 250 infantes de marina estadounidenses –a incrementarse a 2.500 en el futuro– a una base aérea australiana en Darwin, en la costa norte de ese país; y  la adopción, el 18 de noviembre, de la "Declaración de Manila", que no es más que un compromiso de estrechar los lazos militares entre los EE.UU. y las Filipinas.
Al mismo tiempo, la Casa Blanca anunció la venta de 24 aviones de combate F-16 a Indonesia y una visita de Hillary Clinton a la aislada Birmania, un viejo aliado de China, la primera visita de un secretario de Estado estadounidense en 56 años. Clinton también habló de un mayor acercamiento diplomático y militar con Singapur, Tailandia y Vietnam, todos ellos países vecinos de China o en rutas de comercio clave para la importación de materias primas y la exportación de productos manufacturados.
Tal como lo representan los funcionarios del poder ejecutivo estadounidense, estas acciones están destinadas a maximizar las ventajas de los Estados Unidos en los ámbitos diplomático y militar en un momento en que China domina el ámbito económico regional. En un reciente artículo en la revista Foreign Policy, Clinton sugirió que tras años de debilitamiento económico, los Estados Unidos ya no pueden esperar prevalecer en múltiples regiones de forma simultánea sino que deben elegir cuidadosamente sus campos de batalla y desplegar con cautela sus limitados recursos –la mayoría de ellos de carácter militar– para obtener el máximo provecho. Dada la centralidad estratégica de Asia para el poderío global, esto significa concentrar allí los recursos.
"Durante los últimos 10 años", escribió Clinton, "hemos dado ingentes cantidades de recursos a [Irak y Afganistán]. En los próximos 10 años, debemos ser inteligentes acerca de dónde invertimos nuestro tiempo y energía, de forma que logremos la mejor posición posible para mantener nuestro liderazgo [y] proteger nuestros intereses... Una de las tareas más importantes de la política extranjera de los Estados Unidos en los próximos diez años será el asegurar una mayor inversión –diplomática, económica, estratégica y demás– en la región Asia-Pacífico".
Esa forma de pensar, con un enfoque claramente militar, parece peligrosamente provocativa. Los pasos anunciados implican una creciente presencia militar en las aguas fronterizas con China y un importante acercamiento en las relaciones militares con los vecinos de ese país, movimientos que ciertamente elevarán los niveles de alerta de Beijing y endurecerán el puño del círculo de gobierno (sobre todo en la cúpula militar china), que favorecen una respuesta más activa, militarmente hablando, a las incursiones estadounidenses. Cualquier forma que esto tome, una cosa es cierta: los directivos del número dos del mundo en poder económico no permitirán que se les vea débil e indecisos ante una concentración de fuerza militar estadounidense en su periferia. Esto, a su vez, significa que podríamos estar sembrando las semillas de una nueva guerra fría en Asia en 2011.
El incremento de la presencia militar de estadounidense y la posible respuesta china ya han sido objeto de debate en la prensa americana y asiática. Pero existe una dimensión crucial de esta incipiente lucha que no ha recibido ninguna atención: la medida en la cual las recientes acciones en Washington son el resultado de un nuevo análisis de la ecuación energética global, que revela (según lo entiende la administración Obama) una mayor vulnerabilidad de la parte china y nuevas ventajas para Washington.

