sexta-feira, 6 de fevereiro de 2009

Un jefe 'lefebvriano' afirma que el Vaticano II fue una "herejía, una cloaca"


Desafía así la petición de la Santa Sede de que aceptasen el concilio para readmitirlos

Ciudad del Vaticano. (EFE).- El jefe de los "lefebvrianos" en el noreste de Italia, el sacerdote Floriano Abrahamowicz, ha desafiado a la exigencia de la Santa Sede de que reconozcan el Vaticano II al afirmar que ese concilio "es una herejía, una cloaca".

"El Concilio Vaticano II ha sido peor que una herejía, ya que significa tomar una parte de la verdad, hacerla absoluta y negar el resto. En ese contexto digo que fue una cloaca, la máxima", afirmó el sacerdote tradicionalista en declaraciones al canal de televisión "Canale Italia".

Dos días después de que el Vaticano endureciera su postura con los 'lefebvrianos' y les exigiera para readmitirlos que acepten el concilio y que el obispo que ha negado el Holocausto se retracte públicamente, las declaraciones de Abrahamowicz son vistas por observadores vaticanos como un "desafío abierto" de los tradicionalistas al Papa y a la Santa Sede.

Estas declaraciones, difundidas en anoche, se han conocido a la misma vez que, según publicó ayer el semanario alemán "Kolner Stadt Anzeiger", el superior de la Fraternidad San Pío X, Bernard Fellay, uno de los cuatro obispos a los que el Papa levantó la excomunión, tiene previsto ordenar nuevos sacerdotes.

Fellay, según el medio alemán citado por los italianos, habría ya ordenado varios diáconos. Aunque Fellay ya no está excomulgado, el Vaticano precisó hace dos días que tanto él como los otros tres prelados ordenados en 1988 por el cismático arzobispo Marcel Lefebvre, que causó un cisma en la Iglesia, siguen estando suspendidos "a divinis" (no pueden celebrar misa, ni administrar los sacramentos, ni predicar).

Según los observadores vaticanos, las nuevas manifestaciones de Abrahamowicz, unidas al hecho de que el obispo Richard Williamson -que negó el Holocausto- aún no se haya retractado públicamente como le exigió el Papa y las eventuales nuevas ordenaciones suponen un "fuerte obstáculo" en el camino para el regreso de los "lefebvrianos" al redil.

Fuentes vaticanas, por su parte, no descartan que detrás de esas manifestaciones se esconda "el deseo" de una parte de los tradicionalistas de boicotear el regreso a la Iglesia de Roma.

Abrahamowicz saltó a la opinión pública el pasado 29 de enero al relanzar las tesis revisionista sobre el Holocausto hecha por el obispo Williamson al asegurar que la "única cosa segura sobre las cámaras de gas es que se usaron para desinfectar". "No se si las víctimas murieron por el gas o por otros motivos. No lo sé, de verdad. Sé que las cámaras de gas existieron por lo menos para desinfectar, pero no sé decir si también mataron o no, ya que no he profundizado sobre el tema", dijo el sacerdote a un diario italiano.

Williamson, por su parte, afirmó que "no existieron las cámaras de gas" y que sólo unos 300.000 judíos "y no seis millones" murieron en los campos de concentración nazis, "pero ninguno gaseado", lo que puso en pie de guerra a la comunidad judía, levantó numerosas protestas de destacados políticos y obligó al Papa a reiterar su condena al Holocausto y a los que lo niegan.

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