La nueva ecuación de la energía

Durante décadas, los Estados Unidos han sido muy dependientes de las importaciones de petróleo, en gran medida desde Oriente Medio y África, mientras que China era en gran parte autosuficiente. En 2001, Estados Unidos consumió 19,6 millones de barriles de petróleo por día, mientras que sólo produjo 9 millones de barriles por día. La dependencia de proveedores extranjeros para el déficit de esos 10,6 millones de barriles por día es una fuente de constante preocupación para los políticos de Washington. Y la respuesta tradicional ha sido crear los lazos militares más fuertes con los productores de petróleo del Medio Oriente y recurrir a la guerra de vez en cuando para garantizar el suministro.
Por otro lado, en 2001, China consumió solamente cinco millones de barriles por día y con una producción nacional de 3,3 millones de barriles, sólo tuvo que importar 1,7 millones de barriles. Esas cifras frías y duras hacían que su liderazgo se preocupara menos por la fiabilidad de sus principales proveedores extranjeros y, por lo tanto, no tenía necesidad de imitar los tejes y manejes en política exterior en los que Washington siempre está involucrado.
Ahora, el gobierno de Obama ha concluido que la situación está empezando a voltearse. Como resultado de la pujante economía de la China y el surgimiento de una importante y creciente clase media (que ya ha empezado a comprar sus primeros coches), el consumo de petróleo del país se está disparando: según las últimas proyecciones del Departamento de Energía de los Estados Unidos, pasará de 7,8 millones de barriles por día en 2008, a 13,6 millones de barriles en 2020, y a 16,9 millones en el 2035. Por otro lado, se espera que la producción nacional de petróleo crezca de 4,0 millones de barriles diarios en 2008 a 5,3 millones en 2035. No es de extrañar, entonces, que las importaciones chinas tengan que crecer de 3,8 millones de barriles por día en 2008 a un proyectado 11,6 millones en 2035, momento en que superará a las de los Estados Unidos.
Entretanto, los Estados Unidos podrían mejorar su situación energética. Gracias al aumento de la producción en “áreas de difícil extracción” (o tough-oil areas en inglés) en los Estados Unidos, incluyendo los mares del Ártico en Alaska, las aguas profundas del Golfo de México, y formaciones de esquisto, en Montana, Dakota del Norte y Texas, se espera que disminuyan las importaciones futuras, a pesar del aumento en el consumo de energía. Además, es probable que la producción en el hemisferio occidental aumente para reemplazar a las fuentes de Oriente Medio o África. Una vez más, esto será posible gracias a la explotación de áreas de petróleo de difícil extracción, incluyendo las arenas de alquitrán de Athabasca en Canadá, los campos de petróleo en las profundidades del Atlántico brasileño, y regiones ricas en petróleo de una Colombia pacificada. De acuerdo con el Departamento de Energía, la producción combinada de los Estados Unidos, Canadá y Brasil aumentaría en 10,6 millones de barriles por día entre 2009 y 2035, un salto enorme, considerando que la mayoría del mundo espera presenciar un descenso de la producción.

¿A quien pertenecen estas rutas marítimas?

Desde una perspectiva geopolítica, todo esto parece conferir una ventaja real sobre los Estados Unidos, aún cuando China se convierte cada vez más vulnerable a los caprichos de los acontecimientos en, o a lo largo de, las rutas marítimas a tierras lejanas. Significa que Washington será capaz de contemplar una relajación gradual de sus lazos militares y políticos con los estados petroleros de Oriente Medio que han dominado la política exterior durante tanto tiempo y ha conducido a esas guerras tan devastadoras y costosas.
De hecho, tal como dijo en Canberra el presidente Obama, los EE.UU. están ahora en condiciones de comenzar a reorientar sus capacidades militares. "Después de una década en la que luchamos dos guerras que nos costaron muy caro", declaró, "los Estados Unidos estamos ahora mirando al vasto potencial de la región Asia-Pacífico".
Para China, todo esto significa un posible deterioro de su posición estratégica. Si bien en el futuro una parte importante del petróleo importado por China viajará por tierra a través de oleoductos desde Kazajstán y Rusia, la mayor parte seguirá llegando en buques tanque desde el Oriente Medio, África y América Latina, por rutas marítimas vigiladas por la Marina de los Estados Unidos. De hecho, casi todos los buques petroleros que van a China viajan a través del Mar del Sur de China, un cuerpo de agua que la Administración Obama ahora busca poner bajo control naval efectivo.
Al asegurar el dominio naval del Mar del Sur de China y aguas adyacentes, el gobierno de Obama pretende adquirir el equivalente del siglo XXI al chantaje nuclear del siglo XX. Si nos empujan demasiado, por implicaciones de la política, nos veremos obligados a poner de rodillas a su economía, mediante el bloqueo de sus vías de suministro de energía. Por supuesto, nunca dirán nada de esto en público, pero es inconcebible que los funcionarios de la administración no estén pensando en estos términos, y hay evidencia de que los chinos están seriamente preocupados por este riesgo como lo indica, por ejemplo, sus frenéticos esfuerzos para construir gasoductos tremendamente caros a través de toda Asia hasta la cuenca del Mar Caspio.
A medida que se aclaran los nuevos planes estratégicos de Obama, no puede haber ninguna duda de que el liderazgo chino tomará medidas para garantizar la seguridad de las líneas de suministro de energía. Algunas de estas acciones, sin duda, serán económicas y diplomáticas, incluyendo, por ejemplo, esfuerzos para cortejar a actores regionales, como Vietnam e Indonesia, así como a los principales proveedores de petróleo como Angola, Nigeria y Arabia Saudita. Pero no nos equivoquemos: otras serán de carácter militar y es inevitable una acumulación significativa de fuerzas de la marina de guerra china –aunque todavía pequeña y atrasada en comparación con la flota de los Estados Unidos y sus principales aliados–. Del mismo modo, podemos estar seguros de que China estrechará sus lazos militares con Rusia y con los estados miembros de la Organización de Cooperación de Asia Central de Shangai (Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán).
Además, Washington podría estar ahora provocando el comienzo de una verdadera carrera armamentista en Asia, al estilo de la de la guerra fría, que ninguno de los dos países puede costear en el largo plazo. Todo esto es probable que conduzca a una mayor tensión y riesgo de una escalada involuntaria que derive en incidentes futuros y que involucre buques de los Estados Unidos, de China y aliados -como el que ocurrió en marzo de 2009 cuando una flotilla de buques de guerra chinos rodearon a un barco de vigilancia anti-submarinos estadounidense, el Impeccable, y que casi ocasiona un intercambio de fuego. A medida que más buques de guerra circulan de forma cada vez más provocadora a través de estas aguas, crece el riesgo de que se produzca este tipo de incidentes.
Pero los riesgos potenciales y los costos de esta política primordialmente militar hacia la China no se restringen a Asia. En su intento de promover una mayor autosuficiencia estadounidense en la producción de energía, la administración Obama puso su sello de aprobación a varias técnicas de producción –perforación en el Ártico, perforación profunda en alta mar, la fractura hidráulica- que está garantizado que causarán más catástrofes ambientales al estilo del Deepwater Horizon. Una mayor dependencia de las arenas alquitranadas canadienses, la fuente de energía más "sucia", se traducirá en mayores emisiones de gases de efecto invernadero y una multitud de otros peligros ambientales, mientras que la producción de petróleo profundo del Atlántico frente a las costas de Brasil y otras partes, tiene su propio conjunto sombrío de peligros.
Todo esto asegura que, ambiental, militar y económicamente, nos encontraremos en un mundo más, y no menos, peligroso. Es entendible el deseo del gobierno estadounidense de alejarse de las desastrosas guerras terrestres en el Gran Medio Oriente para tratar cuestiones clave en Asia, pero elegir una estrategia que pone tan fuerte énfasis en el dominio y la provocación militar solo puede provocar una respuesta del mismo tipo. Difícilmente se puede considerar un camino prudente, y mucho menos que promueva los intereses de los Estados Unidos en el largo plazo, en un momento en que la cooperación económica mundial es crucial. Y sacrificar el medio ambiente para lograr una mayor independencia energética no tiene ningún sentido.
Una nueva guerra fría en Asia y una política energética hemisférica que podría poner en peligro el planeta: es esta una mezcla fatal que se debe reconsiderar antes de que ocurra la confrontación y nos deslicemos hacia un desastre ambiental irreversible. No hay que ser adivino para saber que esta no es la definición de lo que significa ser un buen estadista sino la de una “marcha hacia la locura”.

Michael T. Klare es profesor de estudios sobre paz y seguridad mundial en Hampshire College, un colaborador regular de TomDispatch, y el autor, más recientemente, de Rising Powers, Shrinking Planet. Una versión de la película documental del libro Blood and Oil, está disponible en la Media Education Foundation.

Traducción para www.sinpermiso.info: Antonio Zighelboim

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Avenida da Legalidade

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Juremir Machado da Silva, para CP.

Porto Alegre não merece ter uma avenida chamada Castelo Branco. Menos ainda na sua entrada. Castelo Branco foi apenas um ditador. Comandou um golpe militar que derrubou um presidente legítimo, o gaúcho João Goulart. Beira ao escárnio que a capital do Rio Grande do Sul homenageie o algoz de um dos filhos mais ilustres deste Estado. No período de Castelo foram decretados os atos institucionais 1 e 2. Pelo AI-1 Castelo deu-se o poder de "suspender por dez anos os direitos políticos de qualquer cidadão e cancelar mandatos de legisladores federais, estaduais e municipais". O AI-2 cancelou as eleições para presidente, vice-presidente e governadores, autorizou novas cassações de mandatos, interveio no Supremo Tribunal Federal e aboliu os partidos políticos, criando um bipartidarismo artificial e sob controle.

Já é tempo de Porto Alegre livrar-se de uma homenagem embaraçosa aprovada no auge do regime militar. O projeto apresentado pelos vereadores Pedro Ruas e Fernanda Melchionna propõe a troca do nome da avenida Castelo Branco para Avenida da Legalidade. Belíssima ideia. Ao contrário do que se costuma dizer, por ignorância, inocência, estratégia, ideologia ou má-fé, houve tortura, prisões e todo tipo de perseguição sob a égide de Castelo Branco. Quem tiver dúvidas, leia os livros de Edmar Morel, Maria Helena Moreira Alves, Daniel Aarão Reis Filho ou, se não der, que seja a síntese de Thomas Skidmore, "Brasil: de Castelo a Tancredo". O pau comeu no Nordeste. A Operação Limpeza prendeu milhares de pessoas. Os jornais Correio da Manhã e Última Hora tiveram tempo, antes da implantação da censura, de publicar reportagens ricas em detalhes sobre a tortura.

Castelo não deu bola. O seu auxiliar, o futuro ditador Ernesto Geisel, fez uma rápida investigação e assegurou que nada existia. Skidmore resume: "Quais foram as dimensões globais da repressão? Talvez em sua maior parte tenha ocorrido nos dez dias entre a deposição de Goulart e a eleição de Castelo Branco, embora no Nordeste tenha continuado até junho". Entre 10 mil e 50 mil presos, mortes, expurgos. Na primeira leva de cassados, 441: três ex-presidentes da República, seis governadores, 55 deputados federais e mais uma amostragem de intelectuais, líderes sindicais e outros suspeitos de "subversão". Mais dados citados por Skidmore extraídos de várias obras, inclusive de americanos como o famoso John Fuster Dulles: até 9 de outubro de 1964, fase ainda de implantação de Castelo, 4.454 aposentadorias forçadas, 1.408 demissões do serviço público, 2.985 punidos, etc.

Tudo porque Jango resolvera apostar nas reformas que o país mais precisava, entre as quais a agrária. O Brasil, antes de 1964, não tinha guerrilhas. A tese do contragolpe é uma miragem alimentada como autolegitimação. Porto Alegre precisa ter a coragem de livrar-se de Castelo Branco, salvo se o nome estiver lá para ser pisoteado. Avenida da Legalidade é duplamente adequado: homenageia o movimento comandado por gaúchos para impedir o golpe contra Jango em 1961 e louva a legalidade que Castelo Branco conspurcou em 1964. Queremos entrar e sair pela Avenida da Legalidade.

Juremir Machado da Silva | juremir@correiodopovo.com.br

domingo, 11 de dezembro de 2011

A PRIVATARIA TUCANA

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Tucanos se complicam após lançamento de livro sobre esquema de corrupção no governo FHC


A situação nacional do maior partido da direita brasileira, o PSDB, fica ainda mais complicada diante do lançamento de A Privataria Tucana, livro do jornalista Amaury Ribeiro Junior. Disponível nas livrarias desde a noite passada, a obra reúne, em 343 páginas, todo o processo de privatização realizado ao longo do governo de Fernando Henrique Cardoso, nos anos 90, que dilapidou patrimônios públicos como a Vale do Rio Doce e a Companhia Siderúrgica Nacional. O livro revela, ainda, documentos inéditos sobre a transferência de bilhões de reais para esquemas de lavagem de dinheiro e pagamentos de propina aos altos escalões da República. O ex-governador de São Paulo, José Serra, que também é do PSDB, assim como o então presidente Fernando Henrique Cardoso são citados como cúmplices no ciclo de corrupção.

– O livro tem sido, de longe, o mais vendido aqui, até agora – resume um funcionário de uma das maiores livrarias na Zona Sul do Rio de Janeiro.

Amaury Jr. já previa que a compilação dos documentos reunidos em A Privataria Tucana renderia no conteúdo explosivo que os jornais conservadores ainda tentam abafar. Apenas um comentário, do ex-presidente FHC, foi consignado na edição deste sábado do diário conservador paulistano Folha de S. Paulo. Nele, o acusado de deixar passar um dos maiores crimes já cometidos contra o patrimônio público brasileiro preferiu apenas descredenciar o autor das denúncias. Citado como um dos vilões no episódio, o candidato tucano derrotado nas eleições presidenciais do ano passado, novamente preferiu o silêncio.

– Ficou bem claro durante as eleições passadas que Serra tinha medo de esse meu livro vir à tona. Quando se descobriu o que eu tinha em mãos, uma fonte do PSDB veio me contar que Serra ficou atormentado, começou a tratar mal todo mundo, até jornalistas que o apoiavam. Entrou em pânico – disse o jornalista à 
revista Carta Capital, em uma entrevista que reproduzimos a seguir.

Lavagem de dinheiro

À revista Carta Capital, Amaury revela que decidiu investigar o processo de privatização no governo Fernando Henrique Cardoso quando ainda era repórter do diário conservador carioca O Globo, nos idos de 2000.

– Antes, minha área da atuação era a de reportagens sobre direitos humanos e crimes da ditadura militar. Mas, no início do século, começaram a estourar os escândalos a envolver Ricardo Sérgio de Oliveira (ex-tesoureiro de campanha do PSDB e ex-diretor do Banco do Brasil). Então, comecei a investigar essa coisa de lavagem de dinheiro. Nunca mais abandonei esse tema. Minha vida profissional passou a ser sinônimo disso.

– Quem lhe pediu para investigar o envolvimento de José Serra nesse esquema de lavagem de dinheiro?

– Quando comecei, não tinha esse foco. Em 2007, depois de ter sido baleado em Brasília, voltei a trabalhar em Belo Horizonte, como repórter do (diário conservador mineiro) Estado de Minas. Então, me pediram para investigar como Serra estava colocando espiões para bisbilhotar Aécio Neves, que era o governador do Estado. Era uma informação que vinha de cima, do governo de Minas. Hoje, sabemos que isso era feito por uma empresa (a Fence, contratada por Serra), conforme eu explico no livro, que traz documentação mostrando que foi usado dinheiro público para isso.

Ficou surpreso com o resultado da investigação?

– A apuração demonstrou aquilo que todo mundo sempre soube que Serra fazia. Na verdade, são duas coisas que o PSDB sempre fez: investigação dos adversários e esquemas de contrainformação. Isso ficou bem evidenciado em muitas ocasiões, como no caso da Lunus (que derrubou a candidatura de Roseana Sarney, então do PFL, em 2002) e o núcleo de inteligência da Anvisa (montado por Serra no Ministério da Saúde), com os personagens de sempre, Marcelo Itagiba (ex-delegado da PF e ex-deputado federal tucano) à frente. Uma coisa que não está no livro é que esse mesmo pessoal trabalhou na campanha de Fernando Henrique Cardoso, em 1994, mas sob o comando de um jornalista de Brasília, Mino Pedrosa. Era uma turma que tinha também Dadá (Idalísio dos Santos, araponga da Aeronáutica) e Onézimo Souza (ex-delegado da PF).

O que você foi fazer na campanha de Dilma Rousseff, em 2010?

– Um amigo, o jornalista Luiz Lanzetta, era o responsável pela assessoria de imprensa da campanha da Dilma. Ele me chamou porque estava preocupado com o vazamento geral de informações na casa onde se discutia a estratégia de campanha do PT, no Lago Sul de Brasília. Parecia claro que o pessoal do PSDB havia colocado gente para roubar informações. Mesmo em reuniões onde só estavam duas ou três pessoas, tudo aparecia na mídia no dia seguinte. Era uma situação totalmente complicada.

– Você foi chamado para acabar com os vazamentos?

– Eu fui chamado para dar uma orientação sobre o que fazer, intermediar um contrato com gente capaz de resolver o problema, o que acabou não acontecendo. Eu busquei ajuda com o Dadá, que me trouxe, em seguida, o ex-delegado Onézimo Souza. Não tinha nada de grampear ou investigar a vida de outros candidatos. Esse “núcleo de inteligência” que até Prêmio Esso deu nunca existiu, é uma mentira deliberada. Houve uma única reunião para se discutir o assunto, no restaurante Fritz (na Asa Sul de Brasília), mas logo depois eu percebi que tinha caído numa armadilha.

– Mas o que, exatamente, vocês pensavam em fazer com relação aos vazamentos?

– Havia dentro do grupo de Serra um agente da Agência Brasileira de Inteligência (Abin) que tinha se desentendido com Marcelo Itagiba. O nome dele é Luiz Fernando Barcellos, conhecido na comunidade de informações como “agente Jardim”. A gente pensou em usá-lo como infiltrado, dentro do esquema de Serra, para chegar a quem, na campanha de Dilma, estava vazando informações. Mas essa ideia nunca foi posta em prática.

– Você é o responsável pela quebra de sigilo de tucanos e da filha de Serra, Verônica, na agência da Receita Federal de Mauá?

– Aquilo foi uma armação, pagaram a um despachante para me incriminar. Não conheço ninguém em Mauá, nunca estive lá. Aquilo faz parte do conhecido esquema de contrainformação, uma especialidade do PSDB.

– E por que o PSDB teria interesse em incriminá-lo?

– Ficou bem claro durante as eleições passadas que Serra tinha medo de esse meu livro vir à tona. Quando se descobriu o que eu tinha em mãos, uma fonte do PSDB veio me contar que Serra ficou atormentado, começou a tratar mal todo mundo, até jornalistas que o apoiavam. Entrou em pânico. Aí partiram para cima de mim, primeiro com a história de Eduardo Jorge Caldeira (vice-presidente do PSDB), depois, da filha do Serra, o que é uma piada, porque ela já estava incriminada, justamente por crime de quebra de sigilo. Eu acho, inclusive, que Eduardo Jorge estimulou essa coisa porque, no fundo, queria apavorar Serra. Ele nunca perdoou Serra por ter sido colocado de lado na campanha de 2010.

– Mas o fato é que José Serra conseguiu que sua matéria não fosse publicada no Estado de Minas...

– É verdade, a matéria não saiu. Ele ligou para o próprio Aécio para intervir no Estado de Minas e, de quebra, conseguiu um convite para ir à festa de 80 anos do jornal. Nenhuma novidade, porque todo mundo sabe que Serra tem mania de interferir em redações, que é um cara vingativo.

Daniel Dantas

As pistas deixadas por bilhões de reais movimentados nos esquemas fraudulentos revelados em Privataria Tucana, segundo Ribeiro Jr, levam ao banqueiro Daniel Dantas, condenado recentemente por uma série de crimes ligados à lavagem de dinheiro.

– Esses tucanos deram uma sofisticação à lavagem de dinheiro. Eram banqueiros, ligados ao PSDB. Quem estava conduzindo os consórcios das privatizações eram homens da confiança do Serra. É um saque (financeiro) que eles fizeram da privatização brasileira. Eles roubaram o patrimônio do país, e eu quero provar que são um bando de corruptos. A grande força desse livro é mostrar documentos que provam isso – afirmou, em conversa com jornalistas de um portal da internet.

O livro detalha o esquema de corrupção que teria, no comando, amigos e parentes de Serra e de outros líderes da direita brasileira, alguns ainda no Democráticos (DEM) e no recém-fundado Partido da Social Democracia (PSD).

– Há 20 anos, como diz o próprio livro, investido essas contas, rastreando tudo. Hoje sou um especialista (em lavagem de dinheiro). O tesoureiro do Serra, o Ricardo Sérgio, criou um modus operandi para gerir o dinheiro no exterior e eu descobri como funcionava o esquema. Eles mandavam todo o dinheiro, da propina, tudo, para as Ilhas Virgens, que é um paraíso fiscal, e depois simulavam operações de investimento, nada mais era do que a internação de dinheiro. Usavam umas off-shores, que simulavam investir dinheiro em empresas que eram dele mesmo no Brasil, numa ação muito amadora. A gente pegou isso tudo – afirmou.

Amaury Jr. nega que tenha cooptado alguém para realizar escutas telefônicas: “Não teve quebra de sigilo, como me acusaram”.

– São transações que estão em cartórios de títulos e documentos. Quando você nomeia um cara para fazer uma falcatrua dessa, você nomeia um procurador, você nomeia tudo. Rastreando nos cartórios de títulos e documentos, a gente achou tudo isso aí. Não tem essa história de que investiguei a Verônica Serra (filha do ex-governador), que investiguei qualquer pessoa ou teve quebra de sigilo. A minha investigação é de pessoa jurídica. Meu livro coloca documentos, não tem quebra de sigilo, comprova essa falcatrua que fizeram – resume.

– Segundo seu livro, esse esquema teria chegado a movimentar cifras bilionárias então?

– Bilionárias, bilionárias. (O esquema era realizado por) banqueiros ligados ao PSDB, formados na PUC do Rio de Janeiro e com pós-graduação em Harvard. A gente é muito simples, formado em jornalismo na Cásper Líbero, mas aprendi a rastrear o dinheiro deles. Eles inventaram um marco para lavar dinheiro que foi seguido por todos os criminosos, como Fernando Beira-Mar, Georgina (de Freitas que fraudou o INSS), e eu, modestamente, acabei com esse sistema. Temos condenações na Justiça brasileira para esse tipo de operações. Os discípulos da Georgina foram condenados por operações semelhantes às que o Serra fez, que o genro (dele, Alexandre Bourgeois) fez, que o (Gregório Marín) Preciado fez, que o Ricardo Sérgio fez.

– Está dito no seu livro que pessoas ligadas a Serra que teriam participado desse esquema?

– Ricardo Sérgio, a filha (Verônia Serra), o genro (Alexandre Bourgeois), Preciado, o primo da mulher dele, e, acima, (o banqueiro) Daniel Dantas, o cara que comandava todo esse esquema de corrupção – crava.
No livro, Amaury Jr. afirma que faria parte das operações uma sociedade entre Verônica Serra, filha do ex-governador Serra, e Verônica Dantas, irmã de Daniel Dantas.

– Conto como Verônica Serra e a Verônica Dantas se uniram para implementar um pagamento de propina muito evidente para o clã Serra. Inventaram essa sociedade entre elas em Miami. Quem investe nessa sociedade? Os consórcios que investiram e ganharam (na privatização): o Opportunity, o Citibank. Eles que dão o dinheiro, está no site deles próprios. Em 2002, quando Serra era candidato a presidente do Brasil, o Dantas quis chantagear. Quem revelou isso aí? Fui eu, o jornalista investigativo? Foi a própria revista IstoÉ Dinheiro que revelou a sociedade de Dantas e o clã Serra. Porque ele tinha dificuldade em compor a Previ, do governo, do Banco do Brasil. Ele estava chantageando os tucanos para compor com ele. Veja como o Dantas é manipulador nessa história toda. Primeiro veio a matéria para justificar o dinheiro dessa corrupção, dizendo que a Verônica Dantas havia enriquecido porque era uma mártir das telecomunicações. Depois, veio uma matéria fajuta… Quando não o satisfazia, (Dantas) chantageou o Serra. Para compor com a Previ, que estava com problemas com a Telecom, naquele processo todo – relembra.

O jornalista afirma, ainda ter descoberto que a sociedade de Verônica Dantas e Verônica Serra “não acabou, como disseram. Foi para as Ilhas Virgens, sendo operada pelo Ricardo Sérgio”.

– Para quê? Jogar dinheiro aonde? Para a própria filha do governador do Serra. Mapeei o fluxo do dinheiro, esses caras roubaram, receberam propina, e a propina está rastreada. O dia em que o Dantas deu a propina da privatização, peguei a ponta batendo no escritório da filha dele lá no (bairro paulistano do) Itaim-Bibi. O Dantas pagou pro Serra. A parte da propina do Serra está documentada – garante.

A propina seguia, então, das Ilhas Virgens para as contas dos donos do poder, naquela época, e quem conduzia o processo eram os consórcios das privatizações, diz o livro, “todos liderados por homens da confiança do Serra. (O líder) era o Ricardo Sérgio Oliveira. Foi caixa de campanha dele. Isso é um saque que eles fizeram da privatização brasileira”.

– Na condição de diretor internacional do Banco do Brasil, o Ricardo Sérgio assinou uma portaria que permitia a bancos brasileiros possuir contas em bancos correlatos no Paraguai, e vice versa. Essa medida tinha como pretexto facilitar a movimentação de dinheiro dos brasileiros que possuem comércio no Paraguai. No entanto, se transformou no maior duto para lavagem de dinheiro. Em vez do dinheiro vir para o Brasil, os doleiros passarama a usar esse mecanismo pra mandar todo o dinheiro para uma agência do Banestado em Nova York. Pode-se dizer que Ricardo Sérgio atuou nessa ponta da lavanderia do Banestado – disse.

E continuou: “Segundo ponto: Ricardo Sergio foi o grande artesão dos consórcios das empresas de telecomunicações durante as privatizações, no governo FHC. Ele conseguia manipular a formação dos grupos porque controlava o Fundo de Previdência dos funcionários do Banco do Brasil (Previ), e decidia a forma como o Previ participaria dos consórcios. Ele conseguia isso porque o presidente do Fundo era um aliado dele, o João Bosco Madeiro da Costa.

– Por fim, Ricardo Sérgio criou a metodologia de usar as offshores nas Ilhas Virgens Britânicas, principalmente no Citco. Essas offshores eram usadas pra internar (trazer de volta ao Brasil) dinheiro que saiu ilegalmente do país, por meio de uma rede de doleiros.

Quem indicou Ricardo Sergio para o Banco do Brasil, segundo Amaury Jr., foi “Clovis Carvalho, homem muito próximo de FHC (foi ministro da Casa Civil) e Serra”.

Fogo amigo

De acordo com o livro, o jogo pesado nas eleições também estava presente na equipe de campanha da presidenta Dilma Rousseff. O vazamento de informações sigilosas de dentro do comitê da candidata, segundo Amaury Jr., era uma ação coordenada de dentro do próprio partido.

– Eu achava que era coisa do (ex-delegado federal Marcelo) Itagiba ou do (candidato a vice-presidente, deputado do PMDB, Michel) Temer. Aí vem a surpresa: era o fogo-amigo do PT. Do Rui Falcão (atual presidente do PT e deputado estadual) – acusa.

O episódio rendeu ao autor de A Privataria Tucana um processo, ao qual responde na Polícia Federal, em que é acusado pela quebra do sigilo fiscal da filha de Serra para um suposto dossiê encomendado pela equipe de campanha da atual presidenta.

– Claro. Por quê? Quebra de sigilo fiscal. É um crime administrativo que só se imputa a funcionário público. O inquérito todo da Polícia Federal é uma fraude, não tem foco. Foi aberto para apurar quebra de sigilo fiscal e abrange tudo. Nunca vai atingir a mim. Mas precisavam ter um herói, e me jogar para o público. A imprensa (conservadora) queria o último factoide para jogar sobre a Dilma no segundo turno. O que fizeram? Deturpar meu depoimento na Polícia Federal. Eu nunca disse que quebrei sigilo de nenhuma pessoa, mas o cara da Folha (de S. Paulo) disse, ele deturpou, induziu todo mundo a dizer que confessei ter quebrado o sigilo fiscal. Ele mentiu sobre um depoimento na Polícia Federal, e a mídia toda espalhou isso. Era a única arma dessa imprensa carrasca, que mostrou seu lado. Eu nunca disse isso, meus quatro depoimentos são coerentes, têm uma lógica. A imprensa foi bandida – aponta.

Sem resposta

Procurado pelo Correio do Brasil, neste sábado, o ex-governador paulista José Serra não atendeu às ligações. Já o ex-presidente FHC, questionado em uma entrevista na FSP sobre os relatos feitos por Amaury Jr. preferiu desqualificar o jornalista.

– O autor desse livro está sendo processado. Está na Polícia Federal (PF). Até lá, quem está sub judice é ele – disse.

FHC aproveitou para defender Ricardo Sérgio, ex-diretor do Banco do Brasil, citado por Amaury no livro como o grande operador do esquema de corrupção.

– Eu não tenho nada que o desabone – afirmou.

Outro tucano, cotado para concorrer à Presidência da República nas eleições de 2014, o senador Aécio Neves também preferiu não comentar a obra na qual é citado pelo autor.

– Eu não li ainda, quando eu ler eu comento com vocês – concluiu, em conversa com repórteres em Salvador, onde esteve na noite passada, para uma série de compromissos partidários.

CdB